¡®Alicia¡¯ universal
Traducida a 50 idiomas, la obra de Lewis Carroll ha influido a escritores de todo el mundo
Se ha dicho que el verdadero protagonista de los libros de Alicia no es la ni?a aventurera y razonable, sino la palabra. Si es as¨ª, los traductores que han colaborado con Lewis Carroll en las m¨¢s de cincuenta lenguas (incluido el lat¨ªn y el esperanto) en las que sus libros han sido publicados, son responsables en buena parte de su inmortalidad literaria.
El discurso que hace Humpty Dumpty a Alicia, explic¨¢ndole que "cuando yo uso una palabra, quiere decir lo que quiero yo que diga, ni m¨¢s ni menos", la respuesta de Alicia, "La cuesti¨®n es si uno puede hacer que las palabras quieran decir tantas cosas diferentes," y la conclusi¨®n de Humpty Dumpty, "La cuesti¨®n es qui¨¦n es el que manda, eso es todo", resumen la paradoja de todo lenguaje y declaran la libertad y los l¨ªmites de la traducci¨®n literaria.
Alicia es sin lugar a dudas una ni?a inglesa de clase alta, educada seg¨²n las normas victorianas, pero tambi¨¦n es una ni?a espa?ola, china, rusa, francesa, alemana, etc. de nuestro tiempo, cuyo campo de juego son las palabras, y no es sorprendente que sus libros sean una obra esencial para tantos escritores. En su lengua original, Alicia inspir¨® a artesanos verbales como James Joyce, quien incluy¨® en su Finnegans Wake, entre otras referencias a Alicia, una larga palabra compuesta que denota la ca¨ªda del Humpty Dumpty. Virginia Woolf sinti¨® que en los libros de Alicia estaba ese momento inasible que todo escritor busca, en el cual el texto vacila h¨¢bilmente entre el sue?o y la vigilia. Para Borges (quien ley¨® los libros en ingl¨¦s) Alicia comparte el mundo fant¨¢stico del so?ador de las ruinas circulares y tambi¨¦n (secretamente) de su Inmortal.
Andr¨¦ Breton reconoci¨® en Alicia el humor negro de los surrealistas y trat¨® de imitarlo. Para Vladimir Nabokov, Alicia forma parte del mundo estrictamente l¨®gico del juego de ajedrez en su ficci¨®n (Nabokov tradujo Alicia al ruso en 1923) y tambi¨¦n el de la sensualidad prohibida de su Lolita. En 1928, Shen Congwen, uno de los mayores novelistas chinos del siglo veinte, imagin¨® c¨®mo ser¨ªa una Alicia oriental y public¨® Las aventuras de Alicia en la China. Renzo Rossotti, el novelista de Torino, la imagin¨® en el futuro, en Alicia en el a?o 2000. Salman Rushdie confes¨® que su mundo de ficci¨®n hab¨ªa sido fundado en su infancia por Alicia. Los japoneses Ai Ninomiya e Ikumi Katagiri la transformaron en personaje de manga en ?Eres t¨² Alicia?. Italo Calvino habl¨® de la imaginaci¨®n como existiendo, simult¨¢neamente, de los dos lados del espejo de Alicia, que son tambi¨¦n los dos lados de la palabra, como nos explican ella y Humpty Dumpty. En esa realidad vivimos.
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