De Twitter y otras Redes
Los peri¨®dicos estar¨¢n un d¨ªa personalizados, el usuario tendr¨¢ una selecci¨®n individualizada
Los intelectuales del futuro, si no lo han hecho ya, determinar¨¢n que a fin del siglo XX comenz¨® una nueva era en la historia de la Humanidad. La era de Internet. El a?o de 1995 es tan bueno como el mejor para datar el comienzo de esa Edad Post-Contempor¨¢nea, porque por entonces empez¨® a comercializarse el PC, ordenador o computadora, que hoy en muchos casos ha sido sustituido por el m¨®vil o celular. La explosi¨®n de lo que llamamos redes sociales no pod¨ªa dejar de afectar muy principalmente al mundo del periodismo, y entre esas formas de comunicaci¨®n instant¨¢nea, persona a persona, destaquemos Twitter, aunque solo sea porque un servidor lo trabaja bastante.
Twitter es, se?aladamente, un proyecto de peri¨®dico personalizado. Uno de los grandes expertos que conozco en la exploraci¨®n del futuro del periodismo, el franc¨¦s Jean-Fran?ois Fogel, sostiene que los peri¨®dicos (no solo digitales) estar¨¢n un d¨ªa personalizados, que cada usuario podr¨¢ disponer de una publicaci¨®n muy ajustada a sus deseos, una selecci¨®n individualizada de lo que ofrezca el mercado. Y Twitter recorre al menos el comienzo del camino en esa direcci¨®n. El usuario se encuentra con un florilegio de lo que publican en tiempo real y continuo los principales peri¨®dicos del mundo entero, una preselecci¨®n de lo que tienen en cartera, con el a?adido de que uno puede remontarse todo lo que quiera en el tiempo y reba?ar restos a los que no haya podido atender en su momento. Cierto, que eso se puede hacer visitando directamente los peri¨®dicos que le interesen, pero la operaci¨®n llevar¨ªa bastante m¨¢s tiempo, porque la navegaci¨®n en Internet ser¨ªa considerablemente m¨¢s laboriosa. Twitter es, en cambio, un pr¨ºt ¨¤ porter mucho m¨¢s estilizado, a condici¨®n de que uno sea razonablemente flexible en sus preferencias.
El usuario podr¨ªa hacer una especie de selecci¨®n mundial por ¨¢reas o temas optando por las necesarias matrices informadoras. En Am¨¦rica Latina, buscar¨ªa tanto la prensa boliviana como la chilena para tener las dos versiones sobre el conflicto de la mediterraneidad o salida al mar, reivindicaci¨®n ancestral de La Paz; y, en general, sobre cada pa¨ªs se informar¨ªa con la prensa nacional, porque una caracter¨ªstica tan negativa como peculiar de los medios en espa?ol del continente iberoamericano es la de que se ocupan relativamente poco del vecino, para preferir la actualidad europea, palestina, asi¨¢tica o, en este caso con plena justificaci¨®n, norteamericana. Y en defecto de todo lo anterior har¨ªan el av¨ªo algunos diarios espa?oles, que son los ¨²nicos en Europa que cubren decentemente Am¨¦rica Latina: EL PA?S, La Vanguardia, ABC y El Mundo, notablemente. Entre la prensa consultable sobre el acontecer mundial, aparte de su actualidad local, yo seleccionar¨ªa Le Monde en franc¨¦s, The Guardian, Financial Times, The New York Times, The Wall Street Journal, y The Washington Post, en lengua inglesa. Podr¨¢ dec¨ªrseme que, en todo o en parte, algunos de los t¨ªtulos citados dan acceso a sus contenidos solo previo pago, a lo que me temo que habr¨¢ que irse acostumbrando, mientras celebremos que haya quienes sean capaces de mantenerse abiertos a todos los lectores.
Twitter es un ba?o de masas, una exposici¨®n de nuestras preferencias y conocimientos, una gimnasia profesional impagable
Pero Twitter es m¨¢s cosas. Si hay una escuela instant¨¢nea de periodismo on-line es el twitter. La capacidad de expresar una idea y solo una que ya es m¨¢s que suficiente, en 140 caracteres, se ilustra en esta red social. No se trata de hacer el titular de la noticia, sino de expresar aquello que hay que saber sobre la misma, el reportaje o el art¨ªculo. No tenemos que mostrar especial ingenio ling¨¹¨ªstico, como procuramos v¨ªa reportaje, sino dar una informaci¨®n coherente, r¨¢pida, directa y eminentemente informativa; algo m¨¢s que un t¨ªtulo y menos que un lead o entradilla; posiblemente el lead del lead. Su inconveniente, y no menor, consiste en que en especial los apresurados recurren a toda clase de subterfugios para dar la m¨¢xima expresividad al espacio de que disponen y fonetizan la lengua para que quepa m¨¢s. No soy quien para discutir el derecho de nadie a hacerlo, pero su efecto sobre el p¨²blico tiende a legitimar una mostrenquizaci¨®n del castellano. Yo me abstengo, y si me cabe menos texto, mejor a¨²n, porque es un ejercicio en el que se aprende mucho.
Y, por ¨²ltimo, hay que decir una palabra sobre si la existencia de Twitter es positiva o negativa para la perdurabilidad del periodismo, tanto impreso como digital. El solo hecho de que los peri¨®dicos cuelguen en Twitter lo que consideren m¨¢s propio de sus ediciones es positivo como efecto de marketing porque da a conocer la cosecha diaria de la casa, pero, igualmente, la posibilidad de fabricarse un peri¨®dico personal es un factor disuasorio no solo de la compra en el kiosco, sino de la visita a las versiones digitales. Esa es, en definitiva, una pugna entre las redes sociales, no solo Twitter, y los peri¨®dicos, de la que ¨²nicamente podremos hacer balance dentro de unos a?os. Pero, entre tanto, Twitter es un ba?o de masas, una exposici¨®n de nuestras preferencias y conocimientos, una gimnasia profesional impagable, de la que dif¨ªcilmente seremos capaces de prescindir.
Babelia
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