Arte para jeques y clases medias
Art Marbella busca el dif¨ªcil encaje de atraer al coleccionista millonario y al novel
Marbella quiere ser playa, sol, fiestas, millonarios pero tambi¨¦n arte. ¡°Hab¨ªa que romper clich¨¦s. La gente no es especialmente tonta por estar en verano y ni por ser rica¡±. Alejandro Zaia es consciente de que su proyecto se enfrenta a la terca resistencia de los espacios comunes. El fundador de las ferias Pinta London y Pinta New York lanza en los rigores del est¨ªo malague?o Art Marbella. ?Otra feria m¨¢s de arte? Se calcula que todas las semanas del a?o se celebra una en alguna ciudad del mundo. ?C¨®mo hallar una voz propia cuando atruena ese ruido de fondo?
En la primera edici¨®n de la feria marbell¨ª sus organizadores han hecho algo ¨²nico. Abren de 18.00 a 22.30. Despu¨¦s del sol, la playa y el chiringuito. Para su estreno ha sumado el apoyo de 36 galer¨ªas y, sobre todo, m¨¢s de 50 coleccionistas extranjeros y nacionales que esperan que se retraten con arte. Pensando en ellos, todos los agasajos parecen pocos. Hotel de lujo, visitas privadas al Pompidou malague?o y fiestas exclusivas en el Marbella Club.
Pero la calidad de una feria la dan las galer¨ªas. Sostiene un marchante que ¡°sobra el 15% en este estreno¡±. Sin embargo, estos espacios funcionan bajo el criterio de ensayo y error. Habr¨¢ que ver la criba que se produce en la pr¨®xima convocatoria. ¡°Hace 20 a?os nadie pensaba que funcionar¨ªa una feria en Miami, y mira¡±. Pepe Mart¨ªnez, codirector de la Galer¨ªa Espacio M¨ªnimo, se refiere a Art Basel. As¨ª que ah¨ª lo tienen, taladradora en mano, colgando sus obras. Destaca una pintura de Liliana Porter (cuyo trabajo se vio en el estand de EL PA?S en Arco) titulada Trabajo forzado en el mar junto a una instalaci¨®n de Juan Luis Moraza.
Palabras que construyen frases que forman p¨¢rrafos que nos cuentan la historia de una feria de arte donde, como en todas, manda el dinero. Dec¨ªa el artista John Baldessari que crear una colecci¨®n comprando en uno de estos sitios era como buscar el amor en un prost¨ªbulo. La presencia de los precios resulta ineludible. Una de las obras m¨¢s caras del recorrido es una tela (John, 1989) de Alex Katz. La galer¨ªa Daniel Cardani pide por ella 450.000 euros. Otro marchante que descuenta canas en el oficio es Alberto de Juan, varias d¨¦cadas al frente de Max Estrella y del optimismo. ¡°Esta feria puede convertirse en el referente del sur de Espa?a¡±, asegura. Estos d¨ªas lanzar¨¢ su botella al mar de los coleccionistas con Rafael Lozano-Hemmer, Jos¨¦ Ram¨®n Amondarain y, sobre todo, el colombiano Miler Lagos, quien juega con 30.000 folios que superpone con paciencia de relojero en su obra Cimiento.
Sin embargo surgen piezas que parece que estuvieran esperando a un jeque. Carreras M¨²gica propone la mayor Gravitaci¨®n que sali¨® del taller de Chillida. Imponente, incluso en el precio: unos 300.000 euros. A su manera, Fernando Pradilla contesta con un botero (700.000 euros). Mientras que un compatriota, Nad¨ªn Ospina, crea trampantojos evocando falsos precolombinos. Atlante (30.000 euros) y Doble yo (18.000 euros). Pradilla duplica su apuesta con otra galer¨ªa, El Museo (Colombia). Y se reconoce en las tres virtudes teologales. Tiene fe en sus piezas, esperanzas en venderlas y caridad (bien entendida) en los coleccionistas.
Art Marbella se define por buscar lo seguro. Se ve bastante Barcel¨® (Pelaires muestra uno de esos papeles que el mallorqu¨ªn dejaba en los ochenta encima de un termitero en Mal¨ª), Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia (Galer¨ªa Odalys), Luis Gordillo (Aurora Vigil-Escalera), T¨¤pies, Calder y Richard Serra (Carreras M¨²gica). Incluso la viguesa Bacelos (con uno de los programas que menos concesiones hace al mercado) gui?a el ojo al capital con dos trabajos a tener en cuenta: Sof¨ªa T¨¢boas (4.500 euros) y Abigail Lazkoz (2.500 euros).
En la mirada internacional hay propuestas relevantes como la portuguesa Filomena Soares (Peter Zimermann, Shirin Neshat, Rodrigo Oliveira). Pero si quieren ver una delicatessen, en Michel Mejuto, un peque?o grabado de Paul Gauguin de 1889 busca comprador por 15.000 euros. ?Cansados? Hora de irse. Tradici¨®n y vanguardia en una ciudad en la que el calor y la humedad hacen sudar por igual al metal y al arte hasta el pr¨®ximo 3 de agosto.
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