Dani Rovira, un gal¨¢n del siglo XXI
El c¨®mico estrena su segundo filme, 'Ahora o nunca', mientras rueda la continuaci¨®n de 'Ocho apellidos vascos'
En la acera de enfrente al hotel, un paparazi espera. Y espera. Y espera. En balde. En la terraza del establecimiento el productor de Ahora o nunca charla con gente de la distribuidora del filme, y en una mesa cercana Mar¨ªa Ripoll, la directora, enlaza una entrevista tras otra. El paparazi espera. Ese no es su objetivo. Dos plantas m¨¢s arriba, en una inmensa sala as¨¦ptica, de un gris anodino, Dani Rovira se sumerge en la promoci¨®n de su segunda comedia, de su segunda pel¨ªcula. El paparazi espera. Infructuosamente. Si lo que busca es una foto de Rovira con su compa?era sentimental y de reparto, Clara Lago, ha errado: los dos est¨¢n rodando en Girona la segunda parte de Ocho apellidos vascos, la pel¨ªcula que catapultado la carrera de este c¨®mico malague?o de 34 a?os. Pero mientras que Rovira ha librado varios d¨ªas para promocionar Ahora o nunca, Lago, que solo tiene un personaje secundario en la comedia de Ripoll, se ha quedado filmando en Catalu?a y se escap¨® exclusivamente para el estreno. No habr¨¢ foto de tortolitos o de paseo o de nada. No habr¨¢ foto.
¡°Impresiona. Imag¨ªnate que te pasara a ti¡±, explica Rovira, que ha tenido que acostumbrarse muy r¨¢pidamente a esas persecuciones, tras a?os dedicados a mon¨®logos c¨®micos teatrales o televisivos, y a series ¨Ccomo B&B- que le hicieron popular, s¨ª, pero no una estrella. ¡°Es complicado. Hay un doble trabajo: t¨² tienes que cambiar tus h¨¢bitos de vida y poner ciertos l¨ªmites. Por suerte yo no hago nada de lo que me tenga que avergonzar, pero es una situaci¨®n muy violenta. Te jode un punto la vida porque no puedes irte con tus sobrinos a la playa. Y hay otro trabajo, el interno: no voy a pegarme con el fot¨®grafo as¨ª que echa las fotos que tengas que echar hasta que te aburras¡±. Verte en una revista bajando la bolsa de la basura no es agradable. ¡°Hay ciertas profesiones en este mundo que no entiendo. Sin embargo, debo tolerarlas. Todo el mundo tiene que comer¡±.
A Rovira la vida art¨ªstica le dio un maravilloso quiebro no tanto el 14 de marzo de 2014, d¨ªa del estreno de Ocho apellidos vascos, sino dos semanas m¨¢s tarde, cuando la pel¨ªcula empez¨® a subir y subir en taquilla, en un movimiento absolutamente opuesto al descenso habitual de los filmes en sus recaudaciones tras su estreno. ¡°Pas¨® justo dos semanas despu¨¦s. En la calle de repente alguien se me acerc¨® con lo de ¡®Mira, es el de Ocho apellidos vascos¡±. Ahora o nunca es la pel¨ªcula que ha venido despu¨¦s. ¡°Empiezan a llegarte guiones, y s¨ª, hay una responsabilidad a?adida. De entre los libretos y las propuestas terminas escogiendo un 5%. Est¨¢ el privilegio de poder escribir y tambi¨¦n el cuidado de tener muchos ojos. Hay proyectos muy oportunistas. Debes gestionar muy bien qu¨¦ quieres ser. Y no tener prisa. Intento no ponerme una presi¨®n a?adida. Todo el mundo ha hecho una primera pel¨ªcula y yo no tengo la culpa de que esa pel¨ªcula haya causado un fen¨®meno social. Yo nunca he dicho que fuera Marlon Brando o Alfredo Landa. Lo maravilloso de Ahora o nunca es que me lleg¨® antes de que se estrenara Ocho apellidos vascos, que apostaban por m¨ª¡±. Rovira pide cierto derecho a poder equivocarse.
Ahora o nunca es una comedia rom¨¢ntica que se despe?a y no por culpa de los actores. Rovira y Mar¨ªa Valverde encarnan a una pareja que deciden casarse en el colegio ingl¨¦s en el que se conocieron. Mientras ella prepara la boda en la campi?a, ¨¦l recorre media Europa con el vestido de novia y encarando todos los hados que se oponen a que logre casarse: huelga de controladores, p¨¦rdida de maletas, nube de polvo volc¨¢nico¡ ¡°El guion ha cambiado mucho desde el inicio. Nos invitaron a improvisar, hemos puesto nuestra impronta personal. La comedia situacional estaba marcada, los di¨¢logos estaban abiertos¡±, explica alguien que sabe mucho de improvisaci¨®n. ¡°Aun as¨ª viv¨ª en una delgada l¨ªnea que separa el que te dejen hacer del hazlo t¨². Cierta excesiva responsabilidad. Con Mar¨ªa he disfrutado mucho construyendo las emociones, y juntos nos guisamos y comimos la secuencia final¡±. A Rovira le acompa?an en el periplo europeo su suegro (encarnado por Jordi S¨¢nchez, de La que se avecina) y su padre (Joaqu¨ªn N¨²?ez, Goya por Grupo 7). ¡°Ha sido una pasada trabajar con ellos, unos Hern¨¢ndez y Fern¨¢ndez de la comedia¡±.
De la llamada, por ahora, Nueve apellidos vascos, el malague?o cuenta que la responsabilidad qued¨® atr¨¢s. ¡°Cuando ruedas no te preocupas, sino que te ocupas¡±. Y que aunque cuentan con un gran guion, Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro les deja un poco sueltos. ¡°?l dice que elige siempre actores que puedan aportar. Y eso se agradece. Aqu¨ª, por ejemplo, se ve en el personaje de Berto Romero, que ¨¦l ha hecho crecer y crecer. O Rosa Mar¨ªa Sard¨¢. O Karra Elejalde. Todos entendemos el esp¨ªritu de cero ego¨ªsmos, liderados por Emilio, que hace que los rodajes sean una balsa de aceite¡±.
Rovira dice que, a pesar de estar en el centro de ese hurac¨¢n, no va a dejar de hacer lo que le gusta, como aceptar presentar los Goya. ¡°Qued¨¦ muy contento. Fue una muy buena gala. Lo de la duraci¨®n es muy incontrolable¡±. Y s¨ª, hay m¨¢s vida fuera de la comedia. ¡°Hay un proyecto muy peque?ito, maravilloso, del que no puedo hablar porque a¨²n no lo he firmado¡±.
Fin de la charla. Cuando Rovira acab¨® la entrevista y se levant¨® de la silla, el paparazi ya no estaba all¨ª.
Babelia
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