Un hombre y su sue?o
Vivir el cine como una batalla. Con la pasi¨®n y el compromiso del que est¨¢ librando algo m¨¢s importante que la composici¨®n de una obra de arte. Algo que quiz¨¢ se parezca mucho a la emoci¨®n. As¨ª es Francis Ford Coppola (Detroit, 1939), galardonado hoy con el premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes.
Cuando se estren¨® Apocalypse now en el Festival de Cannes de 1979, en la rueda de prensa de presentaci¨®n, Coppola dijo: "Esto no es una pel¨ªcula sobre la guerra de Vietnam. Esto es Vietnam". Una declaraci¨®n de intenciones que podr¨ªa valer para definir su cine, su carrera. Forjado en la escuela de directores de Roger Corman, donde bien se pod¨ªa empezar con una pel¨ªcula de terror, y donde siempre hab¨ªa que economizar en dinero pero nunca en ilusiones, Coppola debut¨® en el largometraje en 1963 con Dementia 13. A partir de ah¨ª, primero como realizador de productos muy anclados en la cultura generacional y popular, como Ya eres un gran chico (1966), y luego como escritor para grandes productoras (gan¨® el Oscar al mejor gui¨®n original por Patton, en 1971), Coppola forj¨® una sensacional carrera donde , adem¨¢s de Apocalypse now, hay un hito may¨²sculo: la saga de El padrino. Una cumbre que incluso pudo quedar en el vac¨ªo si hubieran llegado a despedirlo de Paramount cuando estaba en plena realizaci¨®n de la primera parte, cuando los ejecutivos a¨²n no las ten¨ªa todas consigo respecto de aquel barbudo. Sin embargo, hubo paciencia y el artista fue legando una obra monumental, puede que lo m¨¢s parecido a Shakespeare que se haya creado en un arte del siglo XX, alrededor de buena parte de los grandes temas del ser humano: la familia, la violencia, el poder, la sangre, el destino, el orgullo, el arraigo.
Con una filmograf¨ªa sudada a fuerza de tripas y coraz¨®n, y el sue?o fallido de cambiar desde abajo, desde el sistema de producci¨®n, el arte del cine con su empresa, American Zoetrope, Coppola ha logrado componer un magma de historias absolutamente personal, donde se acumulan pel¨ªculas sensacionales en todos los aspectos, Llueve sobre mi coraz¨®n (1969), La conversaci¨®n (1974), Corazonada (1981), Dr¨¢cula de Bram Stoker (1992); productos de encargo realizados con el saber del genio, y pocas, muy pocas obras para el olvido.
En esta ¨²ltima ¨¦poca intent¨®, sin suerte, volver a sus or¨ªgenes, a los productos m¨¢s personales y arriesgados, a obras peque?as que, a pesar de su relumbr¨®n, no tuvieron la repercusi¨®n que hubiese deseado: El hombre sin edad (2007), Tetro (2009), Twixt (2011). Historias vividas, de nuevo, con la pasi¨®n que conten¨ªa otra de sus mejores obras, con tintes autobiogr¨¢ficos: Tucker, un hombre y su sue?o, de 1988, la historia de un hombre que antepon¨ªa sus emociones internas al c¨¢lculo y a la calma. As¨ª es el arte, as¨ª es el cine, as¨ª es Coppola.
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