Varoufakis ha muerto. ?Viva Romeva?
No me ponen los calvos. Es m¨¢s, a estas alturas de la vuelta al mercado de segunda mano, lo ¨²nico que pide una ¡ªde primeras, para bajar el list¨®n siempre hay tiempo y equis vodkas con t¨®nica¡ª es que el otro tenga pelo, la pr¨®stata medianamente operativa y un per¨ªmetro abdominal no superior a 102 cent¨ªmetros para minimizar riesgos cardiovasculares en el momento del conocimiento b¨ªblico. Pues s¨ª, hombre, lo ¨²nico que me faltaba. Adem¨¢s de volver a llevar art¨ªculos profil¨¢cticos en el bolso por si surge un aqu¨ª te pillo, aqu¨ª te mato, encima va a tener una que aprender maniobras de reanimaci¨®n cardiopulmonar por si el tipo se lo toma al pie de la letra.
Hay, no obstante, una estirpe de alop¨¦cicos que me inquieta, me atormenta y me perturrrba, con tres erres, que dice Esperanza Gracia. Son esos tipos de testa poderosa, rostro de primate y alt¨ªsimo concepto de s¨ª mismos que, con los cuatro pelos que les quedan dan penita y, sin ellos, furor uterino. Una cosa os digo, chicos, si no ten¨¦is pelazo, como Floriano que en paz descanse, nueve de cada diez p¨¢jaras preferimos una poda en mano que cien injertos volando. Vosotros mismos.
Aqu¨ª ten¨ªamos un calvo alfa, Guindos, que, sin ser ning¨²n Adonis, estaba tan seguro de su talla pol¨ªtica, tan orgulloso de su paquete econ¨®mico, y tan encantad¨ªsimo de haberse conocido que hasta Juncker se tiraba a besarle cuando iba por el Eurogrupo. Pero le pas¨® como a tantas y, ahora, tantos, chupaos esa. Lleg¨® uno m¨¢s joven y se le comi¨® la merienda. El nuevo, Varoufakis, un minotauro de aqu¨ª te espero, nos ha dado tardes de gloria, a Obama lo que es de Obama y a Zeus lo que es de Zeus. Pero, no s¨¦, tras su espant¨¢ en moto a testa descubierta ¡ªcon ese cr¨¢neo ?qui¨¦n necesita casco?¡ª, y el gatillazo de Guindos con Di¨¦selbluff como amo del Eurogrupo, han perdido mucho.
Hall¨¢bame, pues, hu¨¦rfana de mito mondo, cuando apareci¨® Ra¨¹l Romeva, el ex eurodiputado catal¨¢n elegido por Mas Quisiera como mascar¨®n de proa de la lista independentista y me entr¨® de nuevo el bochorno. Somet¨ª el asunto a debate en el comit¨¦ de sabias del curro, se?oras muy puestas en lo suyo, y hubo divisi¨®n de opiniones. Que si bueno, que si vale, que si apunta maneras. Que si de qu¨¦ voy, ni de co?a, que si es Varoufakis con barretina. Conclusi¨®n: te damos un tiempo, Ra¨¹l, qu¨ªtate esa di¨¦resis y hablamos. Ahora es cuando salta el puntilloso de turno con que si esto lo hubiera escrito un hombre sobre mujeres, le habr¨ªa ajusticiado la polic¨ªa de g¨¦nero. Dejadme esta revancha. Cuando llev¨¦is dos milenios sometidos a la opresi¨®n feminista, os tocar¨¢ a vosotros.
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