James Last,el rey de la m¨²sica cursi
Fue elegido como el mejor contrabajista de jazz en Alemania durante tres a?os consecutivos, entre 1950 y 1952
Que el ¨¦xito no atiende a razones lo demuestra el caso de James Last. Entre 50 y 80 millones de long plays vendidos a lo largo de medio siglo, 2.056 discos de oro, 17 de platino¡ ?Qu¨¦ tiene de especial la m¨²sica de quien se vanagloriaba de ser un ¡°m¨²sico cursi¡±? Dif¨ªcil saberlo. James Last, nacido como Hans Last, falleci¨® el pasado martes a los 86 a?os en su domicilio de Florida (EE UU), ¡°en paz y rodeado de los suyos¡±.
Educado en la Escuela Militar de M¨²sica de la Wehrmacht, fue elegido como el mejor contrabajista de jazz en Alemania durante tres a?os consecutivos (de 1950 a 1952). Pronto entrar¨ªa a trabajar como arreglista para la discogr¨¢fica Polydor, filial pop de la sacrosanta Deutsche Grammophon, lo que aprovech¨® para convertir su James Last Big Band en la James Last Orchestra; un cambio de denominaci¨®n tras el que se esconde toda una declaraci¨®n de intenciones. Ya como director de orquesta y arreglista, se dio a conocer con Classics Up To Date, vol¨²menes 1 al 9, en los que envolv¨ªa las melod¨ªas de los grandes compositores cl¨¢sicos en una melaza espesa a gusto del consumidor de la ¨¦poca, dudu¨¢s incluidos.
En 1965, el visionario y ya millonario director de orquesta vislumbr¨® el advenimiento de la m¨²sica de discoteca, un fil¨®n que explotar¨ªa en lo sucesivo a trav¨¦s de la f¨®rmula non-stop dancing. Una vez m¨¢s, Last arrasar¨ªa entre una audiencia mayoritaria sin grandes aspiraciones est¨¦ticas, qui¨¦n sabe si hipnotizada por las inenarrables portadas de sus discos.
Asombra descubrir que en la Inglaterra de los Beatles y la minifalda, Last bati¨® todos los r¨¦cords de ventas de discos de larga duraci¨®n, solo superado por el rey Elvis. En cambio, solo conoci¨® el ¨¦xito con dos de sus singles, The Seduction, en 1980, y Biscaya, dos a?os m¨¢s tarde. Lo suyo era la distancia larga, el LP monotem¨¢tico ideal para crear ambiente.
El ¡°rey de la m¨²sica cursi¡± reconoc¨ªa sin ambages su condici¨®n de tal: ¡°No me molesta que me lo digan, porque es la verdad¡±.
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