M¨¢s enigmas sobre la muerte de Garc¨ªa Lorca

Hay muertes que trascienden tanto como la vida. Es el caso del asesinato de Federico Garc¨ªa Lorca (Granada 1898-1936), el universal autor cuyo fusilamiento por parte del franquismo hace 79 a?os se conmemor¨® este lunes. Marta Osorio, editora del imprescindible libro Miedo, olvido y fantas¨ªa: cr¨®nica de la investigaci¨®n de Agust¨ªn Pen¨®n sobre Federico Garcia Lorca (Comares), publica ahora en la misma editorial El enigma de una muerte. Cr¨®nica comentada de la correspondencia entre Agust¨ªn Pen¨®n y Emilia Llanos. Este libro, que recoge las cartas entre el primer y exhaustivo investigador de la vida y muerte de su adorado autor y su amiga, es un complemento de la primera obra, arroja luz sobre el crimen y genera m¨¢s sombras. La principal: la posibilidad de que el cuerpo fuera trasladado de la fosa donde los testigos se?alaron como el lugar de los disparos.

"No se ha hecho nada"

"A pesar de todo, Federico vivir¨¢ para siempre, mucho, mucho despu¨¦s de que todos estemos muertos, y si los hechos reales no est¨¢n escritos, la fantas¨ªa los reemplazar¨¢. Y la fantas¨ªa apasionada puede ser inmisericorde", escribi¨® Pen¨®n en 1955. Osorio, en su nuevo libro, afirma que el investigador "se anticip¨® a lo que iba a ocurrir desde entonces hasta el d¨ªa de hoy y que han hecho posible que a los 78 a?os [79 ya] del asesinato de Garc¨ªa Lorca haya tan pocos hechos comprobados sobre la realidad de su muerte y tantas preguntas sobre lo que pudo suceder sigan en pie".

La escritora lamenta la situaci¨®n. ¡°No se ha hecho nada ni nadie sabe nada¡±, se queja la autora, quien es partidaria de hacer un plan serio de investigaci¨®n a ra¨ªz de la documentaci¨®n que recopil¨® Pen¨®n y abordar todas las posibilidades. Defiende que, independientemente del hallazgo del cuerpo de Lorca, se podr¨ªan recuperar restos de decenas de personas ejecutadas en la zona y que merecen un lugar en la memoria. En su libro destaca, entre otros, a una joven alemana jud¨ªa que huy¨® de la persecuci¨®n nazi y fue asesinada en el mismo lugar que Lorca por ser amiga de un arquitecto socialista.

La autora conoce bien las heridas de la represi¨®n franquista. Desde su casa en El Realejo es dif¨ªcil no ver una casa donde no haya familiares de concejales, intelectuales o profesores asesinados por el franquismo, que dej¨® en Granada una secuela de miedo, olvido y fantas¨ªa, como reflej¨® en su primer libro sobre el investigador.

"Si se sigue la l¨ªnea correcta, se podr¨¢n saber muchas cosas", afirma la periodista Isabel Reverte, autora del documental La maleta de Pen¨®n, realizado y editado por Miguel Santos. Reverte considera "apasionante" el relato de este investigador que culmina Osorio y que cree fundamental para encontrar la verdad. La periodista es una de las personas que mejor conoce a la autora granadina, una excelente escritora de cuentos infantiles y relatos que se vio abocada a acabar la obra del investigador cuando Willian Layton le entreg¨® antes de morir la maleta con los papeles de su amigo. El cap¨ªtulo de Lorca est¨¢ cerrado para Osorio, pero conserva relatos cortos y cuentos que esta vital escritora no descarta publicar.

Pen¨®n, un barcelon¨¦s de nacionalidad estadounidense, lleg¨® a Granada en 1955 con su amigo Willian Layton y su inseparable primera edici¨®n del Romancero Gitano de Lorca. Apasionado por el autor andaluz, se encuentra una ciudad sumida en el miedo donde el ¡°nombre de Federico estaba prohibido¡±, seg¨²n relata Osorio. Sin ¨¢nimo de ¡°remover pasiones¡±, como ¨¦l mismo escribi¨®, y con la ¨²nica voluntad de establecer una ¡°cronolog¨ªa de sucesos¡±, lleva a cabo durante a?o y medio la m¨¢s importante investigaci¨®n sobre la muerte del poeta.

Tras entrevistarse con testigos y recorrer palmo a palmo la carretera de Alfacar a V¨ªznar y el barranco donde los franquistas ejecutaron a cientos de personas, recopila informaci¨®n fundamental y dibuja posibles localizaciones del cuerpo. Pero la presi¨®n del r¨¦gimen del dictador le hace temer que le confisquen toda la documentaci¨®n recogida y parte aliviado hacia Nueva York en 1956 con una maleta de documentos que termin¨® en manos de Osorio.

En su estancia conoci¨® a Emilia Llanos, una ¨ªntima amiga del poeta c¨®mplice de las pesquisas de Pen¨®n y con quien mantiene una relaci¨®n epistolar que ahora rescata la escritora granadina.

Pen¨®n lleg¨® a establecer el emplazamiento de la fosa bajo un olivo, a 10 metros de la carretera y cerca de la Fuente Grande del hoy parque Garc¨ªa Lorca. Las cartas evidencian la voluntad de comprar los terrenos y Llanos le advierte en marzo de 1957 que la finca ha sido puesta a la venta. Dos meses m¨¢s tarde, desisten de la idea. ¡°Tenemos que dejarlo por ahora, no es oportuno¡±, escribe la amiga del poeta. Otros dos meses m¨¢s tarde Llanos le revela a Pen¨®n el porqu¨¦ de sus reparos: ¡°El que estaba all¨ª ya no est¨¢. ?Comprendes? Hace mucho tiempo se supone que est¨¢ en Madrid con la familia. Eso me ha contado una persona enterada¡±. Despu¨¦s de que Pen¨®n le interrogue sobre la fiabilidad de la fuente, Llanos mantiene en secreto su identidad ¡ª¡°una alta persona¡±, contesta en el tono sigiloso de las cartas, marcadas por el miedo a las represalias¡ª. ¡°S¨ª, el sitio fue en los olivos, despu¨¦s lo cambiaron de sitio¡±, concluye Llanos.

¡°Las cartas a?aden incertidumbre¡±, admite Osorio quien cree que el cuerpo de Lorca pudo ser trasladado por los franquistas, para evitar que el lugar se convirtiera en un lugar de peregrinaje de los dem¨®cratas, o por la propia familia, pero a otro punto del camino. La autora se niega a validar ninguna hip¨®tesis y participar en la vor¨¢gine generada en torno a la localizaci¨®n de los restos del autor. ¡°Se dicen muchas cosas y algunas tiene un punto de veracidad que solo generan confusi¨®n¡±, explica.