La militancia permanente
El gaditano Julio Diamante (1930), director de cine, re¨²ne en su ¨²ltima pel¨ªcula, ¡®La memoria rebelde¡¯, testimonios de varios protagonistas de la Transici¨®n
Sus 85 a?os reavivan en el gaditano Julio Diamante ese aire de viejo profesor que le ha acompa?ado siempre, no en balde su experiencia en la Escuela de Cine, donde dio clases durante 11 a?os hasta que le expulsaron por rojo. ¡°Desde mi nacimiento he sido, por suerte o por desgracia, un hombre de izquierdas¡±. De ello da fe una vez m¨¢s su ¨²ltima pel¨ªcula, La memoria rebelde, de la Segunda Rep¨²blica a la Transici¨®n, en la que recoge testimonios de muchos protagonistas de ese largo per¨ªodo hist¨®rico del que ¡°dial¨¦cticamente cada uno te cuenta su versi¨®n¡±, para acabarlos con el Himno de Riego.
¡°Me ha costado mucho trabajo hacerla, mucho tiempo y naturalmente dinero ya que no ten¨ªa ¨¢nimo de lucro. Pude financiarla con la dotaci¨®n del premio Val del Omar¡±, que la Junta de Andaluc¨ªa le concedi¨® en 2003 ¡°por su trayectoria profesional multidisciplinar como director de teatro, realizador de televisi¨®n, guionista y gran exponente del Nuevo Cine Espa?ol¡±.
La Junta de Andaluc¨ªa le premi¨® por su ¡°trayectoria multidisciplinar
Diamante est¨¢ siguiendo ahora la ruta de La memoria rebelde, ¡°que sigue present¨¢ndose en universidades porque conserva su sentido. Tengo otras ideas para cine de ficci¨®n, pero en este tipo de trabajo me encuentro m¨¢s c¨®modo¡±.
Exhibe con orgullo el libro De Madrid al Ebro, escrito por su padre, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, durante la Guerra Civil, en el que relata sus recuerdos, ¡°no como un historiador, sino de forma directa, c¨¢lida y con encanto. En la primera edici¨®n prohibieron la bandera tricolor en la portada, pero en esta segunda por fin aparece¡±.
Habla tambi¨¦n de sus propios libros: Blues jondo y Cantes de vida y vuelta, con poemas para cante jondo, del que es buen conocedor, y no solo por su condici¨®n de gaditano. Tuvo un programa semanal de radio sobre flamenco, y hasta un bar en Madrid donde se escuchaba blues.
Al frente del Festival de Benalm¨¢dena, se las vio con la censura
Sus libros sobre cine tambi¨¦n le entusiasman: Los trabajos y los d¨ªas, De la idea al film, Cine, cultura y libertad: Contra las sombras y el silencio¡ En este ¨²ltimo cuenta la historia del Festival de Benalm¨¢dena, que dirigi¨® durante 18 a?os en una ¨¦poca pol¨ªticamente convulsa de pelea constante con la censura, al tiempo que programaba pel¨ªculas de cinematograf¨ªas desconocidas. ¡°Era una batalla permanente¡±, recuerda.
¡°En todas las actividades en que he intervenido me he encontrado con la censura en situaciones muy jodidas¡±, rememora. Por ejemplo, cuando comenz¨® a dirigir teatro en una l¨ªnea que califica como ¡°neoexpresionismo realista¡± ¡ªRice, Ibsen, B¨¹chner, Lauro Muniz¡¡ª le prohibieron, entre otras, una versi¨®n de El proceso, de Kafka, al que dio ¡°una doble lectura¡±. O la celebraci¨®n de un Congreso Universitario de Escritores J¨®venes, que en realidad pretend¨ªa camuflar la lucha clandestina del Partido Comunista, al que se hab¨ªa afiliado muy joven¡ Hasta le prohibieron la primera pel¨ªcula que dirigi¨®, Los que no fuimos a la guerra, una comedia de buen humor inspirada en unos relatos de Fern¨¢ndez Fl¨®rez ambientados en la Primera Guerra Mundial.
De sus cortos y documentales para TVE guarda buenos recuerdos
Recortada por la censura y con el nuevo t¨ªtulo de Cuando estall¨® la paz, se present¨® en el Festival de Venecia ¡ª¡°un gran ¨¦xito¡±, precisa¡ª y en Espa?a se pudo estrenar casi dos a?os m¨¢s tarde.
Para entonces Diamante ya hab¨ªa rodado su segundo filme, Tiempo de amor, al que sigui¨® El arte de vivir, dos estupendas pel¨ªculas ¡°que fueron intentos de hablar de la sociedad espa?ola y de c¨®mo el amor florec¨ªa muy mal en ella¡±. Felizmente, al cabo de los a?os aparecieron los cortes que hab¨ªa hecho la censura sobre Los que no fuimos a la guerra y pudo reintegrarlos a la pel¨ªcula, que ¡°desde entonces se proyecta dentro y fuera de Espa?a, algo que de alguna manera te endulza¡±. ¡°Pero que tu primera pel¨ªcula estuviera retenida durante tanto tiempo¡ no fue nada agradable¡±, a?ade.
Las alegr¨ªas le vinieron en forma de premios, junto con algunos sinsabores por culpa de la torpe gesti¨®n de algunos productores. ¡°Tiempos de Chicago la recuerdo con simpat¨ªa porque est¨¢ hecha con mucha profesionalidad, pero fue todo muy disparatado. Hubiera estado bien filmar el rodaje¡±.
Respecto a Sex o no sex, ¡°se escandalizaron porque era del destape, aunque de hecho se trataba de una cr¨ªtica ben¨¦vola sobre las inquietudes sexuales de un peque?o burgu¨¦s que se disfraza a la hora del sexo, como en realidad hac¨ªan ciertos personajes del franquismo¡±. Y en cuanto a La Carmen, que supuso su acercamiento cinematogr¨¢fico al flamenco, tuvo tambi¨¦n un rodaje accidentado: ¡°Decid¨ª no volver a hacer cine hasta encontrar un productor normal¡±.
Guarda buen sabor de la polic¨ªaca Helena y Fernanda, en la que ¡°hay una sutileza sobre el lesbianismo contada con mucha elegancia. Era una secuencia muy bonita. Fue muy elogiada la realizaci¨®n; no creo que sea una pel¨ªcula desde?able¡±.
De muchos de sus trabajos para TVE, de sus cortos y documentales guarda muchos recuerdos buenos. Y hasta de sus pinitos como actor, por ejemplo en la acertada trilog¨ªa Esperpentos, de Garc¨ªa S¨¢nchez. Se le han quedado en el tintero tres guiones que fueron premiados por el Ministerio de Cultura, una versi¨®n de La Celestina que le prohibi¨® la censura¡ y m¨¢s.
Lo dejamos ocupado con su periplo de La memoria rebelde, y con actividades en la coordinadora de la memoria hist¨®rica. Se despide brindando con un caf¨¦: ¡°?Salud y rep¨²blica!¡±.
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