Un nuevo mundo ilustrado
Ni novela gr¨¢fica ni libro infantil: el ¨¢lbum se abre paso en el mercado con cuidadas ediciones que reivindican el arte de los ilustradores
Las cifras no son concretas porque el ¨¢lbum ilustrado sigue, a efectos de estudio, englobado dentro de la categor¨ªa de infantil y juvenil. Sin embargo, el ¨²ltimo informe del Observatorio de la Lectura del Ministerio de Cultura se?alaba que ¡°el ¨¢lbum ilustrado est¨¢ viviendo una ¨¦poca dorada¡±. No son libros para ni?os ni novelas gr¨¢ficas, son relatos cosidos con ilustraciones. Ediciones cuidadas al m¨¢ximo en las que la lectura es acompa?ada, guiada, por ilustradores que, lejos de limitarse a adornar un texto, lo complementan, mientras van ganando su propio espacio como creadores. Ocurre en casi todas las librer¨ªas, y cada vez con m¨¢s frecuencia. Desde una cubierta, Caperucita Roja mira, con ojos enormes y verdes, c¨®mo los negros arpones dibujados por Gabriel Pacheco trepanan las costillas de la blanca Moby Dick; junto a ellos, el Dr¨¢cula imaginado por Bram Stoker y reinterpretado por el dibujante Fernando Vicente cruza una mirada con el santo Bebedor de Joseph Roth, encarnado en los carbones de Pablo Auladell.
El mundo editorial sucumbe al poder de la ilustraci¨®n, del mismo modo que la propia palabra ilustrar sucumbe al poder de la polisemia. El diccionario de la RAE y sus definiciones de este verbo son una buena br¨²jula para explorar el fen¨®meno:
Ilustrar: 1. tr. Dar luz al entendimiento. U. t. c. prnl.
Fue en Salamanca, en 1997, en un acto de la Fundaci¨®n Germ¨¢n S¨¢nchez Ruip¨¦rez. ¡°All¨ª unos cuantos editores acu?amos el t¨¦rmino ¨¢lbum ilustrado¡±, recuerda el editor Samuel Alonso. ¡°Tambi¨¦n entonces certificamos la defunci¨®n de la ilustraci¨®n en Espa?a. Los noventa hab¨ªan sido a?os muy duros en ventas, pens¨¢bamos que el negocio no ten¨ªa futuro¡±, contin¨²a, antes de encogerse de hombros. ¡°Luego, todo mejor¨® poco a poco, hasta llegar al optimismo de hoy¡±. Alonso es editor de Libros del Zorro Rojo, sello independiente nacido en 2004 con el firme y sano prop¨®sito de reivindicar el libro ilustrado como espacio de experiencias est¨¦ticas y literarias propias. En 2011 gan¨® el Premio Nacional a la mejor labor editorial. ¡°Ahora tenemos 170 t¨ªtulos, 15 de ellos agotados. El ciclo de vida de un ¨¢lbum ilustrado es distinto al de un libro; puede esperar en cualquier librer¨ªa, porque no lo despacha la prisa por venderse¡±.
Ediciones realizadas con mimo que llegan a los 2.000 y 3.000 ejemplares, que pueden esperar en un rinc¨®n, acechando, dispuestas a meterse por los ojos del lector cuando pasa por delante. Con esa mentalidad han surgido editoriales en torno al mundo ilustrado, mientras que otras ya formadas se han sumado al fen¨®meno. Chucher¨ªas de Arte, Gallo Nero, Lata de Sal, Impedimenta, Modernito Books, Reino de Cordelia, la Decadente, Tres Hormigas, Silonia, Edelvives¡ la lista sigue creciendo. Algunas de ellas trabajan tambi¨¦n con textos propios, aunque no es la norma entre los ¨¢lbumes. ¡°En general, el nivel de los ilustradores en Espa?a es muy superior al de los escritores de libros ilustrados. Nosotros trabajamos solo con textos cl¨¢sicos en gran medida por eso¡±, confiesa Diego Moreno, editor de N¨®rdica. Esta es una opini¨®n generalizada en el sector. ¡°Espa?a es una cantera estupenda de ilustradores, en cuanto a talento estamos a la cabeza de Europa. Los textos propios, es cierto, no est¨¢n al nivel¡±, corrobora el editor de Zorro Rojo.
¡°De lo que no cabe duda es de que vivimos un momento ilustrado. El lector est¨¢ educado en la imagen, y es imagen lo que demanda¡±, opina Santiago Tob¨®n, de Sexto Piso, otra de las editoriales que ha participado de este auge, y que tambi¨¦n obtuvo el Premio Nacional a la mejor editorial, en 2008.
2. tr. Aclarar un punto o materia con palabras, im¨¢genes, o de otro modo.
Diego Moreno cre¨® N¨®rdica Libros en 2006 y, dos a?os despu¨¦s, recibi¨® el premio a mejor labor editorial. En su caso, al contrario que en Libros del Zorro Rojo, el crecimiento hacia la ilustraci¨®n fue paulatino.
¡°En principio, el ¨¢lbum ilustrado era una de las tres patas que formaban N¨®rdica (junto con la literatura n¨®rdica propiamente dicha y la colecci¨®n Otras latitudes, que edita textos descatalogados de literatura universal). Ahora representa el 40% del volumen de venta de la editorial, forma parte indisoluble de nuestra marca y nos hace reconocibles¡±, aclara. ¡°Es un orgullo que, por ejemplo, en la Feria del Libro de Madrid, nuestro trabajo compita con las novedades m¨¢s importantes¡±. Como muestra un bot¨®n: el ¨²ltimo domingo de la Feria, diez ilustradores firmaban ejemplares en la caseta de N¨®rdica rodeados de lectores. Tambi¨¦n de c¨¢maras de televisi¨®n de los principales informativos. ¡°La visibilidad que ha ganado el sector es enorme, y su repercusi¨®n, cada d¨ªa mayor¡±.
Un lapicero amarillo con pies y manos negras se paseaba por la pantalla del ordenador, y de su portafolio sacaba una lista de nombres. Esa era la portada de Ilustr¨ªsimos, un directorio digital de ilustradores espa?oles que el Ministerio de Cultura elabor¨® en 2005 con motivo de la Feria del Libro Infantil de Bolonia. ¡°As¨ª hicimos nuestros primeros contactos en N¨®rdica¡±, recuerda Moreno. ¡°Cogimos aquel cat¨¢logo y nos pusimos a marcar n¨²meros¡±. As¨ª de f¨¢cil. Ana Juan, Ajubel, Isidro Ferrer, Arnal Ballester o Max son solo algunos de los 73 nombres que aparec¨ªan all¨ª. Muchos de ellos se han alzado con el Premio Nacional de Ilustraci¨®n desde entonces.
3. tr. Adornar un impreso con l¨¢minas o grabados alusivos al texto.
Uno de los vi?etistas de habla hispana con m¨¢s renombre acaba de ilustrar Cr¨ªmenes ejemplares, de Max Aub. ¡°Este encargo me lleg¨® en un momento en el que no aceptaba trabajos, estaba saturado¡±, cuenta Ricardo Siri, Liniers (Buenos Aires, 1973). ¡°Libros del Zorro Rojo me convenci¨® porque me transmiti¨® la ilusi¨®n de hacer la mejor versi¨®n posible del texto, creo que esa es la clave del ¨¦xito de los libros ilustrados. Y tambi¨¦n hay algo muy importante para m¨ª¡±, a?ade. ¡°Y es que esta gente son unos aut¨¦nticos fan¨¢ticos de las cosas lindas¡±.
?Es este un movimiento a contracorriente? ¡°Pasamos del e-book al libro-objeto. Eso dota al ¨¢lbum ilustrado de una dignidad que a la gente le interesa mucho, son objetos preciosos, editados con mimo y mucho respeto¡±, se?ala el editor de N¨®rdica. Todo por atrapar esa magia que tienen las cosas ¨²nicas, por revalorizar algo que se puede oler y tocar. Liniers lleg¨®, incluso, a dibujar una a una las 5.000 portadas de uno de sus trabajos en Argentina. ¡°Al final se trata de convencer al lector de que entre sus manos tiene algo especial. Y, como ilustrador, quieres hacer cosas distintas¡±. Porque tambi¨¦n, en paralelo a c¨®mo se revalorizan los libros como objeto, los propios ilustradores dejan la segunda l¨ªnea y van ganando en presencia y peso.
4. tr. Hacer ilustre a alguien o algo. U. t. c. prnl.
Junto a esa cosecha ya consagrada de Ilustr¨ªsimos, una nueva generaci¨®n de ilustradores se abre camino ahora, una generaci¨®n que tambi¨¦n se ha exhibido en las redes sociales e Internet, nuevo caladero de talento para las editoriales.
Kike de la Rubia (Madrid, 1980) estuvo en la Feria del Libro cinco d¨ªas firmando, siempre con gente interesada en su trabajo. Su primer ¨¢lbum lo public¨® en 2012 N¨®rdica, ilustrando un poemario de Emily Dickinson. Ahora el libro va por la s¨¦ptima edici¨®n. Para ¨¦l, hay dos factores que explican el fen¨®meno del ¨¢lbum ilustrado: ¡°Por un lado est¨¢ la cultura visual en la que los nuevos lectores llegan formados, que hace que las cosas entren por los ojos¡±, comenta. ¡°Tambi¨¦n el propio trabajo del autor. Cada vez se tiene m¨¢s la concepci¨®n del ilustrador como creador, se le reconoce y se le busca¡±, admite. Este a?o ha vuelto a poner su arte al servicio de la poes¨ªa, ilustrando La extensi¨®n de mi cuerpo, de Walt Whitman, tambi¨¦n en N¨®rdica.
¡°Es necesario contrarrestar la inmediatez. Reivindicar el libro como obra unitaria y preciosa tiene tambi¨¦n una parte que me gusta menos, y es que quiz¨¢ ya no se puede atraer al lector solo con el texto, y hay que ofrecerle m¨¢s¡±, reflexiona De la Rubia. Pero las oscuras implicaciones que esboza con esta teor¨ªa las diluye pronto en una afirmaci¨®n optimista. ¡°En realidad es algo maravilloso, porque muchos compran por los ojos y luego se quedan a vivir en la literatura. Si es as¨ª, si mi trabajo llama la atenci¨®n en una librer¨ªa y a trav¨¦s de ¨¦l un lector descubre a Dickinson, yo me doy por satisfecho¡±.
5. tr. Instruir, civilizar. U. t. c. prnl.
¡°Hace siete a?os, cuando la gente o¨ªa hablar de ilustraci¨®n dec¨ªa: ?ilustraci¨®n? Ah, los libros esos para ni?os¡±, cuenta Sabela Mendoza, directora de Ilustratour, el festival sobre ilustraci¨®n que, tras siete a?os en Valladolid, se celebr¨® la pasada semana en el Matadero de Madrid, y que cont¨® con la participaci¨®n de 50 editoriales y 30 artistas invitados del calibre de Liniers, William Grill, Ana Ventura o Aitor Sarabia, que impartieron talleres y clases magistrales.
Este a?o, en el marco del festival se celebr¨® un seminario cuyo nombre ilustra bastante bien la situaci¨®n actual: Entre el boom y el crash. ¡°Es cierto que el fen¨®meno del libro ilustrado est¨¢ creciendo, que cada vez hay m¨¢s ojos puestos sobre esto, y que hay una explosi¨®n en la creatividad de los ilustradores; pero tambi¨¦n es cierto que la profesionalizaci¨®n no se est¨¢ dando al mismo nivel, que todav¨ªa cuesta mucho vivir de esto, que los creadores, excepto casos muy contados, se sacrifican demasiado¡±, reflexiona Mendoza, sentada entre los puestos del mercado de la ilustraci¨®n montado en el Matadero, rodeada por cientos de portadas.
¡°Por eso es importante algo como lo que nosotros intentamos en Ilustratour. Un punto de visibilizaci¨®n, pero tambi¨¦n de encuentro, en el que las diferentes editoriales se conozcan, los ilustradores hablen¡ que se cree una industria, que es lo que hace falta¡±.
6. tr. Rel. Dicho de Dios: Alumbrar interiormente a las criaturas con luz sobrenatural.
Teresa Dur¨¢n (Barcelona, 1949), adem¨¢s de escritora e ilustradora con m¨¢s de 100 libros a sus espaldas, es profesora de Educaci¨®n Visual y Pl¨¢stica de la Universidad de Barcelona, y da una visi¨®n global, casi antropol¨®gica, del fen¨®meno: ¡°Cuando miramos la historia de la literatura vemos un punto de inflexi¨®n muy importante: el momento en que se pasa de lo oral a lo escrito¡±, relata. ¡°En ese momento se pierde la interpretaci¨®n que el orador hac¨ªa del cuento, su propia p¨¢tina personal, porque el texto quedaba anclado en su forma escrita. Por eso es tan estimulante el mundo de la ilustraci¨®n, porque esa interpretaci¨®n se recupera. El texto pierde sus cors¨¦s y se reinventa¡±.
No escatima Dur¨¢n en elogios hacia el trabajo del ilustrador. ¡°El ilustrador tiene una caracter¨ªstica maravillosa, y es que ejerce de primer lector. Es el m¨¢s atento¡±, cuenta. ¡°Cumple la misma funci¨®n que un director teatral, que se ocupa de la puesta en escena de un texto escrito por otro. En un ¨¢lbum ilustrado, cada brochazo, cada pincelada son su particular atrezo¡±.
Kafka, Dostoievski, Milton o Melville, expresados ya no solo en palabras, sino en formas; rojos, amarillos y azules que se unen al negro de cada letra. Cl¨¢sicos de la literatura que han encontrado, si no r¨¦plicas, al menos compa?eros de viaje que llevar de la mano en la m¨¢s tit¨¢nica de las tareas: la de llegar al lector.
¡°Al final somos como los escritores. Hay un ilustrador para cada lector¡±, apostilla De la Rubia. ¡°Y cuando ese lector te encuentra, se queda contigo¡±.
Trazos cl¨¢sicos
El se?or de las moscas,?de William Golding, ilustrado por Jorge Gonz¨¢lez (Libros del Zorro Rojo, 2014).
Moby Dick,?de Herman Melville, ilustrado por Gabriel Pacheco (Sexto Piso, 2014).
La extensi¨®n de mi cuerpo,?de Walt Whitman, ilustrado por Kike de la Rubia (N¨®rdica, 2015).
Los diarios de Ad¨¢n y Eva,?de Mark Twain, ilustrado por Sara Morante (Impedimenta, 2015).
Dr¨¢cula,?de Bram Stoker, ilustrado por Fernando Vicente (Reino de Cordelia, 2014).
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