¡°Me gustar¨ªa bailar con Rita Barber¨¢ porque la danza humaniza¡±
El bailar¨ªn y core¨®grafo Chevi Muraday crea y act¨²a para demostrar que la danza interesa
6.45 de la ma?ana. Chevi Muraday comienza el d¨ªa. A este bailar¨ªn y core¨®grafo madrile?o de 45 a?os le gusta desayunar en casa antes de ponerse en marcha. A las 9.30 ya est¨¢ en la furgoneta camino a Alcal¨¢ de Henares. No va solo. Losdedae, cual troupe, hace a diario el recorrido Madrid ¨C Alcal¨¢ de Henares de donde son compa?¨ªa residente.
Muraday se considera un trabajador, "no de los de ocho horas". Llega sobre las 10 a la sede de la compa?¨ªa, pero no sabe cuando sale. Una nave en un pol¨ªgono industrial a las afueras de Alcal¨¢, frente al cementerio de la ciudad. Una descripci¨®n que puede sonar inh¨®spita y que, sin embargo, Losdedae consideran un lujo. "As¨ª deber¨ªan ser las residencias", explica Muraday mientras recorre el espacio que est¨¢ "como si hubiera estallado una bombona de butano". Se refiere a que esta visita se realiz¨® en las fren¨¦ticas semanas previas al preestreno de C¨ªnico, su ¨²ltima producci¨®n.
Es un lugar que les da posibilidades para hacer lo que quieran. All¨ª crean las escenograf¨ªas. Tienen un despacho, una sala de descanso, una peque?a cocina, un amplio espacio de ensayos y otro que ceden a compa?¨ªas visitantes a las que tambi¨¦n dejan dos habitaciones con capacidad para 10 personas. Muraday controla todo lo ocurre, es la cabeza de esta compa?¨ªa que en 2017 cumplir¨¢ 20 a?os. Quiere dejar muy clara la diferencia entre una residencia y una cesi¨®n de espacio. Lo primero tiene que dar infinidad de posibilidades a los creadores, no ser solo una sala de ensayo. No entiende c¨®mo puede haber en Madrid tantos espacios sin utilizar. "Es una ciudad amputada". Se le llenan los ojos de l¨¢grimas al mencionar el teatro Alb¨¦niz (tapiado desde 2009): "No puedo pasar por delante. Bail¨¦ a?os all¨ª, estaba entrando por la puerta cuando me llamaron para decirme que era Premio Nacional". Por eso cre¨® el programa LSD in Movement, para dar oportunidades. Los espacios tienen que estar vivos. Losdedae lo tienen y lo ceden a unas ocho o diez compa?¨ªas al a?o. Esto les da mucho trabajo, a ¨¦l y a Amanda R. Garc¨ªa la encargada de producci¨®n de la compa?¨ªa, pero el core¨®grafo no lo entiende de otra forma. "?Qu¨¦ va a pasar con los bailarines que est¨¢n saliendo ahora del conservatorio?", se pregunta. Muraday recuerda lo dif¨ªcil que era dedicarse a la danza cuando empez¨®, pero no cree que ahora sea m¨¢s f¨¢cil. Siempre tuvo inquietudes art¨ªsticas y comenz¨® a recibir clases de danza a escondidas de su familia. "Muy Billy Elliot. Es generacional".
No considera trabajo ni su faceta de bailar¨ªn, ni de core¨®grafo, ni de docente, la de gestor es un mal necesario. La danza es por lo que Muraday respira y lo que deber¨ªa mover el mundo, sostiene entusiasmado. "Todo ser¨ªa diferente si mucha gente fuera capaz de tocar al otro de una forma verdadera. Me gustar¨ªa invitar a bailar a m¨¢s de un pol¨ªtico. No tengo nada que decirles, solo mirarles. Ser¨ªa una gran experiencia bailar con Rita Barber¨¢, me encantar¨ªa... la danza humaniza. Por eso me gustar¨ªa bailar con ella y con otros tantos". El core¨®grafo defiende el poder del artista: "Nosotros somos los que arriesgamos, los que nos ponemos frente al p¨²blico". Considera a los dirigentes herramientas cuya funci¨®n deber¨ªa ser hacer las cosas sencillas, facilitar la comunicaci¨®n.
Muraday act¨²a, prefiere seguir en movimiento, esa es su manera de demostrar que la danza tiene un lugar. Ahora mismo Losdedae tiene en circulaci¨®n Cenizas, Return y En el desierto, adem¨¢s de C¨ªnico que ya se ha visto en el teatro Cervantes de Alcal¨¢ de Henares y cuyo estreno definitivo ser¨¢ en noviembre en el festival Madrid en danza. Tambi¨¦n est¨¢ pendiente de que le aprueben el proyecto ideado para la celebraci¨®n del V Centenario de la muerte de Santa Teresa, con Marta Etura, con quien ya baila en Return. "Solo nos queda la parte econ¨®mica. Tenemos hasta v¨ªdeos".
En la cabeza de este creador, mil ideas. Aunque cuando se le pregunta dice que no tiene nada m¨¢s en el tintero, al hablar no para de soltar p¨ªldoras y coreograf¨ªas pendientes, por ejemplo la que ya est¨¢ pensando para cuando cumplan 20 a?os de compa?¨ªa. No tiene una regla para crear. "Me vienen im¨¢genes, no soy nada purista. Lo que me rodea es mi inspiraci¨®n, cualquier gesto". Para explicarse regresa a la furgoneta, como idea, reconoce que les vienen muy bien esas idas y venidas a Alcal¨¢. "Estamos juntos, lanzo una idea, una imagen, un olor y hablamos". Los olores son muy importantes para ¨¦l, se comprueba en Cenizas, nominada a los Premios Max de este a?o y programada, otra vez, en junio en La casa de la portera (Madrid). Sin ning¨²n efecto especial y solo por lo que all¨ª se vive el espectador sale oliendo a carne quemada.
Cuesti¨®n de gustos
1. ?En qu¨¦ obra te quedar¨ªas a vivir? En Caf¨¦ M¨¹ller de Pina Bausch, o en cualquiera de los hermanos Chapman.
2. ?A qu¨¦ autor te gustar¨ªa conocer? Me encantar¨ªa haberme tomado unos gin-tonics con Francis Bacon. Es tan inquietante, siempre es inspiraci¨®n.
3. ?Cu¨¢l ha sido el mejor momento de tu vida? Cada instante que me paro a pensar que sigo en esto.
4. ?Qu¨¦ encargo jam¨¢s aceptar¨ªas? Cualquier cosa que se ponga en escena con falta de verdad, que no sintiese honesto.
5. ?Qu¨¦ obra no pudiste terminar? Me sal¨ª de un espect¨¢culo de Rodrigo Garc¨ªa donde los actores saltaban sobre pollitos. Me agredi¨®.
6. ?Qu¨¦ hiciste el ¨²ltimo fin de semana? Coger la bicicleta y recorrer Madrid R¨ªo.
7. ?Qu¨¦ est¨¢ socialmente sobrevalorado? La imagen, y de forma enfermiza.
8. ?A qui¨¦n le dar¨ªas un premio? A mi madre por hacerme re¨ªr. A Jos¨¦ Martret y a Alberto Puraenvidia por pioneros. A Janet Nov¨¢s porque los v¨ªdeos que cuelga en sus redes me emocionan.
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