El aprendizaje seg¨²n Nicol¨¢s Paris
Si para Tristan Tzara el pensamiento se hac¨ªa en la boca, para este artista colombiano el pensamiento sucede en un lugar de intercambio y reflexi¨®n
Si para Tristan Tzara el pensamiento se hac¨ªa en la boca, para Nicol¨¢s Paris el pensamiento sucede en un lugar de intercambio y reflexi¨®n, en este caso, no s¨®lo en el espacio de la galer¨ªa Elba Ben¨ªtez convertido en lugar de transformaci¨®n a trav¨¦s de la muestra, sino al abandonarla una vez visitada.
El di¨¢logo, el rumor, la luz, las horas o (lugar para contemplar la transformaci¨®n) es la primera exposici¨®n individual del artista colombiano comisariada por Mar¨ªa Bel¨¦n S¨¢ez de Ibarra. En ella retoma muchas de las ideas con las que este artista viene trabajando, especialmente la centrada en las estrategias de aprendizaje y educaci¨®n. Para ello plantea, a trav¨¦s de un exquisito despliegue de objetos (monedas, plantas, l¨¢pices, etc¨¦tera), un personal laboratorio de ideas que deambulan entre la sencillez y la po¨¦tica.
No es la primera vez que el artista sit¨²a al espectador en esta inteligente tesitura: aprender a mirar, saber ver
En este universo de cosas, en contra de la acumulaci¨®n, est¨¢n latentes las ideas de contemplaci¨®n y tiempo, en un generoso gesto por parte del artista, para quien el arte es un intercambio de reflexiones, en este caso, a trav¨¦s de esta sinfon¨ªa objetual. Paris ha dise?ado un proyecto espec¨ªfico para el espacio en el que ha trabajado durante tres semanas donde cada elemento parece formar parte de otro en una compleja construcci¨®n de constelaciones, relaciones y genealog¨ªas existentes entre ellos. Y es que no es la primera vez que el artista sit¨²a al espectador en esta inteligente tesitura: aprender a mirar, saber ver. Ya en 2008 public¨® el delicado libro Doble faz, formado por un conjunto de dibujos donde las im¨¢genes eran una cosa y, por arte del plegado de la hoja, se convert¨ªan en otra, donde las paradojas de la representaci¨®n creaban diferentes ox¨ªmoron y tautolog¨ªas visuales que resaltan las rupturas entre la percepci¨®n y la comunicaci¨®n del sentido y, de nuevo estaba presente, como ahora, aquello que recuerda a la literatura de Flaubert: con lo m¨ªnimo lo m¨¢ximo.
En esta necesidad de crear un lugar de intercambio de pensamiento, Nicol¨¢s Paris ha reflexionado en su obra sobre la pedagog¨ªa inestable al reconvertir los lugares en los que muestra su trabajo en herramienta de aprendizaje siguiendo las ideas pedag¨®gicas y los m¨¦todos de ense?anza de Joseph Jacotot, basados en la capacidad de aprender por uno mismo m¨¢s que en la transferencia del saber. Y ah¨ª quiz¨¢ resida el verdadero inter¨¦s: intentar que sea el propio espectador el que decida qu¨¦ quiere aprender o hasta d¨®nde est¨¢ dispuesto a llegar. Esta exposici¨®n encierra la complejidad que supone el propio aprendizaje, eso s¨ª, en un recorrido tan delicado como exquisito, tan sencillo como indispensable.
El di¨¢logo, el rumor, la luz, las horas o (lugar para contemplar la transformaci¨®n).?Nicol¨¢s Paris. Comisariada por Mar¨ªa Bel¨¦n S¨¢ez de Ibarra. Elba Ben¨ªtez. Hasta el 1 de abril.
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