Una biblioteca en Feria

Como si de la Feria de San Isidro se tratara en la Feria del Libro de Madrid hay casetas de sol y casetas de sombra. En la veraniega primavera del Retiro, los paseantes suben o bajan por uno y otro de los lados del Paseo de Coches buscando el resguardo de los puestos. El m¨¢s climatizado, el del consistorio de Madrid. "Somos la caseta del Ayuntamiento", dice Estela Gonzalo, directora de la Biblioteca Eugenio Tr¨ªas.

En estos d¨ªas, gente de todas las edades entra y sale de la que hasta 1972 fue la Casa de Fieras del Retiro y desde 2013 biblioteca de la red municipal: grupos de colegios, turistas, familias, usuarios m¨¢s o menos habituales. El que traspasa la puerta de cristal se encuentra con un gran cartel que, imitando a las pel¨ªculas del Oeste, dice: ¡°Se busca lector¡±. No especifica recompensa, pero la directora y los trabajadores de este centro tienen claro que estar all¨ª es el premio. El placer de la lectura es inmenso y cual western se pueden vivir mil aventuras. Gonzalo alude con entusiasmo a la vocaci¨®n de los bibliotecarios y a querer contagiar ese amor por el libro. La pasi¨®n, reflejada por el ilustrador Fernando Vicente en el cartel de esta 74? edici¨®n de la Feria, es la que trabajan d¨ªa a d¨ªa en la biblioteca Eugenio Tr¨ªas que en solo dos a?os desde su apertura es la que m¨¢s usuarios y pr¨¦stamo tiene de la red. Su actividad habitual es fren¨¦tica: talleres, presentaciones, encuentros con autores, clases, cuentacuentos, formaci¨®n de usuario. ¡°Los 17 d¨ªas de Feria no nos asustan¡±, asegura su directora.

Esta biblioteca situada en el Retiro, a escasos metros del Paseo de Coches, act¨²a como escaparate de las gestionadas por el Ayuntamiento, literal y metaf¨®ricamente. La planta baja en la que predomina el cristal la hace transparente. Cuando el usuario est¨¢ dentro del edificio ve el parque sin obst¨¢culos y cuando el lector est¨¢ fuera no siente que haya barreras para entrar. La Feria es el momento de mostrar toda la artiller¨ªa, todas las posibilidades que ofrecen en torno al libro y la cultura. M¨¢s all¨¢ de la sala de lectura que, como explica Gonzalo, no son m¨¢s que unas sillas y unas mesas. Un equipo de seis personas (cinco bibliotecarios y la encargada de actividades de la red) comenz¨® a trabajar en febrero para organizar lo que ellos consideran la caseta m¨¢s c¨®moda y la que m¨¢s posibilidades ofrece. Las habituales colas de lectores para que un escritor firme y dedique su libro, se traducen en una charla como la que tuvieron el 5 de junio los miembros de los clubs de lectura de las bibliotecas municipales con la escritora sueca Camilla L?ckberg.

Es el tercer a?o que participan en la Feria. ¡°En el primero fuimos demasiado valientes¡±, confiesa Gonzalo. Explica que llevaban dos semanas abiertos y se lanzaron a la Feria. ¡°A veces la ignorancia es lo mejor. Ahora somos m¨¢s, hemos mejorado, tenemos las experiencias anteriores, constantemente est¨¢n anunciando nuestras actividades por megafon¨ªa...¡±. El consistorio no reserva ninguna partida presupuestaria para la coordinaci¨®n de a las actividades durante la Feria. Las sufraga quien las organiza. ¡°Nosotros las gestionamos, seleccionamos y cedemos el espacio -que es p¨²blico-¡±, aclara Hortensia Bardeas, miembro del equipo organizador.

La Feria es el momento de mostrar toda la artiller¨ªa, todas
las posibilidades
el libro ofrece

La funci¨®n de las biblioteca es la de interrelaci¨®n de las distintas factor¨ªas en torno al libro -editoriales, librer¨ªas y autores-: para que existan unas han de existir las otras, se retroalimentan. Este espacio se vuelca: el sal¨®n de actos y la sala polivalente tiene un aforo de 90 y 70 personas respectivamente. Pero si es necesario se habilitan los pasillos como en la pasada edici¨®n que se jugaron 20 partidas de ajedrez simult¨¢neas, o en esta que se reserv¨® un espacio para que usuarios de la biblioteca de Vaguada grabaran un programa de radio. En 2014, solo en las actividades organizadas en torno a la Feria participaron 1.251 ni?os y 1.648 adultos.

El tipo de p¨²blico que les visita estas semanas se parece al de los s¨¢bados y domingos. No es el de diario. Pero Gonzalo intenta captar a todo el que pase, aunque sea para curiosear. En la entrada hay una estanter¨ªa con las ¨²ltimas adquisiciones. A los adolescentes -que son unos usuarios poco frecuentes m¨¢s all¨¢ de las ¨¦pocas de ex¨¢menes- la directora les pone ¡°cebos¡±. Por ejemplo, el ¨²ltimo libro de Blue Jeans ¡°para que piquen y vuelvan¡±. El s¨¢bado 6 de junio una parte de la Blogger Lit se celebr¨® en este espacio. Un encuentro de blogueros apasionados por la literatura juvenil que pasaron el d¨ªa en el Retiro y que durante una parte de la tarde ¡°tomaron¡± la biblioteca. Una reuni¨®n que se celebra por sexto a?o consecutivo como una fiesta en torno al libro: buscan firmas de sus autores favoritos, realizan encuentros y actividades, intercambian opiniones, se ¡°desvirtualizan¡± ya que muchos de ellos solo tienen contacto por las redes sociales.

La biblioteca, la Feria y el libro como punto de encuentro de las bibliotecas, de los usuarios, de los lectores, de las editoriales, de las librer¨ªas, de los autores...