Informaci¨®n y egolatr¨ªa

Si hab¨ªa alguna duda sobre la frontera que separa la informaci¨®n del egocentrismo solo hay que ver el Viajando con chester de Pepa Bueno y compararlo con el originario de Risto Mejide. Cosa distinta es valorar las audiencias en las que, al parecer, el divismo se premia sobre la profesionalidad. Pero eso ya lo vislumbr¨® Rafael G¨®mez, El Gallo, cuando dijo aquello de "hay gente pa' t¨®".

Y las diferencias se ven desde antes de comenzar las entrevistas. Un pr¨®logo sit¨²a a los personajes. Se explican breve y correctamente sus caracter¨ªsticas esenciales y se extractan algunas de sus respuestas m¨¢s sugestivas: se abre boca y siempre en funci¨®n del entrevistado que, con Pepa Bueno, es el aut¨¦ntico y ¨²nico protagonista.

Fernando Tejero, uno de los actores m¨¢s relevantes, demostr¨® por su parte que la sinceridad es mucho m¨¢s atractiva que el tradicional clich¨¦ de lo pol¨ªticamente correcto. Habl¨® de su homosexualidad, de su depresi¨®n profunda por un desamor y por la muerte de su perro, una tristeza que s¨®lo comprenden quienes amaron intensamente a humanos y a animales, de su complicada infancia, de sus fatigosos comienzos, de la fama y del hartazgo de un Gobierno que aplica el 21% al IVA cultural, de la corrupci¨®n, de un ministro Montoro que afirma que los actores no pagan impuestos ("Yo hago dos pel¨ªculas: una para mi y otra para Hacienda. Pago el 51% de mi salario") y que concluye con un di¨¢fano: "Que se piren ya".

El segundo invitado fue el malague?o Pablo Pineda, el primer europeo con s¨ªndrome de Down que tiene una carrera universitaria, adem¨¢s de la Concha de Plata de San Sebasti¨¢n al mejor actor por su participaci¨®n en la pel¨ªcula Yo, tambi¨¦n. Lo primero que deja claro es que le molesta mucho intuir que en el trato con ¨¦l la compasi¨®n se imponga a cualquier otro sentimiento. Ning¨²n problema: Pepa Bueno le tratar¨¢ como un invitado mas, es decir, con respeto y, b¨¢sicamente, a favor, muy lejos del estilo de Rejide en el que la egolatr¨ªa es la reina de la casa.

Pineda confiesa abiertamente que tuvo una infancia muy feliz porque, adem¨¢s, le encantaba ir al colegio. Cuando el psic¨®logo le explic¨® que ten¨ªa el s¨ªndrome de Down, su actitud fue genial: "Yo lo que quer¨ªa saber era si era tonto, o no, y si pod¨ªa seguir estudiando". Al saber que ni era tonto y pod¨ªa seguir estudiando, no se volvi¨® a preocupar del tema. Sabidur¨ªa vital. Tambi¨¦n reconoci¨® lo feliz que le hizo el rodaje de Yo, tambi¨¦n, lo bien que se lo pas¨® y que el beso cinematogr¨¢fico con Lola Due?as, fue el primer beso que di¨® en su vida. Bueno insiste en las cuestiones amorosas que el entrevistado no duda en calificar de "complicadas" para concluir "Es que en aquella ¨¦poca ¨¦ramos m¨¢s pazguatos".

En resumen: un estupendo programa en el que se utiliza estupendamente el material videogr¨¢fico y fotogr¨¢fico de archivo, una buenas aportaciones musicales y una presentadora que lo que pretende es comprender al entrevistado para que le comprendamos mejor los demas.