Ex¨¢menes

Las encuestas empiezan a cumplir el mismo papel en la escena pol¨ªtica que esos ex¨¢menes constantes a los que algunos colegios someten a sus alumnos. No se trata tanto de aprender como de cuantificar el conocimiento. Los pol¨ªticos reciben las notas el d¨ªa del sufragio tras m¨²ltiples avisos en forma de encuesta. Las elecciones andaluzas ofrec¨ªan ya de salida una anomal¨ªa asumida. La victoria de Susana D¨ªaz podr¨ªa enga?ar a los ojos y el coraz¨®n de los socialistas en el resto de Espa?a, aunque est¨¢n avisados de que el poder del que gozan en Andaluc¨ªa no tiene equivalencia en otros lugares. Pero lo que es seguro es que puede cegar a la propia Susana D¨ªaz si no estudia a fondo, como lo hizo a la hora de anticipar con inteligencia las elecciones, que su fortaleza proviene de la debilidad de sus rivales directos, m¨¢s que de las destrezas mostradas. Gobernar es la mejor forma de dar contenido al eco vacuo de los discursos.

Sufren fuerte depresi¨®n UPyD e Izquierda Unida, pese a que en paro, crisis y corrupci¨®n, los grandes males que preocupan a los espa?oles seg¨²n otras encuestas, las sociol¨®gicas, ellos no est¨¢n se?alados por la culpa. Muchos electores no los perciben como suficientemente emergentes, ni nuevos, ni unidos. Es un problema m¨¢s psicol¨®gico que pol¨ªtico, pero los votantes van a la urna cogidos de la mano a su subconsciente. En la noche del recuento, en TVE hab¨ªa excesivo an¨¢lisis en clave de militancia de partido y en laSexta se interrumpi¨® el discurso del candidato derrotado del PP para seguir una segunda comparecencia de Teresa Rodr¨ªguez, de Podemos, ya en la explanada exterior. Conviene cuidar las formas.

Fue curioso escuchar a ??igo Errej¨®n explicar que no nos hallamos ante una foto fija de la nueva pol¨ªtica espa?ola, sino ante el fotograma de una pel¨ªcula en movimiento. Minutos despu¨¦s, lo repet¨ªa con las mismas palabras Teresa Rodr¨ªguez en su estrado. A veces, la repetici¨®n milim¨¦trica del discurso causa el efecto contrario a la coherencia, convirti¨¦ndose en machaconer¨ªa estudiada. Albert Rivera ha logrado hacer marca de su actitud. Tiene imagen, pero no partido, al contrario que sus rivales directos. Demasiadas inc¨®gnitas a¨²n salvo que los ¨²nicos ganadores son los electores, algunos reconciliados con su papel activo y decisorio.