Mayor¨ªa de edad

Est¨¢bamos en Madrid, hace unos cinco a?os, presentando Una posibilidad entre mil. Por entonces ¨¦ramos dos autores desconocidos en el mundo del c¨®mic y este libro era nuestra ¨®pera prima. Por si fuera poco, era una obra autobiogr¨¢fica de corte dram¨¢tico sobre una ni?a que nace con graves problemas de salud y de c¨®mo lo gestionan sus padres, es decir, nosotros. La cuesti¨®n es que no ten¨ªamos demasiada cola de firmas y, cuando est¨¢bamos a punto de acabar, vino hacia nosotros una chica con un beb¨¦ en brazos al que se le intu¨ªa alg¨²n tipo de problema. La chica se present¨®, nos felicit¨®, nos dio el libro para que se lo firm¨¢ramos y, antes de irse, nos dijo una cosa que me ha hecho reflexionar mucho durante estos a?os con respecto al poder del c¨®mic como veh¨ªculo social. La chica, como dec¨ªa, se acerc¨® visiblemente emocionada y nos dijo lo siguiente:

¡ªCuando mi familia, o la gente, me pregunta c¨®mo me siento, les doy vuestro libro. As¨ª no tengo que explicarles nada: ya lo saben.

Cuando uno escribe una historia se preocupa sobre todo de que aquello funcione. Intenta que las tramas est¨¦n bien hilvanadas y que el lector llegue a los puntos fuertes con el estado de ¨¢nimo concreto que t¨² piensas que debe llegar. Si luego el libro sirve para algo m¨¢s es una cosa que escapa de tu control, pero es donde reside precisamente la esencia del arte, creo yo. Esta an¨¦cdota y otras similares me han llevado a comprobar que el c¨®mic est¨¢ alcanzando su mayor¨ªa de edad. Ya no hay un solo p¨²blico restringido (y rarito) que lo consume. Ya no es un subproducto para ni?os y j¨®venes. El c¨®mic, por fin, ha salido de su cascar¨®n.

Miguel ?ngel Giner, guionista de c¨®mic e ilustrador. Coautor, con Cristina Dur¨¢n, de Cuando no sabes qu¨¦ decir (Salamandra Graphic)