Materiales para una biograf¨ªa
El libro de Josep Maria Cuenca sobre Juan Mars¨¦ recoge una cantidad de datos in¨¦dita, adictiva y oce¨¢nica. El exceso, sin embargo, desplaza la construcci¨®n de su historia
Hasta hace una d¨¦cada fue verdad que Juan Mars¨¦ (1933) era el novelista con m¨¢s lectores y menos premios; desde entonces ha dejado de ser verdad que carezca de premios institucionales, pero ha seguido siendo el novelista con m¨¢s lectores naturales, sin ruido, seguro y fiable. Hasta 1982 hab¨ªa publicado al menos tres novelas que son cl¨¢sicos vivos,?ltimas tardes con Teresa, Si te dicen que ca¨ª y Un d¨ªa volver¨¦; desde 1982, al menos otras tres, Ronda del Guinard¨®, El embrujo de Shanghai y Caligraf¨ªa de los sue?os (adem¨¢s de un irresistible libro de relatos, Teniente Bravo). Pero es novelista y narrador, no intelectual, ni articulista, ni conferenciante, ni charlista. La ¨²nica actividad que ha alternado con la novela ha sido el articulismo literario ¡ªlas espl¨¦ndidas semblanzas que agrup¨® bajo diversos t¨ªtulos y en diversos medios¡ª y la colaboraci¨®n en proyectos cinematogr¨¢ficos como guionista.
?Hay detr¨¢s de ese perfil de novelista puro una biograf¨ªa de alg¨²n inter¨¦s? Incontestablemente, la hay, y eso pens¨® Josep Maria Cuenca cuando desde 2006 empez¨® a fabular con redactarla. Lo primero que busc¨® fue la aquiescencia de Juan Mars¨¦, lo segundo que encontr¨® fue a un editor, Jorge Herralde, cuya ¨²nica condici¨®n fue ¡°el s¨ª de Mars¨¦¡±. Que lo obtuvo es completamente seguro porque es abrumadora e irresistible, oce¨¢nica y adictiva la cantidad de informaci¨®n in¨¦dita, de primera mano, que aporta el libro. No ata?e s¨®lo a Mars¨¦ y a sus primeros borradores, a manuscritos y a confidencias; afecta a muchos otros autores porque Mars¨¦ no ha escatimado material ni lo han escatimado otros amigos: las p¨¢ginas de los diarios in¨¦ditos de Jaime Gil de Biedma lo hacen un poco m¨¢s omnipresente en el libro, y son conmovedoras las cartas tempranas de Paulina Crusat (como lo es su misma peripecia vital), y lo son por otras razones las de Juan Garc¨ªa Hortelano, Carlos Barral o V¨ªctor Erice (y las de Robles Piquer, Ricardo de la Cierva, P¨ªo Cabanillas o Jos¨¦ Manuel Lara padre), adem¨¢s de m¨²ltiples declaraciones de infinidad de personajes relacionados con cada uno de los c¨ªrculos culturales y personales que ha habitado Mars¨¦ entre Barcelona, L¡¯Arbo? y Calafell, incluido el prodigioso c¨ªrculo que fue la revista Por Favor.
En la virtud de este formidable material est¨¢ el origen de la carencia: la documentaci¨®n ha desplazado la construcci¨®n de la biograf¨ªa del escritor. Con implacable m¨¦todo cronol¨®gico, el libro sigue a?o tras a?o la vida de Mars¨¦ a trav¨¦s de esa documentaci¨®n casi nunca integrada en un relato, casi nunca dispuesta como argumento o matiz para comprender las decisiones, los temas y los pasos de la vida, las emociones, las perplejidades o las terquedades de un novelista. A menudo reproduce por extenso no s¨®lo las cartas, con sus encabezamientos y sus despedidas, sino tambi¨¦n numeros¨ªsimos textos de Mars¨¦ y de otros, en citas largu¨ªsimas de art¨ªculos, pr¨®logos, rese?as o entrevistas que dejan la historia del personaje sincopada y sin armar.
Pero sin este libro no habr¨¢ modo de comprender su biograf¨ªa porque la informaci¨®n que ofrece es innumerable y gustosamente infinitesimal. Por fin est¨¢n explicados los detalles sobre su adopci¨®n y la relaci¨®n con su padre biol¨®gico (y con su hermana), pero tambi¨¦n h¨¢bitos de un novelista que ha cambiado de piso muchas veces pero no ha visitado ninguno de ellos para decidir (porque las decisiones las ha tomado su esposa, Joaquina Hoyas). Conocemos la mestiza ley del catal¨¢n y el castellano entre los distintos miembros de la familia, o leemos en riguroso directo tantas p¨¢ginas de su diario de 2004 o el vast¨ªsimo y muy entretenido anecdotario con protagonistas que van desde ?ngel Gonz¨¢lez o Carlos Barral a Carmen Balcells, Carlos Pujol o Ana Mar¨ªa Moix, incluida la aparici¨®n marginal de Adriano Celentano, de al menos una quiebra sentimental y hasta de la emoci¨®n ¡°irrepetible¡±, dice Mars¨¦, de recoger en Madrid el Premio S¨¦samo de cuentos en 1958, e incomparable con la alegr¨ªa de cualquier otro posterior.
Quiz¨¢ la estructura m¨¢s secreta est¨¢ marcada por el deseo de Cuenca y, me parece, del propio Mars¨¦, de desenredar algunos de los equ¨ªvocos que han pesado a?os y a?os en la trayectoria del escritor. Y uno a uno se aclaran y desmontan los embustes o las maledicencias sobre la enemistad con Juan Goytisolo desde 1965, la muy secundaria intervenci¨®n de Gil de Biedma en?ltimas tardes con Teresa, la tirria contra Baltasar Porcel (por aprovechado y oportunista) o la antipat¨ªa ante Francisco Umbral (pese a la dedicatoria personal de Si te dicen que ca¨ª), la desafecci¨®n por las adaptaciones cinematogr¨¢ficas de sus libros, su resistencia a comulgar con ning¨²n nacionalismo o su inflexible voluntad de decir la verdad cuando de libros y premios literarios se trata (sea en el Premio La Sonrisa Vertical, para acabar echando del jurado a Camilo Jos¨¦ Cela, sea en el Premio Planeta, para acabar dimitiendo ¨¦l). La sensaci¨®n ¨²ltima, sin embargo, es haber recorrido sin respiro los estupendos materiales para una biograf¨ªa antes que la biograf¨ªa misma.
Mientras llega la felicidad. Una biograf¨ªa de Juan Mars¨¦. Josep Maria Cuenca. Anagrama. Barcelona, 2015. 749 p¨¢ginas. 29,90 euros.
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