Hallado en M¨¦xico el altar m¨¢s importante del Imperio Azteca
Arque¨®logos descubren en el centro del D. F. una ofrenda azteca compuesta por 35 cr¨¢neos amalgamados con cal y arena
El subsuelo en el centro de la Ciudad de M¨¦xico es un tesoro a la espera de ser descubierto. En 1978 una cuadrilla de trabajadores de la empresa Luz y Fuerza del Centro se top¨® con una gran piedra mientras excavaban en la esquina de las calles de Guatemala y Argentina. Los electricistas encontraron una representaci¨®n de la diosa Coyolxauhqui, desmembrada por su hermano Huitzilopochtli. El jueves pasado, otro tesoro ha sido descubierto. El gran Tzompantli, el altar m¨¢s importante del Imperio Azteca, donde se empalizaban los cr¨¢neos de los sacrificados para los dioses, aguardaba a dos metros de profundidad en el n¨²mero 24 de la fecunda calle Guatemala.
El altar tiene al menos 13 metros de largo y seis de ancho. En su n¨²cleo tiene una estructura circular formada por restos humanos unidos con una argamasa de cal, arena y grava de tezontle, una piedra volc¨¢nica de color rojo porosa y muy ligera. ¡°Es un muro de tezontle con un recubrimiento de estuco y piso de lajas, orientado de norte a sur¡±, explic¨® este jueves Ra¨²l Barrera, del Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia (INAH), en una conferencia de prensa. Los arque¨®logos trabajaron en el predio por m¨¢s de cuatro meses, desde inicios de febrero hasta junio pasado.
El Tzompantli deja a la vista al menos 35 cr¨¢neos humanos, algunos de ellos con orificios en los huesos parietales, que podr¨ªan haber sido hechos despu¨¦s de haber empalado la cabeza de alg¨²n sacrificado. Los expertos aseguran que la mayor¨ªa corresponde a hombres adultos j¨®venes, pero tambi¨¦n los hay de mujeres y ni?os. Barrera no descarta que hallen m¨¢s. Muchos de los restos, consideran los expertos, pudieron haber sido removidos o alterados durante la conquista espa?ola, que precipit¨® la destrucci¨®n de Tenochtitlan y su recinto sagrado en 1521 (hoy conocido como Templo Mayor, a un costado de la Catedral metropolitana).
Tambi¨¦n se encontraron otros tesoros, manipulados en la Colonia, conformados por 21 cascabeles de cobre y cuentas de piedra verde.
Los arque¨®logos consideran, por las caracter¨ªsticas y materiales encontrados, que el altar corresponde a la sexta etapa constructiva del recinto sagrado, llevada a cabo entre 1486 y 1502. Parte de la estructura del Tzompantli fue destruida con el levantamiento de un edifico en la ¨¦poca colonial. En el piso, sin embargo, se observan las marcas donde se encontraban las vigas de madera donde se insertaban los cr¨¢neos.
Lo hallado coincide con las descripciones que se han hecho del M¨¦xico prehisp¨¢nico. El c¨®dice de fray Diego Dur¨¢n, en 1579, ya hablaba de altares en plataformas bajas y alargadas, como esta, desde donde sal¨ªan postes de madera con cr¨¢neos insertados. Fray Bernardino de Sahag¨²n hablaba de siete altares como este.
Las conquistas espirituales y militares y los siglos de la Colonia difuminaron las nociones de d¨®nde se encontraba el Templo Mayor. Este descubrimiento aporta a los arque¨®logos nueva informaci¨®n que ayuda a descifrar c¨®mo era la capital del Imperio azteca, la gran ciudad de Moctezuma II y Cuauht¨¦moc, antes de la llegada de los espa?oles. ¡°Ya se tiene la ubicaci¨®n precisa del Templo de Eh¨¦catl, el Juego de Pelota y del Tzompantli citado en fuentes hist¨®ricas de Hern¨¢n Cort¨¦s, Bernal D¨ªaz del Castillo y Andr¨¦s de Tapia¡±, explica Barrera.
Las exploraciones arqueol¨®gicas continuar¨¢n en el gran altar. Pero Francisco S¨¢nchez, coordinador nacional de Arqueolog¨ªa del INAH, no descarta que la zona pueda ser visitada por el p¨²blico en el futuro.
Calle Guatemala y otros hallazgos
A principios de siglo XX, Leopoldo Batres, hab¨ªa hallado en las inmediaciones de la calle Santa Teresa (hoy Guatemala) esculturas con formas de serpiente y restos humanos. En 1913, Manuel Gamio, explor¨® el predio contiguo. Hall¨® restos que seguramente forman parte del gran Tzompantli descubierto ahora. Sus excavaciones, en la esquina de lo que era Seminario y Santa Teresa, dejaron al descubierto una de las esquinas del Templo Mayor. Se debe a ¨¦l la localizaci¨®n del recinto sagrado azteca que hab¨ªa sido buscado por varios siglos.
El descubrimiento del gran Tzompantli se ha anunciado nueve meses despu¨¦s de que los expertos del INAH dieran con el inframundo de Teotihuac¨¢n, una de las zonas arqueol¨®gicas m¨¢s importantes de M¨¦xico. Los investigadores encontraron un t¨²nel de 102 metros de longitud debajo del Templo de la Serpiente Emplumada que representaba el mundo de los muertos. En ese espacio, que hab¨ªa estado vedado por m¨¢s de 1.800 a?os, se hallaron m¨¢s de 5.000 tesoros que los sacerdotes teotihuacanos hab¨ªan ofrendado a Tl¨¢loc, el dios de la lluvia. Algunos de esos objetos, como piedras de jade, caracolas talladas y vasijas de cer¨¢mica, han aportado a los cient¨ªficos informaci¨®n sobre una de las culturas m¨¢s importantes de Mesoam¨¦rica.
El mundo maya tambi¨¦n se apunt¨® descubrimientos en 2014. Varios expertos encontraron en mayo en un cenote de Tulum, Quintana Roo (sur del pa¨ªs), el esqueleto m¨¢s antiguo de Am¨¦rica. Naia, una joven que habit¨® la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n hace 12.000 a?os. Es un eslab¨®n b¨¢sico para confirmar el v¨ªnculo entre los primeros pobladores del continente y los ind¨ªgenas de hoy.
A algunos kil¨®metros de donde fue descubierta Naia, en la ciudad maya de Uxmal (en Yucat¨¢n), arque¨®logos del INAH hallaron una estructura enterrada debajo del Palacio del gobernador, de unos 1.500 a?os de antig¨¹edad. Esto ha confirmado que el complejo arqueol¨®gico es m¨¢s viejo de lo que se cre¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.