La casa donde Burroughs mat¨®
El viejo edificio de la Ciudad de M¨¦xico en el que el escritor ¡®beat¡¯ dispar¨® a su esposa es un lugar de peregrinaci¨®n para sus lectores
Detr¨¢s de esta puerta, el escritor norteamericano Williams S. Burroughs (1914-1997) dispar¨® a su esposa un 6 de septiembre de 1951. Es el apartamento 10 de un viejo edificio de la Ciudad de M¨¦xico. Huele a humedad y encierro, y la poca luz que se cuela por las ventanas hace que los pasillos parezcan los de un convento. El inmueble se ha convertido en un lugar de peregrinaje ¡ªmacabro¡ª para los seguidores del viejo gur¨² de la contracultura. Los profesores de talleres literarios traen a sus alumnos hasta el rellano para explicarles que sin este suceso ser¨ªa imposible entender su obra ¡ªcuando ocurri¨® ten¨ªa 37 a?os y no hab¨ªa escrito gran cosa¡ª y los adolescentes que acaban de leer sus libros, extasiados por el malditismo del autor, trepan hasta el balc¨®n para colgar crespones negros.
A los due?os del apartamento el asunto no les hace ninguna gracia. En ¨¦l viven ahora tres hermanas solteras y cinco perros que ladran cada vez que escuchan ruido de pisadas. La mayor de las hermanas asoma la cabeza segundos despu¨¦s de haber tocado al timbre: ¡°Ni sab¨ªamos qui¨¦n era ese se?or. Es un fastidio. Cada poco viene gente. ?Pero qu¨¦ quieren ver? Es una casa normal y corriente. Que nos dejen en paz¡±.
¡ªA m¨ª s¨ª me va a dejar echar un vistazo, ?verdad?
¡ªPor supuesto que no.
La ¨²ltima testigo de lo que pas¨® all¨ª dentro es Mar¨ªa Cervantes, la que entonces era la portera del edifico situado en el n¨²mero 122 de la calle Monterrey. Pero tiene 90 a?os y sufre sordera. Su hermano, Cornelio, se ocupa ahora de fregar el suelo y repartir el correo. Vive en un cuartillo de 25 metros cuadrados en la entrada. ¡°Tengo entendido que el se?or (Burroughs) era muy estudioso. Ese d¨ªa le tuvo que dar la loquera. Se atrevi¨® a ponerle un vaso en la cabeza a la mujer, como si estuviera jugando, y dispar¨®. Fall¨®, claro, porque estaba muy tomado¡±, cuenta.
Cornelio, de 73 a?os, es de un pueblo del interior de M¨¦xico, a donde viaja muy seguido. All¨ª no relata la historia porque cree que a nadie le interesa ni van a saber de qui¨¦n est¨¢ hablando. Sin embargo, en la porter¨ªa recibe continuas visitas: ¡°Vienen grupos grandes de extranjeros, como si esto fuera la Bas¨ªlica. Muy interesados ellos. Sabe Dios por qu¨¦. Casi no les entiendo, hablan en ingl¨¦s. Puros g¨¹eros vienen¡±.
Jorge Garc¨ªa Robles, autor de The Stray Bullet: William S. Burroughs in Mexico, es quien m¨¢s ha perseguido el rastro de ese rev¨®lver humeante. Hay muchas teor¨ªas sobre lo ocurrido pero la m¨¢s expandida es que ese d¨ªa el escritor fue a un bar de la esquina a vender un arma a otro tipo. El comprador nunca lleg¨® y Burroughs, junto a su esposa, Joan Vollmer, subi¨® al apartamento que era propiedad de otro estadounidense, John Healy, becario del M¨¦xico City College. Envalentonado por la ginebra, el escritor pidi¨® a su mujer que se pusiera en la cabeza el vaso al que pretend¨ªa disparar, como Guillermo Tell, para demostrar a los presentes su destreza en el manejo de las armas. El pulso et¨ªlico del novelista le jug¨® una mala pasada, como era de esperar, y una bala impact¨® en la sien de Vollmer. Un reguero de sangre comenz¨® a extenderse por el suelo del apartamento.
El escritor de El almuerzo desnudo fue detenido por asesinato y trasladado a la c¨¢rcel de Lecumberri, donde a?os despu¨¦s ser¨ªa encarcelado tambi¨¦n ?lvaro Mutis. All¨ª entr¨® en juego un protagonista fundamental de la historia, el abogado mexicano Bernab¨¦ Jurado (¡°el rey de los tramposos, sagaz corruptor de jueces¡±, seg¨²n Garc¨ªa Robles). El picapleitos logr¨® que lo liberaran tras solo 13 d¨ªas en prisi¨®n, al ¡°demostrarse¡± que hab¨ªa sido un accidente. Esa es la versi¨®n que Burroughs ofreci¨® entre rejas a La Prensa, un peri¨®dico sensacionalista que pensaba que entrevistaba a un chiflado cualquiera: ¡°Mi esposa hab¨ªa tomado algunas copas. Yo saqu¨¦ la pistola para mostrarla a mis amigos. La pistola se resbal¨® y cay¨®, golpe¨¢ndose con una mesa y se descarg¨®. Todo fue puramente accidental¡±.
El escritor BEF tambi¨¦n fantasea con la idea de entrar en el apartamento, tomarse un caf¨¦ con las inquilinas y sacar unas fotograf¨ªas . Pero es imposible
Hay quien cree que fue un vil asesinato encubierto con un halo de romanticismo, pero son los menos. El escritor y dibujante Bernardo Fern¨¢ndez, BEF, es el autor de la novela gr¨¢fica Uncle Bill, basada en las correr¨ªas de Burroughs en el DF. Un lunes, al salir de la consulta del psicoanalista, se asom¨® al portal del edificio pero la oscuridad no le invit¨® a darse un garbeo. BEF tambi¨¦n fantasea con la idea de entrar en el apartamento, tomarse un caf¨¦ con las inquilinas y sacar unas fotograf¨ªas. No se atreve porque sabe que la respuesta de las hermanas y los cinco perros es siempre la misma: ¡°L¨¢rguense de aqu¨ª¡±. El misterio de Burroughs se esconde tras esa puerta.
Babelia
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