¡°Mi obra es dulce, es miel, pero est¨¢ llena de vinagre¡±
El polifac¨¦tico artista Aitor Saraiba tiene incontinencia creativa. Este a?o saca tres libros, monta una exposici¨®n de fotos, prepara una novela y estrena una obra de teatro
Aitor Saraiba (Talavera de la Reina, Toledo, 1983) se define como generador de cultura. Su obra es como su lugar de trabajo: ordenada, cuidada hasta el m¨ªnimo detalle, repleta de s¨ªmbolos, aparentemente sencilla, na¨ªf, pero con gran carga conceptual, llena de referencias musicales, cinematogr¨¢ficas y literarias. Al referirse a sus trabajos, Saraiba cita una frase de Truman Capote: "Cuando Dios te da un don, tambi¨¦n te da un l¨¢tigo".
Su rinc¨®n se encuentra en el piso que comparte con dos compa?eros en el madrile?o barrio de Arganzuela. "La casa es muy grande, pero vivo aqu¨ª [se refiere a su cuarto]", explica. A este espacio se llega recorriendo un largo pasillo decorado con dibujos de Hana, su sobrina ¡ªque copia los pajarillos del artista¡ª, atravesando el sal¨®n ¡ªen el que tambi¨¦n est¨¢ la marca del talaverano con uno de sus cervatillos de cer¨¢mica sobre la mesa¡ª, saliendo a una terraza y, por fin, llegando a la luminosa habitaci¨®n-estudio del dibujante. Un lugar que es su retrato: "Aqu¨ª tengo todo lo que puedo necesitar, ?hasta ba?o!". Una estanter¨ªa llena de discos ¡ªsobre todo de heavy¡ª separa la cama de su amplia mesa de trabajo, escrupulosamente ordenada. Tras una puerta separada de la estancia con una cortina se entrev¨¦ su armario del que se asoma una cazadora de cuero.
Los s¨ªmbolos e im¨¢genes de Saraiba entran por los ojos debido a su est¨¦tica, que, precisamente, es lo que hace que se malinterprete: "Mi obra es un caramelito dulce, es miel, pero a la vez est¨¢ llena de vinagre. Si tuviera otra forma, ser¨ªa insoportable, desgarradora", afirma. Se?ala que esa manera de expresarse no se debe a una estrategia, sino a que no sabe hacerlo de otra forma. Sus dibujos han variado poco durante la ¨²ltima d¨¦cada, como sus autorretratos constantes. Contin¨²an siendo los de "un ni?o enfadad¨ªsimo con sus padres, o con sus profesores, con el mundo...".
Saraiba es tambi¨¦n fot¨®grafo, ceramista, escritor¡ "Soy un intruso en todo", apunta. Para cada proyecto usa el lenguaje que necesita. Divide a los artistas en dos: "Los estre?idos y los diarreicos". ?l pertenece a estos ¨²ltimos, solapa proyectos ¡ª"suelto, suelto y suelto"¡ª. El 14 de febrero present¨® su primer poemario, Sin ti soy yo (Lindo & Espinosa), y el 14 de marzo, Cuentos y ejercicios para ni?as y ni?os inquietos (NubeOcho), un libro con una est¨¦tica inconfundible para cualquier ni?o de los ochenta que aprendiera a leer con las cartillas de Micho. En 2015 tambi¨¦n saldr¨¢ Relatos y paisajes, un compendio de cuentos cortos, acompa?ados de alg¨²n dibujo, publicado por Lindo & Espinosa. ¡°No hacen libros, hacen tesoros¡±.
Sobre su mesa est¨¢ la documentaci¨®n con la que prepara su futura novela: una lectura sobre la vida de su familia y la Espa?a de los setenta.
En julio se estrena La m¨¢quina del tiempo, una obra de teatro basada en sus tres novelas gr¨¢ficas. En el marco de PhotoEspa?a 2015 expondr¨¢ The Black Mark en Twin Gallery, una serie de fotograf¨ªas en la que lleva dos a?os y medio trabajando: "Son heavies y maricas. Me sirve para buscar una identidad en un lugar en el que si ya eres raro de por s¨ª, ah¨ª m¨¢s todav¨ªa".
Tuve que irme
muy lejos, a Tijuana,
casi al lado del infierno, para darme cuenta de lo que ten¨ªa en casa
El artista se sorprende de su obra cer¨¢mica: "Tuve que irme muy lejos, a Tijuana, casi al lado del infierno, para darme cuenta de lo que ten¨ªa en casa. Pensaba que jam¨¢s har¨ªa cer¨¢mica, ahora s¨¦ que nunca la abandonar¨¦. Me parece lo m¨¢s democr¨¢tico, es reproducible, est¨¢ hecha en mi pueblo. Es un ejercicio muy personal, de vuelta a mis ra¨ªces. Adem¨¢s, vivimos de ello: el centro cer¨¢mico, las tiendas que distribuyen y yo". Le gustar¨ªa que hubiera piezas de Aitor Saraiba siempre, que cuando ¨¦l ya no est¨¦ contin¨²e su sobrina con sus moldes.
La figura de su padre, legionario de profesi¨®n, influye sobremanera en la vida de Saraiba. "Ausencias que marcan m¨¢s que presencias". Sus padres se separaron cuando ¨¦l ten¨ªa nueve meses. Sus dibujos, su obra en general es curativa. "Pongo las tripas. Me exorcizo. La cabra [icono que repite] son los miedos, los monstruos. Al final me hago amigo de esos monstruos".
Vestido con una sudadera de camuflaje y con una cadena con una plaquita, cual soldado, lee los recuerdos de su infancia que escribi¨® en uno de sus ¨²ltimos viajes en tren:
"...Tener miedo a mi padre.
Cuesti¨®n de gustos
1. ?En qu¨¦ obra te quedar¨ªas a vivir? En Los detectives salvajes, de Bola?o.
2. ?A qu¨¦ autor invitar¨ªas a cenar? A Borges... (resopla y se le encienden los ojos). Me morir¨ªa...
3. ?Cu¨¢l ha sido el mejor momento de tu vida? Ahora. Tengo a tanta gente con la que estar agradecido. Antes pensaba que mis mejores momentos eran otros y a lo mejor, est¨¢n por venir. Siento que mi gran obra no ha llegado, esto son juegos, ensayos. Voy a seguir jugando, hay que estar siempre haci¨¦ndolo. Eso lo aprend¨ª de Nicanor Parra.
4. ?Que encargo jam¨¢s aceptar¨ªas? No har¨ªa nada para un partido pol¨ªtico. Nada que no me dejara ser justo y libre.
5. ?Qu¨¦ libro/disco/pel¨ªcula no pudiste terminar? Me ha decepcionado el ¨²ltimo disco de Metallica. No lo puedo escuchar. Cre¨ªa que era fan incondicional, me cuesta decir estas palabras, reconocerlo es m¨¢s importante de lo que parece.
6. ?Qu¨¦ hiciste el ¨²ltimo fin de semana? Trabajo 24 horas, no tengo fines de semana. Mi rato de ocio los domingos es para ir al Rastro a buscar juguetitos. Busco Geyperman de los setenta.
7. ?Qu¨¦ est¨¢ socialmente sobrevalorado? El desamor. Perdemos demasiado tiempo pensando en ello. Hay que dedicar el tiempo a buscar otro amor. Pero amor en may¨²scula, del que te hace no dormir.
8. ?A qui¨¦n dar¨ªas un premio? Le hubiera dado el Goya a mejor pel¨ªcula y mejor direcci¨®n a Paco Le¨®n por Carmina y am¨¦n. Usa un lenguaje y defiende lo cotidiano como no lo hace ninguna otra pel¨ªcula. Es un realismo social absoluto.
No creer en Dios.
No comer acelgas.
Vomitar cada vez que viajaba en coche.
No querer hablar con nadie.
P¨¢nico a tener que ir un d¨ªa a la mili.
No querer ir a la iglesia.
Querer tomar Coca-cola todo el tiempo¡".
Sigue siendo un ni?o, aunque a veces sienta c¨®mo su alma va envejeciendo.
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