Nuria Barrios: ¡°Empezamos a perder desde el momento en que nacemos¡±

?Cu¨¢l es la distancia que separa el dolor de la felicidad? Ocho cent¨ªmetros. ¡°Apenas nada. La longitud de un cigarrillo, de una barra de labios, del dedo coraz¨®n¡±, escribe Nuria Barrios (Madrid, 1962) en el primer cuento de su nuevo libro, Ocho cent¨ªmetros (P¨¢ginas de Espuma), un conjunto de 11 relatos que giran en torno al dolor presente en la vida de cualquier ser humano.

Barrios comenz¨® su carrera literaria hace casi dos d¨¦cadas, despu¨¦s de haber estudiado Filosof¨ªa y un m¨¢ster de Periodismo. Si no se dedic¨® a informar, dice, fue porque le frustraba no poder darle seguimiento a las historias. As¨ª que mejor se puso a escribir novelas, cuentos, ensayos y poemas. Tambi¨¦n a traducir. Desde hace un lustro se ocupa de la obra de John Banville, Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras. ¡°Hasta ahora yo traduc¨ªa a Benjamin Black, su heter¨®nimo de novela negra, pero ya tambi¨¦n me he hecho cargo de Banville. Ahora mismo estoy traduciendo su siguiente novela que aparecer¨¢¡­ no s¨¦ si en oto?o o a principios de 2016. Es un autor que se me ha convertido en un compa?ero de vida. Un compa?ero, adem¨¢s, que escribe much¨ªsimo. Pero es una compa?¨ªa muy agradable y me gusta meterme en su mundo. No traduzco a otros autores. S¨®lo a ¨¦l. Porque traducir es un trabajo muy intenso que requiere de mucha dedicaci¨®n y no me permitir¨ªa escribir a m¨ª.¡±

Hacer un buen cuento, explica la tambi¨¦n autora de El zoo sentimental (Alfaguara), requiere ¡°la capacidad de tomar distancia para poder manejar los hilos de lo que cuentas. Y prestar mucha atenci¨®n a los personajes y a los di¨¢logos, para que den fuerza y sentido a lo que cuentas. A los lugares tambi¨¦n, para que se integren a los relatos como un personaje m¨¢s.¡±

El d¨ªa que ella tuvo conciencia de lo que significa la p¨¦rdida, debido a la muerte de una persona cercana, se sent¨® a escribir la historia de una chica ingresada en la Unidad de Trasplante de M¨¦dula ?sea de un hospital. ¡°Y cuando termin¨¦ de escribir ese relato ya se hab¨ªa cristalizado lo que quer¨ªa hacer: escribir sobre el dolor. Porque, luego me di cuenta, ese era un camino que yo ya hab¨ªa iniciado en mis dos libros anteriores. (Nostalgia de Odiseo y El alfabeto de los p¨¢jaros), en donde se habla tambi¨¦n del duelo, de la p¨¦rdida. Desde el momento en que nacemos, empezamos a perder. En ese recorrido hay muchos momentos de felicidad, es verdad, pero la otra cara est¨¢ siempre ah¨ª. De nosotros depende darle m¨¢s o menos importancia. En cualquier caso, no creo que este libro sea un libro pesimista. Creo que hay un equilibrio entre el dolor y el amor. En la solidaridad que se crea entre los personajes para salir adelante.¡±

Las 11 historias incluidas en Ocho cent¨ªmetros son realistas y cotidianas y lo mismo ocurren en un hospital que en un aeropuerto. ¡°Me interesaba mucho que todo sucediera muy cerca de m¨ª y del lector. As¨ª que s¨ª, hubo una parte de investigaci¨®n para situar a cada una de las historias y lo que les ocurre a todos los personajes¡±, puntualiza Barrios, cuya obra ha sido traducida al italiano, al portugu¨¦s y hasta al esperanto. ¡°Tengo un amigo que es poeta y esperantista y es muy activo dentro de todo el mundo del esperanto. Y ¨¦l me tradujo y me pareci¨® muy interesante. Y peculiar. Porque es un mundo ling¨¹¨ªstico muy vivo al que se presta muy poca atenci¨®n, porque es minoritario. Pero es una minor¨ªa muy apasionada y muy fiel.¡±

En el ¨²ltimo cuento de su nuevo libro, Nuria Barrios nos introduce a una sesi¨®n de lectura en un psiqui¨¢trico. Los pacientes conversan guiados por la ficci¨®n y, al terminar, uno de ellos resume lo que varios lectores de los relatos de Ocho cent¨ªmetros pueden hacer cuando lleguen al punto final del libro: llorar y quedarse muy a gusto. ¡°Porque as¨ª es como, normalmente, uno se queda despu¨¦s de llorar, ?no? Las l¨¢grimas se agotan y te hacen dormir.¡±