El ¡®Quijote¡¯ de los dibujos animados

Son las 15.30 de un s¨¢bado de 1979. Acaba la comida y los ni?os corren a sentarse frente al televisor. Solo existe TVE. Don Quijote de la Mancha, Los Trotam¨²sicos, Gulliver, M¨¢gica aventura... La literatura entra por los rayos cat¨®dicos. En los cr¨¦ditos siempre aparece el nombre de Cruz Delgado (Madrid, 1929). Sin ¨¦l no se entiende la animaci¨®n made in Spain. Pero esa es una imagen del pasado. "Ya no hay programaci¨®n infantil", comenta a sus 85 a?os y con cierta pena: "Mi ¨²ltima serie se qued¨® muerta en TVE. A partir de ese momento, casi no se han vuelto a emitir dibujos animados espa?oles".

"Cuando comenzamos con el Quijote nadie sab¨ªa lo que era esto. Pedimos dibujantes en un peri¨®dico y vino hasta un animador de hoteles: 'He estado en los mejores', dec¨ªa", recuerda Delgado. Nadie hab¨ªa transitado el terreno. Ese momento de pujanza [en su estudio trabajaban hasta 150] nunca ha vuelto a repetirse.

"Hoy no hay equivalentes intergeneracionales como aquellos, que ocupaban toda una franja. Yo crec¨ª con los Chiripitifl¨¢uticos. Fueran mejor o peor, todos los ni?os lo compart¨ªan", cuenta su hijo, Cruz Delgado S¨¢nchez, que junto a Jorge San Rom¨¢n han escrito la biograf¨ªa de su maestro, De Don Quijote a Los Trotam¨²sicos (Di¨¢bolo ediciones), homenaje a esta leyenda de la televisi¨®n cuyo nombre, sin embargo, casi ning¨²n espa?ol conoce.

"Si hubiera nacido en Estados Unidos, ser¨ªa una estrella. Un Chuck Jones o Tex Avery [dibujante de Bugs Bunny en la factor¨ªa Warner]", apunta San Rom¨¢n. "All¨ª Los Chiripitifl¨¢uticos tendr¨ªan sus propias convenciones como las de los trekkies de Star Trek. Aqu¨ª sus cintas desaparecieron".

El dibujo favorito de Delgado es su ¨®pera prima, el ni?o Mol¨¦cula ["Me dicen que es como El Laboratorio de Dexter, pero 30 a?os antes"], aunque fue Quijote quien marc¨® un antes y un despu¨¦s en su carrera. El monstruoso encargo, con el que so?¨® durante d¨¦cadas, era la adaptaci¨®n m¨¢s completa jam¨¢s hecha de la novela de Cervantes: 39 episodios de media hora. Nunca nadie volvi¨® a atreverse.

"Fue un reto. ?bamos a contrarreloj. Hac¨ªamos 25 minutos semanales. Se emit¨ªan mientras rod¨¢bamos", recuerda Delgado. Los episodios llegaban a TVE poco antes de su emisi¨®n. Por suerte, la programaci¨®n del 19 de enero de 1980 se cancel¨® el por el regreso a Espa?a de los restos mortales de Alfonso XIII?y pudieron tener una semana de margen. "Lo celebramos. A partir de ese momento todo fue mejor".

Lo que m¨¢s emociona todav¨ªa a Delgado es el momento en el que se enter¨® de que dirigir¨ªa a Fernando Fern¨¢n-G¨®mez. "Fui a su casa y tuve que convencerle. Hab¨ªa hecho al Quijote con su rostro y le gust¨®, pero no sab¨ªa nada de doblaje. Su voz era como si la escribiese Cervantes. Sal¨ª dando botes".

Delgado nunca hab¨ªa dirigido actores. Todo era nuevo. Hab¨ªa expertos cervantinos en sus filas y los animadores viajaron a los ic¨®nicos molinos manchegos para captar la esencia. "Era adem¨¢s ¨ªntegramente espa?ola. Se vendi¨® a todo el mundo. Era marca Espa?a". Fue, adem¨¢s, la puerta de entrada para varias generaciones a la novela, que hoy ni siquiera el 20% de los espa?oles se ha le¨ªdo en su totalidad. Por problemas legales, eso s¨ª, nunca se volvi¨® a emitir en TVE.

?Tanto han cambiado las cosas? "Los que han cambiado son los que mandan. Nadie da luz verde a las series, pero al ni?o le pones Blancanieves, de 1937, y se sigue quedando ensimismados", apunta San Rom¨¢n: "En Espa?a la animaci¨®n siempre ha sido vista como algo secundario".

Delgado es quijotesco, todav¨ªa vital y apasionado por todo su trabajo. "Es la sangre manchega por mis venas", bromea. "La base de mi ¨¦xito era disfrutar".?A su edad le queda, aun as¨ª, una espinita clavada: adaptar El Lazarrillo de Tormes.