D¨ªa 3 | Apurar el Primavera
El suelo del F¨°rum tiembla durante el concierto de The Strokes. Empieza la cuenta atr¨¢s para el final
S¨¢bado 30 de mayo | 18.27
Dicen de Howe Gelb que puede transitar cualquier camino en solitario pero que siempre vuelve a Giant Sand. Esa banda que hizo, de alguna manera, borr¨®n y cuenta nueva en el rock americano.En 2011 celebraron bodas de plata y ahora se duplican nominalmente: son Giant Giant Sand. Anoche, tras el concierto de unas intensas riot (a las que el americano se acerc¨® a ver), el grupo Sleater-Kinney, Gelb esperaba en el backstage del escenario Heineken. Incluso de lejos, no puede evitar traspirar ese magnetismo que poseen aquellos que han hecho con su vida, literalmente, lo que les ha dado la gana. P¨ªcaro pecador, su mirada envuelve. Un par de cervezas y algunas fotograf¨ªas despu¨¦s, provoc¨® m¨¢s de una carcajada con una improvisada grabaci¨®n de la que hay constancia m¨¢s arriba.
Giant Giant Sand viajaban hoy a Nimes para seguir tocando. Ellos han abandonado el ¨²ltimo d¨ªa del Primavera, (al menos en el recinto del F¨°rum, porque ma?ana esta edici¨®n del Festival se despedir¨¢ en varias salas de la ciudad), pero seguidores de The Strokes o Interpol se unen esta tarde a la masa que cubre cada cent¨ªmetro del suelo, encementado, arenoso y siempre cubierto por un mar de pl¨¢sticos que otrora estuvieron llenos. Ahora, en 15 minutos, tocan en el escenario Ray-Ban los indies locales, con solera, adorados, Nueva Vulcano. Hay que ver c¨®mo el p¨²blico del Primavera se porta con ellos.
20.05
Un par de docenas de brazos sobresal¨ªan, pegados a la valla que separa el escenario de la pista, entre una multitud que coreaba bajo el sol. Como los juncos cuando se contonean con la fuerza del viento. Nueva Vulcano canta en casa. Y sus fieles los han acompa?ado en este ya doblete primaveral. "Hace cinco a?os que tocamos aqu¨ª por primera vez. Es una experiencia...". Y Artur, vocalista e intrincado letrista del grupo, no encuentra la palabra. A¨²n el sudor les pinta las mejillas. Zumo, cerveza y whisky, cada uno elige su tentempi¨¦ para despu¨¦s, y mientras, cuentan c¨®mo ha sido la experiencia.
21.37
Foxygen est¨¢ sobre el escenario Primavera y delante est¨¢n los que pueden seguir saltando, los que a¨²n no han agotado las fuerzas.
Detr¨¢s, los que hacen un descanso y los que ya no pueden m¨¢s.
Algunos han extendido mantas y pa?uelos y piensan esperar ah¨ª hasta las 22.20, cuando Interpol suene en lo que ahora queda a sus espaldas, el escenario Heineken; otros seguir¨¢n mirando de frente hasta las 23.45, cuando lleguen The Strokes. Ojeras, ojos enrojecidos, alg¨²n baile de mand¨ªbula (en bostezo y derivados).
Y ella, euf¨®rica, intoxicada (en este caso de felicidad). No sabe c¨®mo, pero en sus manos est¨¢ la baqueta de Mac DeMarco, que ha tocado en el escenario Primavera a las 20.00. Apenas puede articular palabra.
00.01
Ahora s¨ª. Viene el acabado final. Interpol ha llenado el Heineken. Esa masa, tras el final, se ha dado la vuelta hacia el escenario Primavera. Han llegado unos cuantos cientos de pulseras m¨¢s; ahora, esa inmensa explanada es un mar de cabezas impenetrable (excepto para los vendedores de cerveza con mochila). Ha empezado The Strokes.
Es dif¨ªcil decidir si se escucha m¨¢s al p¨²blico o a la banda. Como un peque?o terremoto, el suelo vibra. Sobre la superficie que forman las cabezas se levantan globos, m¨®viles encendidos con un letrero luminoso en la pantalla, paraguas; son se?ales para recuperar a los que se han quedado pidiendo, los que han ido al ba?o o los que, despistados inoportunamente, se han separado y perdido. A partir de ahora, es el todo o nada.
03.56
He aqu¨ª el todo.
Y la nada.
Ma?ana, la despedida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.