Viajar contra el prejuicio

¡°En los Estados Unidos hay dos formas de viajar: c¨®modamente y con ni?os¡±, afirm¨® Robert Benchley. ¡°El ¨²nico modo que conozco de tomar un tren a tiempo es perder el inmediatamente anterior¡±, sostuvo G.K. Chesterton. ¡°Los mejores d¨ªas son aquellos en los que uno no tiene que ir a ning¨²n lado¡±, escribi¨® Charles Tomlinson. A los tres viajar no deb¨ªa parecerles muy inspirador.

?Por qu¨¦ viajamos? La pregunta puede parecer simple, pero su respuesta no lo es. Seg¨²n Jack Kerouac, porque ¡°la carretera es la vida¡±; para Bill Bryson, ¡°para experimentar las cosas por primera vez¡±; porque es un ant¨ªdoto contra ¡°el prejuicio y la intolerancia¡±, seg¨²n Mark Twain; para Agust¨ªn de Hipona, porque ¡°el mundo es un libro y aquellos que no viajan s¨®lo leen una p¨¢gina¡±.

Si el mundo es, efectivamente, un libro, ninguna profesi¨®n parece m¨¢s adecuada para dar cuenta de ¨¦l que la de los escritores. Literatura y viaje tienen una relaci¨®n antigua, como antigua (del siglo V a.C.) es la fascinante, monumental obra de Her¨®doto Historia (Gredos, 2000), que da origen a esa disciplina a la etnograf¨ªa y a la literatura fant¨¢stica.

El mundo de Her¨®doto y sus contempor¨¢neos se extend¨ªa desde Sud¨¢n a Centroeuropa y desde la India hasta la pen¨ªnsula Ib¨¦rica; es decir, era el ¨¢rea en el que se libran las guerras m¨¢s violentas (y m¨¢s cercanas) del presente. El periodista y gran escritor polaco Ryszard Kapuscinski intuy¨® que esos conflictos ten¨ªan su origen en el pasado y volvi¨® sobre ¨¦l en su Viajes con Her¨®doto (C¨ªrculo de Lectores, 2007); tambi¨¦n sigui¨® sus pasos el periodista estadounidense Robert Kaplan en sus excepcionales Rumbo a Tartaria: un viaje por los Balcanes, Oriente Pr¨®ximo y el C¨¢ucaso (2001), El retorno de la antig¨¹edad (2002) e Invierno mediterr¨¢neo: un recorrido por T¨²nez, Sicilia, Dalmacia y Grecia (2004, todos en Ediciones B).

Los tres fueron o son viajeros excepcionales, dotados de una perspicacia y una inteligencia de excepci¨®n; los tres constituyen, por esa raz¨®n, un modelo de viajero que deber¨ªamos imitar: sagaz, curioso, informado, dispuesto a poner sus opiniones a prueba antes que (como sucede a menudo con el turista) viajar para ratificarlas.