El ¨¢ngel redentor

Hay en este primer largometraje del liban¨¦s Amin Dora una idea central que se le podr¨ªa haber ocurrido a Vittorio De Sica: un profesor de m¨²sica desarrolla un elaborado plan para convencer a los vecinos de su barrio ¨Cuna comunidad, seg¨²n se nos dice en el arranque, cohesionada por el cotilleo y la envidia¨C de que su hijo discapacitado es, en realidad, un ¨¢ngel encarnado. El pr¨®logo, minuciosa descripci¨®n del microcosmos de ese barrio liban¨¦s por parte del protagonista, parece recoger, asimismo, ciertos ecos del Amarcord (1973) felliniano, pero filtrados a trav¨¦s del tono, m¨¢s forzado que melanc¨®lico, de Jean-Pierre Jeunet. Comedia coral sobre una mentira redentora, Ghadi ilustra un cierto conflicto entre la mirada ingenua y pura de ese padre consagrado a gestionar la aceptaci¨®n social de su hijo de una forma ciertamente aparatosa y los modos, algo maleados y sofisticados, de un cineasta que, en el fondo, quisiera proponer una declinaci¨®n libanesa de cierto neorrealismo po¨¦tico y le sale un eficaz, pero algo sospechoso, ejercicio de buenismo con cierta ret¨®rica publicitaria.

Creador de la primera webserie del mundo ¨¢rabe, realizador de publicidad y autor de un corto en stop motion, Dora firma una pel¨ªcula s¨®lida, seductora y universal, pero no logra que su mentira expresiva suscite la misma complicidad que la mentira de su personaje principal.