El mejor obrero es el obrero zombi

Enciendan sus tel¨¦fonos m¨®viles, la funci¨®n va a comenzar. Vivimos en el estado del bienestar, pero al rev¨¦s: las familias de mayor abolengo dinerario y los nuevos ricos de la lista Forbes est¨¢n ganando la lucha de clases, tal como afirm¨® Warren Buffett, segundo multimillonario mundial. Cuando a tijeretazo limpio, los Gobiernos aseguran estar mejorando la econom¨ªa, no aclaran que se trata de la econom¨ªa financiera, no de la productiva. Tambi¨¦n nos dicen que el cr¨¦dito y el empleo crecer¨¢n con el programa de expansi¨®n cuantitativa iniciado por el BCE, cuando el verdadero efecto de tal medida es el incremento de los precios de los activos financieros, para provecho de rentistas. Draghi y los ministros de econom¨ªa europeos, varios de los cuales trabajaron para Goldman Sachs y Rothschild, tienen m¨¢steres en ilusionismo: llaman la atenci¨®n sobre el dos de oros mientras se guardan el as en la manga.

Teatro pol¨ªtico, servido como un juego. En Banqueros versus zombis, Pilar Almansa, Dolores Garayalde e Ignacio Garc¨ªa May hablan de la actualidad a trav¨¦s de una f¨¢bula situada en un futuro inmediato en el que personas (y pa¨ªses) ser¨¢n liberados de la deuda contra¨ªda a condici¨®n de que acepten convertirse en mano de obra zombi. Tras tres avisos, al deudor se le inyecta un suero que lo convierte en el obrero perfecto: sin salario, sin descanso y sin voluntad para reivindicar mejoras laborales. La zombificaci¨®n colectiva como met¨¢fora de la servidumbre en la que Espa?a entr¨® merced a un refinado mecanismo de endeudamiento consistente en inflar los precios inmobiliarios mediante incentivos fiscales, tasaciones de parte, bajadas temerarias de los tipos de inter¨¦s, concesi¨®n de cr¨¦ditos por el 120 por ciento del precio de la vivienda, a 25 o m¨¢s a?os, con dinero del exterior y liquidaci¨®n del antiguo parque de alquileres de la Seguridad Social.

Entre el falso documental y el teatro de participaci¨®n (cada espectador compra y vende valores y determina el rumbo de los acontecimientos votando a trav¨¦s de su tel¨¦fono m¨®vil), Banqueros versus zombis satiriza a la aristocracia financiera, alfabetiza a un sector del p¨²blico ignaro en tales temas y entretiene con mil gui?os al espectador ducho, que aunque tenga la sensaci¨®n constante de que le est¨¢n pasando informaci¨®n, disfruta comparti¨¦ndola.

Resulta particularmente afortunada la escena en la que un derivado infumable (encarnado por Dolores Garayalde), la deuda argentina a medio plazo (Roberto Correcher, que cuando encarna al pr¨ªncipe parece un Hohenzollern aut¨¦ntico) y una acci¨®n de Arcelor Mittal (Alberto Basas, gracios¨ªsimo), se presentan a la evaluaci¨®n de las agencias de riesgo cual concursantes de T¨² s¨ª que vales o de Factor X. Adem¨¢s del estupendo trabajo del tr¨ªo protagonista, obligado en alg¨²n momento a hacer cosas que no casan con la naturaleza de sus personajes (el pr¨ªncipe Leopoldo de Rottenmeier y Johannesburgo no deber¨ªa ponerse a jalear al p¨²blico, abrumadoramente joven, para que invierta), se agradecen las intervenciones filmadas de, entre otros, Carlos Hip¨®lito, Silvia Mars¨®, Emilio Buale, Pepe Viyuela, Carmen Mayordomo, Felipe Andr¨¦s, Cachito Noguera y los propios autores.