'The Nether': el infierno en la Red
Inquietante, imaginativa y espl¨¦ndidamente escrita, la nueva obra de la dramaturga estadounidense Jennifer Haley es una de las cinco nominadas para el Premio Olivier
The Nether, de Jennifer Haley, uno de los ¨¦xitos de la temporada anterior en el Royal Court y ahora en el West End (Duke of York¡¯s), es un c¨®ctel de thriller de ciencia-ficci¨®n, debate moral e historia de amor que podr¨ªa haber firmado Charlie Brooker, el creador de Black Mirror.
A?o 2050. El cielo es permanentemente gris. Ya no hay ¨¢rboles, y tener uno est¨¢ solo al alcance de millonarios. La detective Morris dirige una unidad que investiga delitos en la Red. La Red se llama ahora ¡°The Nether¡± y lo abarca todo, desde la educaci¨®n y los negocios hasta la vida sexual. La pornograf¨ªa se ha convertido en una reliquia del pasado desde que un magnate llamado Simms cre¨® un ¡°reino¡± revolucionario, The Hideaway (el Escondite), que promete ¡°una inmersi¨®n sensorial absoluta¡± en una Arcadia que tiene mucho de infierno: una lujosa mansi¨®n victoriana en mitad de un bosque, con ni?os y ni?as que parecen salidos de las fotograf¨ªas de Lewis Carroll. Morris acusa a Simms de lucrarse (tiene una cuenta en Burkina Faso) ofreciendo a sus clientes una doble atrocidad: tras violar a las criaturas, descubrir¨¢n una nueva sensaci¨®n asesin¨¢ndolos a hachazos. La polic¨ªa no puede detenerle, porque la terminal no est¨¢ en su jurisdicci¨®n, pero quiere conseguir el c¨®digo del programa para cerrar el acceso. Simms est¨¢ convencido de que las acusaciones son una mera pantalla para arrebatarle el invento, y proclama que no hay ning¨²n delito. Nadie muere, todo es virtual. Y no son ni?os, sino avatares, como los clientes que, a la manera de los viejos juegos de rol, pueden entrar en el Escondite con otra identidad, otro aspecto, otro g¨¦nero.
Simms vende ¡°la oportunidad de seguir los instintos m¨¢s secretos en total anonimato, sin culpa ni da?os¡±. Ha creado su reino para ped¨®filos irrecuperables como ¨¦l: mejor dar rienda suelta a sus tendencias en un espacio virtual que en la realidad. ¡°Solo son im¨¢genes¡±, repite. ¡°S¨ª, pero todo lo que se hace en la Red acaba por repercutir en el mundo real¡±, le responde Morris. ¡°Las im¨¢genes crean la realidad. Y usted, ampar¨¢ndose en la libertad, legitimiza y promueve las peores perversiones¡±. Ese ser¨ªa, a grandes rasgos, el eje del intenso y provocativo debate, con un juego relampagueante y muy bien repartido.
La acci¨®n transcurre entre la sala de interrogatorios y el universo victoriano de Simms, al que all¨ª todos llaman Papa¡±
La acci¨®n de The Nether transcurre entre la sala de interrogatorios y el universo victoriano de Simms, al que all¨ª todos llaman Papa. Sabemos (en la segunda escena) que Morris ha infiltrado a otro polic¨ªa en el Escondite para que redacte un informe, pero solo le conoceremos por su avatar (o perfil imaginario): su apodo es Woodnut y no tarda en sentir una rotunda fascinaci¨®n por Iris, la ni?a preferida de Papa.
¡°No le pregunte a su agente encubierto lo que vio o lo que hizo. Preg¨²ntele cu¨¢n libre se sinti¨®, como nunca se hab¨ªa sentido en su vida diaria¡±. Quien as¨ª habla, cerrando el quinteto de personajes, es Doyle, un viejo profesor de f¨ªsica y cliente asiduo del Escondite, al que Morris acude para atrapar a Simms, y que est¨¢ a punto de convertirse en una ¡°sombra¡±: as¨ª es como se llama en el mundo futuro a los seres atados al ordenador, que acaban ingresando mental (y sensorialmente) en su reino favorito. No puedo revelar aqu¨ª el astuto mecanismo de lo que sucede luego. Avanzar¨¦ tan solo que el relato (breve: una hora y veinte) ofrece una sucesi¨®n de sorpresas, as¨ª como una impensable, delicada y desesperada historia de amor, posible compensaci¨®n por lo espinoso de su asunto central.
The Nether es una de las obras m¨¢s brillantes e imaginativas que he visto ¨²ltimamente, y tambi¨¦n de las m¨¢s inc¨®modas: esquiva cualquier escena de sexo o violencia, y mantiene un complicado equilibrio entre el horror y la ternura, que remata con una conmovedora escena final; pero por mucho que nos digan que hay un avatar adulto tras el personaje de Iris, a quien vemos en escena es a una actriz/ni?a de nueve a?os.
Su autora, Jennifer Haley, es una joven dramaturga estadounidense. Estren¨® la funci¨®n en 2013, en el Center Theatre Group de Los ?ngeles. El pasado verano, como dec¨ªa al principio, triunf¨® en el Royal Court londinense; pas¨® luego al Duke of York¡¯s, donde la vi har¨¢ unas semanas, y ha estado dos meses en el MCC/Lucille Lortel Theater, una de las salas m¨¢s activas del Off-Broadway, en un montaje dirigido por Anna Kauffman. La puesta brit¨¢nica ha corrido a cargo de Jeremy Herrin, uno de los directores de moda en Reino Unido gracias al enorme ¨¦xito de Wolf Hall, la producci¨®n de la Royal Shakespeare sobre las novelas de Hilary Mantel (que, por cierto, se habr¨¢ estrenado ya en el Winter Garden de Nueva York cuando lean estas l¨ªneas).
Herrin dec¨ªa que, a diferencia de la mayor¨ªa de obras sobre Internet, ¡°en The Nether no sale nadie sentado ante un ordenador, sino que vemos el universo creado en la Red¡±. Tiene raz¨®n, aunque a m¨ª lo que menos me convence del espect¨¢culo es precisamente la plasmaci¨®n (al parecer car¨ªsima) del Escondite de Simms, con los ¨¢rboles y los espejos dise?ados por Es ?Devlin y las im¨¢genes proyectadas por Luke Halls. Los cambios de escena me resultaron lent¨ªsimos, y esa apabullante escenograf¨ªa apenas deja espacio (un estrecho pasillo) para los interrogatorios: creo que una mayor desnudez hubiera centuplicado la imaginaci¨®n del espectador.
El reparto me pareci¨® desigual. Amanda Hale, a la que aplaud¨ª har¨¢ cinco a?os en Our Class (NT) y que posiblemente hayan visto en series como Dates y The Crimson Petal and the White, imprime a la detective Harris un tono uniformemente veloz y crispado que acaba por fatigar. Me gust¨® mucho el veterano David Calder: a ratos hace pensar en el Fern¨¢n-G¨®mez maduro y da muy bien la tristeza y vulnerabilidad de Calder, que encuentra en el Escondite su ¨²nico refugio, su ¨²nica fuente de felicidad. Un poco plano Ivanno Jeremiah en el rol de Woodnut, y poderoso pero con toques excesivos de Santa Claus siniestro el Simms de Stanley Townsend.
Estupenda en su dif¨ªcil papel Isabella Pappas, que interpreta a Iris con una perfecta mezcla de inocencia y malicia. Creo que The Nether funcionar¨ªa en Espa?a. Es una propuesta arriesgada, pero no deja a nadie indiferente.
The Nether. Escrita por Jennifer Haley. Dirigida por Jeremy Herrin. Interpretada por Amanda Hale, David Calder, Ivanno Jeremiah, Stanley Townsend, Isabella Pappas. Duke of York¡¯s Theatre. Londres. Hasta el 25 de abril.
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