Masculinidad en conserva
La lucha por salir de un cuerpo que no se siente como propio, la meta de ser quien uno quiere ser, de eso habla 'Envasadas', teatro a medio tiempo en Lavapi¨¦s
Un bote de cristal transparente preside una mesa cercada por dos sillas. Es la sala de visitas de una c¨¢rcel. Podr¨ªa ser un pepinillo en vinagre. O una salchicha macerada en vino blanco. Pero es un pene. C¨®mo ha llegado hasta ah¨ª es algo que desmenuza, con excelente manejo del tiempo, Envasadas, una obra de teatro a medio tiempo en El Umbral de Primavera, en el madrile?o barrio de Lavapi¨¦s.
La pieza, que no supera los 20 minutos y que podr¨¢ verse los dos pr¨®ximos viernes, es un ovillo emocional que se desmadeja tirando de un solo hilo: la transexualidad. Una cuesti¨®n hasta no hace mucho oscurecida por prejuicios y reminiscencias irracionales y absurdas de ¨¦pocas pasadas. A¨²n hoy quedan rincones a los que esa luz, la del respeto, no llega. Envasadas es otra de las formas de acercarse al tema, de capturarlo, de darle calor y soltarlo, con fuerza, al p¨²blico. Como una bofetada. En parte, porque es una historia real.
Su autor, Javier Esteban, un publicista madrile?o freelance de varias profesiones que ahora reside en Edimburgo, se pregunt¨® por qu¨¦ no contarlo: ¡°Todos llevamos dentro, en mayor o menor medida otro ser que nos gustar¨ªa ser y que muy pocos nos atrevemos a mostrar¡±. El padre del novio de una amiga suya hab¨ªa decidido cambiar de vida, y su mujer y su hijo le acompa?aron en ese viaje. ¡°Los vecinos no tanto, vamos... que fueron unos capullos¡±. A Esteban le pareci¨® una historia tan tierna y tan dura que decidi¨® escribirla. ¡°Sin tener que ver demasiado con la que me contaron¡±.
De sus manos pas¨® a las de Elena Trivi?o (M¨¢laga, 1975), que aprovech¨® un peque?o par¨®n laboral en su trabajo habitual en televisi¨®n para dirigir la pieza. ¡°Ha habido mucho feeling, tanto personal como laboral y la comunicaci¨®n y la sensibilizaci¨®n con el tema son important¨ªsimas. Somos personas, independientemente de nuestra sexualidad¡±. Algo que acaba aceptando la madre, Pilar Barrera (Madrid, 1951), bajo la luz cenital. Una voz profunda pero dulce que desvela miedos y secretos en apenas dos metros cuadrados: ¡°Es el reencuentro entre dos personas despu¨¦s de a?os sin verse, pero una madre perdona y acepta lo que sea con tal de estar unida a su hijo o a su hija¡±.
O a ambos, en este caso. Dos en un cuerpo. ?l, fue. Ella, es. Zaloa Zamarre?o (San Sebasti¨¢n, 1974) es Sandra: ¡°Un personaje maravilloso que consigue derribar todas las trabas; y tambi¨¦n dif¨ªcil, no creo que nadie sepa exactamente qu¨¦ siente alguien que no se reconoce en su cuerpo¡±. Sandra est¨¢ en prisi¨®n. ?El motivo? El cierre a un tiempo dilatado en la memoria de ambas, la cicatriz a¨²n tierna del pasado, y la espina dorsal de la obra. No se puede contar m¨¢s.
El autor, desde Edimburgo
Javier Esteban estudi¨® publicidad y fue personal laboral del Ministerio de Defensa: Plaza a la que renunci¨®. "Ahora soy decorador freelance, copy freelance, empresario sin mucho ¨¦xito, inventor de una sola cosa que no me ha dado un euro pero de la que me siento muy orgulloso, escritor y director de teatro", ah¨ª acaba la lista, seg¨²n el autor de Envasadas, tambi¨¦n, entre otras, de Despiertos, Efecto domin¨®, Amor propio, ??Qu¨¦ rollo!!, y algunos mon¨®logos.
Ahora vive en Edimburgo, "la fr¨ªa Edimburgo". Y desde all¨ª, habla de la concentraci¨®n tem¨¢tica de la historia: transexualidad, maltrato, relaciones familiares... ?Cu¨¢l, de entre todos los mensajes, es m¨¢s necesario hoy?
"No voy a ser el t¨ªpico que ante esa pregunta diga que no hay mensajes. ?Una leche! En serio, yo lucho todos los d¨ªas de mi vida por quitarme prejuicios e idioteces de la cabeza e intentar respetar al otro. A veces lo consigo, y cuando lo consigo yo soy m¨¢s feliz y los dem¨¢s son m¨¢s felices. A ver, ?por qu¨¦ tenemos que amargar la vida de los dem¨¢s si quieren vivir como les da la gana y no nos hacen da?o?"
Dice de la fonto que env¨ªa desde la capital escocesa que no es la mejor: "Pero no tengo otra en la que salga un poco bien, soy menos fotog¨¦nico que un camale¨®n".
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