Michael Fassbender y el estr¨¦s postraum¨¢tico de Macbeth

?Por qu¨¦ Hamlet es un enfermo de ambici¨®n? ?Por qu¨¦ mata como si no hubiera un ma?ana? Shakespeare, como en todas sus obras, deja abierta las puertas a la duda (bueno, eso es terreno de Hamlet), al disfrute de la venganza (de acuerdo, m¨¢s Hamlet), de la violencia, de las alianzas por la supervivencia y, al final, la decisi¨®n del espectador. Cada uno puede pensar lo que quiera de los sentimientos y motivaciones de sus personajes. Y en ese camino, Michael Fassbender ¨Cque en repetidas ocasiones ha declarado que todo actor debe hacer al menos un shakespeare en su vida- ha encontrado su propio razonamiento.

El actor germanoirland¨¦s protagoniza la nueva aproximaci¨®n a Macbeth, que entre otros ya hicieron Welles, Kurosawa y Polanski, junto a Marion Cotillard, que rebaja el nivel de maldad de su lady Macbeth, ya que ahora tambi¨¦n entra en el terreno de la v¨ªctima. Dirige este Macbeth el australiano Justin Kurzel, realizador de la impactante The snowtown murders (2011). Y Fassbender ha encontrado en esta colaboraci¨®n el diagn¨®stico a los problemas del noble escoc¨¦s: ¡°Es el general que vigila la frontera y mantiene el reino. Es alguien roto, que ha perdido a su hijo, que sufre estr¨¦s postraum¨¢tico. Es un soldado que encadena batallas mes tras mes, d¨ªa tras d¨ªa, que mata con sus propias manos, que empuja una espada a trav¨¦s de m¨²sculos y huesos¡±. De ah¨ª tambi¨¦n sus alucinaciones con las brujas. ¡°He conocido a soldados que volv¨ªan a casa desde Irak o Afganist¨¢n que sufr¨ªan parecidas pesadilla. Macbeth es la historia de un hombre que pierde un hijo, una relaci¨®n de pareja y finalmente su salud mental¡±.

Kurzel traslada esta tragedia al paisaje de las Highlands escocesas, el aut¨¦ntico escenario de esta obra de teatro, donde se escucha una de las frases m¨¢s populares de Shakespeare: ¡°La vida es una historia contada por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no tiene ning¨²n sentido¡±. El director aseguraba esta ma?ana, en el encuentro con la prensa, la importancia de Escocia: ¡°El paisaje refuerza la tragedia, como en el western. Para m¨ª el desaf¨ªo era conseguir trasladar ese baile entre el tr¨¢gico amor y el texto hermoso a la gran pantalla¡±. El reto ha sido resuelto de forma no excesivamente satisfactoria.

Fassbender y Cotillard nunca hab¨ªan interpretado antes la obra, as¨ª que encararla era tan emocionante como aterrador: ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil fue el lenguaje, encontrar el ritmo para recitar adecuadamente el texto de Shakespeare. Hay tantas formas de hacerlo que uno se deprime al final del d¨ªa¡±, dec¨ªa ¨¦l, y a su lado la francesa asegur¨® que ¡°nunca hab¨ªa sentido tanta presi¨®n¡±.

De tanto p¨¢nico esc¨¦nico, Fassbender s¨ª tiene un buen recuerdo del rodaje en Escocia, donde las batallas han sido rodadas de forma m¨¢s cercana a la imaginer¨ªa de 300 que a la tradici¨®n teatral: ¡°Whisky y m¨¢s whisky¡±, confes¨® antes de que Cotillard contara: ¡°Yo soy abstemia¡±. Y s¨ª, hay muertos, ascensos al trono gracias al asesinato, quema de madres e hijos de rebeldes, un crudo invierno¡­ Pero al final, dice Kurzel, ¡°es la historia de c¨®mo reemplazamos nuestras p¨¦rdidas emocionales¡±. Por cierto, el realizador y los dos actores repetir¨¢n en la adaptaci¨®n del videojuego Assasin¡¯s Creed. M¨¢s sangre y violencia.