Nicholas Wade: ¡°No soy racista¡±
El autor de 'Una herencia inc¨®moda' enfada a los cient¨ªficos al defender la influencia de los genes en el comportamiento. Ciencia y pol¨ªtica, dice, son terrenos distintos
Para los amantes del jazz no hay discusi¨®n alguna sobre las diferencias entre razas: los negros son superiores. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ del mundo de Charlie Parker o John Coltrane, el tema no admite bromas. Es un asunto vetado. No se habla de razas, sino de poblaciones, y quien se atreve a decir otra cosa, o hurga en los avances sobre el genoma aplicados al comportamiento social, corre el riesgo de ser acusado de racista. En algunos casos, de forma merecida.
Nicholas Wade, escritor y divulgador cient¨ªfico brit¨¢nico de 72 a?os, ha metido el palo en el avispero con su libro Una herencia inc¨®moda (Ariel). La reacci¨®n ha sido furibunda en las redes sociales y las universidades: 139 cient¨ªficos, algunos de ellos citados por ¨¦l en su libro, publicaron una carta en la que descalificaron su obra, que muchos cr¨ªticos consideran peligrosa.
La tesis que sostiene Wade es que la evoluci¨®n humana reciente ha dado como resultado las razas; que hay una influencia gen¨¦tica en el comportamiento social humano; que este componente gen¨¦tico evoluciona, y que leves diferencias evolutivas explican las diferencias en las instituciones sociales de las principales poblaciones. Esas instituciones sociales son, pues, una mezcla de gen¨¦tica y cultura.
Frente a esta idea, la comunidad acad¨¦mica, desde historiadores a antrop¨®logos, pasando por genetistas, defienden que la evoluci¨®n humana se detuvo hace 50.000 a?os. Por lo tanto, afirman, no existe una base biol¨®gica para las razas; las diferencias de comportamiento entre los humanos son culturales, no gen¨¦ticas; y la mente nace como una p¨¢gina en blanco cuyo contenido es modelado por la cultura.
Para Wade, la idea de que las poblaciones humanas son gen¨¦ticamente diferentes entre s¨ª ha sido ignorada por razones pol¨ªticas, ¡°por temor a que su estudio pudiera promover el racismo¡±. Y va m¨¢s all¨¢. Denuncia a la ¡°izquierda acad¨¦mica¡± por basar su oposici¨®n al racismo no en principios, sino en la afirmaci¨®n de que la raza es una construcci¨®n social, no una realidad biol¨®gica. ¡°El racismo y la discriminaci¨®n son censurables por una cuesti¨®n de principios, no de ciencia. La ciencia trata de lo que es, no de lo que debiera ser¡±, escribe en su libro.
La reacci¨®n provocada por Wade es acorde con sus credenciales. Educado en el Eton College ingl¨¦s, cantera de casi una veintena de primeros ministros brit¨¢nicos, lleg¨® a Estados Unidos en 1970. Para entonces ya hab¨ªa trabajado en Nature. Despu¨¦s vendr¨ªa Science, otra de las grandes revistas cient¨ªficas. En 1982 se uni¨® a la redacci¨®n del New York Times, que abandon¨® en 2012. Sus obras nunca han rehuido la pol¨¦mica. Una de las m¨¢s conocidas es Betrayers of the Truth: Fraud and Deceit in the Halls of Science (1983), en la que hace un recorrido por grandes fraudes cient¨ªficos. Wade recibe a EL PA?S en un barrio residencial de Montclair (Nueva Jersey) completamente nevado.
PREGUNTA.??Es usted racista?
RESPUESTA.?No. Ser racista significa creer que una raza, por lo general la tuya, es superior por naturaleza a las dem¨¢s, y que no hay nada que pueda cambiarlo. Se trata de la idea de que la sangre y los genes marcan la diferencia. Eso es ser racista, y yo no lo soy en absoluto.
P.?Sab¨ªa que su libro iba a suponerle un enorme quebradero de cabeza. ?Por qu¨¦ lo escribi¨®?
R.?Sab¨ªa que iba a ser controvertido, pero ten¨ªa la sensaci¨®n de que, una vez disipada la controversia, cuando la gente empiece a leerlo atentamente, ver¨¢ que no dice nada chocante ni sorprendente, que es puro sentido com¨²n. Llevo muchos a?os informando sobre el genoma humano y empec¨¦ a darme cuenta de que estaba generando una informaci¨®n incre¨ªble relacionada con las razas. Sin embargo, al preguntar a los cient¨ªficos, apenas pronunciaba la palabra raza, todos se sum¨ªan en un silencio sepulcral. Me result¨® evidente que era un tema importante sobre el que los acad¨¦micos e investigadores no estaban diciendo a la gente toda la verdad, lo que me parece mal. Creo que los cient¨ªficos deber¨ªan explicarle a la gente lo que descubren, sea lo que sea.
P.??C¨®mo se siente un periodista cient¨ªfico al ver que 139 genetistas afirman en una carta p¨²blica que est¨¢ equivocado, que su libro es peligroso?
R.?Me parece que est¨¢n traicionando el ethos de la ciencia, que es no dar nunca por sentado lo que se dice, comprobarlo todo. Dijeron que mi libro estaba lleno de errores, pero no citaron ni uno. Si mi trabajo no estuviese en lo cierto, ?cu¨¢ntos cient¨ªficos har¨ªan falta para se?alar los errores? Solo uno. El libro no tiene errores cient¨ªficos, as¨ª que les pareci¨® necesario sacar a 139. Y no aportaron ninguna prueba. Pero as¨ª no funciona la ciencia; as¨ª funciona la pol¨ªtica. Era una carta pol¨ªtica, no cient¨ªfica, as¨ª que le prest¨¦ la atenci¨®n justa.
La ciencia es el producto de una comunidad de cient¨ªficos que siempre est¨¢ criticando el trabajo de los dem¨¢s¡±
P.?Pero, cuando afirma que esos cient¨ªficos son de izquierdas, ?no est¨¢ colocando el tema precisamente en un plano pol¨ªtico?, ?no es eso lo que usted critica?
R.?Lo que digo es que algunos cient¨ªficos no hablan del tema de la raza en sus art¨ªculos, o siempre colocan los datos al final de los trabajos, donde el periodista medio no los encuentra. As¨ª que, efectivamente, est¨¢n investigando sobre la raza. S¨ª, creo que la mayor parte es probablemente de izquierdas, de hecho la mayor¨ªa de departamentos universitarios lo son, y por ende se muestran emp¨¢ticos con la postura de que la raza no tiene una base biol¨®gica. Aunque no la compartan, siguen defendiendo dicha postura para evitar que el Congreso les corte los fondos. Tambi¨¦n hay otro motivo, un buen motivo. En las d¨¦cadas de 1920 y 1930 se produjo un movimiento eugen¨¦sico muy potente en EE UU, dirigido por genetistas punteros de Harvard y Stanford. Los cient¨ªficos actuales cargan con ese peso, saben que tienen ese legado negativo y est¨¢n resueltos, con raz¨®n, a que nunca se repita. Me habr¨ªa gustado, eso s¨ª, que hubieran le¨ªdo mi libro atentamente. No creo que lo hayan hecho.
P.?Dice usted que su libro pretende mitigar el miedo a hablar de las razas, pero ha provocado miedo a la justificaci¨®n cient¨ªfica del racismo.
R.?Creo que deber¨ªamos comprender el mundo lo mejor posible, y que toda esta informaci¨®n nueva sobre el genoma nos permite entender por primera vez algo sobre la estructura de la variedad gen¨¦tica de los humanos. Siempre es mejor comprender algo que ignorarlo, aunque tambi¨¦n era muy consciente de los peligros que usted menciona. As¨ª que intent¨¦ escribir el libro para que se viese que el genoma nos habla, en realidad, de lo unificada que est¨¢ la raza humana. Todos somos variaciones del mismo tema. Hay diferencias entre razas, pero no llegan al nivel individual: como individuos somos pr¨¢cticamente iguales. De existir alguna diferencia significativa ata?e al nivel de nuestras sociedades.
P.?Admitamos que hay diferencias gen¨¦ticas entre las razas. ?Es tan importante?
R.?No en el plano individual. Yo digo que puede importar si supone una diferencia en nuestro comportamiento social.
P.??El progreso cient¨ªfico lo justifica todo, aun si descubri¨¦semos algo que los racistas pudieran usar para justificar sus ideas y acciones?
R.?Es una de las preguntas centrales de la ciencia. La pol¨ªtica general ha sido: no hemos de temer el conocimiento, sino aceptar que, si descubrimos algo peligroso, sabremos afrontarlo. El ejemplo m¨¢s evidente es la energ¨ªa at¨®mica: podr¨ªamos haber dicho que era demasiado peligrosa, pero en realidad permiti¨® crear las plantas nucleares, que ser¨¢n muy ¨²tiles si el calentamiento de la tierra se convierte en un problema serio. Si echamos la vista atr¨¢s, veremos que las armas nucleares no han sido tan malas, habida cuenta de que mantuvieron la paz entre Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica. De no existir armas nucleares podr¨ªamos haber vivido una tercera guerra mundial. Ah¨ª fuimos valientes para reunir ese nuevo conocimiento y darle buen uso.
P.?Dice que la ciencia trata sobre lo que es, no sobre lo que deber¨ªa ser. ?Es as¨ª de f¨¢cil? ?Qu¨¦ pasa con las consecuencias?
R.?Los cient¨ªficos no son ajenos a la sociedad en la que viven. En la ciencia moderna no se puede hacer nada por uno mismo, se necesita un presupuesto y fondos de los Gobiernos. La ciencia tambi¨¦n es un juego intelectual de grupo, el producto de una comunidad de cient¨ªficos que siempre est¨¢n criticando el trabajo de los dem¨¢s y demostrando que no puede probarse. Es un enorme proceso p¨²blico que los Gobiernos controlan. Creo que esa es una de las razones ocultas tras la carta de los 139 cient¨ªficos. Los cient¨ªficos, al menos en EE UU, siempre tienen miedo al Congreso, pues si hacen algo que no le gusta les cortan los fondos.
P.?Cuando habla del ¨¦xito de Occidente haciendo referencia a la gen¨¦tica de los occidentales, ?no le parece un argumento para justificar posiciones racistas?
R.?Lo que intento decir es que como cada sociedad es ligeramente diferente, en un momento concreto una comunidad puede estar haci¨¦ndolo mejor que otra, en el ¨¢mbito econ¨®mico, por ejemplo. Durante la mayor parte de nuestra historia, la china ha sido la civilizaci¨®n l¨ªder, y puede que vuelva a serlo, puede que el ¨¦xito de Occidente sea temporal. Y no es leg¨ªtimo que porque un pa¨ªs pueda estar arriba y otro abajo se haga una acusaci¨®n de racismo.
Hay diferencias entre razas, pero no llegan al nivel individual: como individuos somos pr¨¢cticamente iguales"
P.?En su libro escribe que la medicina occidental es m¨¢s eficaz, que el arte occidental es m¨¢s creativo y que las instituciones europeas son m¨¢s innovadoras. ?No es eso una afirmaci¨®n de superioridad? ?Se puede decir as¨ª, sin m¨¢s?
R.?S¨ª, porque sin duda es as¨ª. No es una afirmaci¨®n racista, sino una mera descripci¨®n, una observaci¨®n. Pero quiz¨¢ no duren, quiz¨¢ nuestras sociedades cambien por alg¨²n desaf¨ªo externo, quiz¨¢ la ¨¦poca de Occidente toque a su fin. No puede decirse que una raza es mejor que otra por naturaleza.
P.??Cree que la eugenesia puede volver?
R.?Hay dos tipos de eugenesia. La mayor¨ªa de la gente la concibe en el sentido negativo de usarla para matar gente. Sin embargo, la eugenesia tuvo en sus or¨ªgenes un sentido positivo. Su idea era intentar fomentar los matrimonios entre las personas m¨¢s inteligentes de la poblaci¨®n: eso es la eugenesia positiva. Quiz¨¢ no fuese una idea muy afortunada, pero veamos los avances de la eugenesia m¨¦dica: pronto se podr¨¢ cambiar el genoma humano y corregir los genes que causan enfermedades, incluso aumentar los que propician la fuerza y la inteligencia.
P.?Pero esas ideas llevaron al Holocausto. ?Est¨¢ superado ese peligro?
R.?Espero que no vuelva a pasar. Creo que los avances se incorporar¨¢n al sistema facultativo. Los m¨¦dicos dispondr¨¢n de un paquete gen¨¦tico que elimine todos los genes nocivos. Eso no tiene nada que ver con la raza, ser¨¢ un servicio a disposici¨®n de todo el mundo. Claro que al principio ser¨¢ solo para los ricos, pero acabar¨¢ estando tambi¨¦n a disposici¨®n de los pobres. No se aplicar¨¢ de manera racista.
P.??Seguir¨¢ trabajando sobre este tema?
R.?El de la raza es un tema m¨¢s. Mi libro anterior trataba sobre la religi¨®n, y ahora estoy trabajando en uno sobre el lenguaje. No estoy particularmente interesado en el tema de la raza.
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