¡°El teatro est¨¢ en auge porque irradia el calor que no dan las pantallas¡±
Marta Pazos, actriz, directora y cofundadora de la compa?¨ªa Voadora, reivindica el poder de supervivencia de la creaci¨®n art¨ªstica pese a la crisis y el IVA cultural
En la cocina de su casa, Marta Pazos (Pontevedra, 1976) guisa obras de teatro. A fuego lento y en tiempos de bolsillos medio vac¨ªos. Junto a los fogones de su hogar en Santiago de Compostela, sobre una amplia mesa acristalada y con las libretas salpicadas de sabores, esta directora y actriz, cofundadora de la compa?¨ªa gallega Voadora, imagina, escribe, re¨²ne a los actores, lee los textos, busca la m¨²sica. En horario escolar, eso s¨ª, porque las tres cabezas de este animal dramat¨²rgico son una madre -ella- y dos padres -Hugo Torres, su pareja, y Jos¨¦ D¨ªaz-. Donde hay ni?os, la bohemia debe esperar.
Es sobre la mesa de esa cocina del casco viejo compostelano, paladeando el ¡°momento dulce¡± que vive su compa?¨ªa de teatro contempor¨¢neo -siete a?os y una docena de proyectos-, donde Pazos analiza c¨®mo ese sue?o ha logrado sobrevivir a los recortes presupuestarios y al IVA cultural. Voadora naci¨® solo un a?o antes de la quiebra de Lehman Brothers, cuando empez¨® todo. ¡°Reivindico que tambi¨¦n en estos tiempos se pueden hacer las cosas, solo hay que buscar c¨®mo. Yo aqu¨ª, en un sitio peque?o como Galicia, puedo hacer teatro de calidad a nivel europeo. ?Claro que s¨ª!¡±, proclama la cofundadora de una compa?¨ªa que ha llevado a los escenarios creaciones como Super8, Tokio 3 (cinco galardones en los Premios Mar¨ªa Casares de 2013),Waltz, La Tempestad o Don Juan y que prepara ya Calypso, una reflexi¨®n sobre el rid¨ªculo.
Cuando su pareja, Hugo -un portugu¨¦s perteneciente a una familia con la dramaturgia en los genes-, le propuso a Marta Pazos montar Voadora, ella tuvo claro que una compa?¨ªa dirigida por solo dos actores no iba a ning¨²n lado. Necesitaban un gestor, alguien capaz de darle viabilidad a sus creaciones. Ah¨ª apareci¨® Jos¨¦ D¨ªaz, un productor procedente del audiovisual que aplica ¡°sus teor¨ªas del cine¡± al teatro. ¡°Somos un monstruo de tres cabezas, nos complementamos muy bien. Hugo tiene ideas muy locas, es muy so?ador, y nos lleva a hacer cosas muy divertidas. Yo tengo mirada pict¨®rica, trenzo a los actores. Y Jos¨¦ convierte en realidad nuestras ideas¡±, explica esta licenciada en Bellas Artes, que transit¨® de la pintura al teatro con el ¨²nico precedente familiar de su abuela Dalia: ¡°Ha trabajado toda la vida en el campo pero tiene una iron¨ªa y una teatralidad que seguro hered¨¦ yo¡±.
Cuesti¨®n de gustos
1. ?En qu¨¦ obra se quedar¨ªa a vivir?
En Wish Tree de Yoko Ono. Escribes tu deseo en un pedazo de papel, lo atas a la rama de un ¨¢rbol y esperas a que se cumpla.
2. ?A qu¨¦ artista de todos los tiempos invitar¨ªa a cenar?
A Jim Henson y a David Bowie, ser¨ªa un precioso reencuentro entre ambos. Cenar¨ªamos ostras encima de un piano y beber¨ªamos champ¨¢n hasta el amanecer.
3. ?Qu¨¦ encargo no aceptar¨ªa jam¨¢s?
Dirigir algo que me aburriese soberanamente. Me pongo de muy mal humor cuando me aburro trabajando. Por suerte esto no pasa casi nunca.
4. ?Qu¨¦ obra de teatro no pudo terminar?
Las ranas de Arist¨®fanes. Un amigo me dijo que me ve¨ªa dirigi¨¦ndola pero no consegu¨ª acabar de leerla.
5. ?Qu¨¦ hizo el ¨²ltimo fin de semana?
Actuar, visitar el Museo de Historia Natural con mi familia y devorar el ¨²ltimo Macanudo de Liniers.
6. ?Qu¨¦ est¨¢ socialmente sobrevalorado?
El ¨¦xito. Hay que reivindicar el derecho al error, fomenta la creatividad.
7. ?A qui¨¦n dar¨ªa un premio?
A mi abuela. El Nobel de la generosidad, la lucha y la retranca.
Voadora trabaja cruzando la raia, la frontera entre Galicia y Portugal. ¡°Esta compa?¨ªa son dos port¨¢tiles y un Ipad. Somos muy m¨®viles. No queremos tener un teatro, queremos movernos en cada proyecto¡±. Depender de dos pa¨ªses tambi¨¦n ha sido un salvavidas, sobre todo porque el vecino luso, castigado por una crisis econ¨®mica a¨²n m¨¢s salvaje que la espa?ola, tiene un ¡°nivel cultural alt¨ªsimo¡± del que aprender. Como hacen sus colegas portugueses, que estampan los carteles de sus montajes con ¡°mil logos¡±, Marta Pazos y sus compa?eros buscan multitud de fuentes de financiaci¨®n para sus espect¨¢culos. En La Tempestad, una de sus ¨²ltimas creaciones en cartel, una sorprendente puesta en escena de la obra final de William Shakespeare pasada por el tamiz del teatro contempor¨¢neo pero respetando el texto original, recurrieron a todos los bolsillos posibles, incluido el crowdfundig. Sus mecenas son restaurantes que patrocinan la comida de los actores que vienen de fuera, peluquer¨ªas¡ ¡°El dinero es un problema, pero viene y va. ?Claro que hemos estado con el agua al cuello! Que tengas mucho trabajo no quiere decir que tengas mucho dinero. Pero te sientes feliz y, por tanto, tambi¨¦n rica¡±. En Galicia, dice, gorgotea una ¡°efervescencia cultural¡±, una eclosi¨®n de talento. ¡°Las condiciones laborales son muy duras: diez veces m¨¢s trabajo para ganar diez veces menos. Pero est¨¢n saliendo productos culturales que triunfan internacionalmente¡±.
Esta directora y actriz se ha embarcado con su familia en una vida n¨®mada, entre canguros y sacaleches. Su hija Olivia, de 5 a?os, est¨¢ matriculada en un colegio gallego y en otro portugu¨¦s, dentro del programa educativo especial que tiene la Uni¨®n Europea para artistas itinerantes, y, acostumbrada como est¨¢ la peque?a a asistir a los ensayos de Voadora, hay que retenerla en la butaca cuando acude al teatro como espectadora porque quiere subirse al escenario. Su hermano Noel, de seis meses, creci¨® en la barriga de su madre con La Tempestad en los escenarios. La compa?¨ªa teatral con la que conviven estos dos ni?os tambi¨¦n intenta promover el relevo generacional en palcos y plateas. Fue, como no, de Portugal de donde copiaron las peculiares guarder¨ªas que han creado para sus espect¨¢culos, talleres infantiles sobre la obra que representan en donde los padres pueden dejar a sus cr¨ªos mientras asisten a ella. ¡°El teatro est¨¢ en auge porque vivimos en un mundo donde no nos tocamos. Nosotros somos anal¨®gicos y la gente busca aqu¨ª el calor que no le dan las pantallas¡±.
Como creadora, a Marta Pazos le obsesiona encontrar la forma de captar la atenci¨®n de ese espectador de hoy que mastica la cultura a trav¨¦s de la pantalla. Le gusta camuflarse entre butacas para estudiar la reacci¨®n del p¨²blico; descubrir cu¨¢ndo r¨ªe, cu¨¢ndo se sorprende. ¡°Tomo nota y retoco la obra¡±. En La Tempestad, un montaje intenso que sumerge a espectadores cl¨¢sicos en ese ¡°planeta Voadora¡± de danza, magia e iron¨ªa, ha comprobado c¨®mo llega un momento, siempre el mismo, en el que una persona del p¨²blico, normalmente un hombre maduro, se levanta y se va. El pr¨®ximo 12 de julio en el Festival Internacional de Teatro Cl¨¢sico de Almagro volver¨¢ a poner a prueba su teor¨ªa.
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