Telerrealidad y telenovelas como v¨ªa de escape
Los melodramas y las tertulias dominan en las cadenas en abierto de M¨¦xico
Un hombre moreno, de unos treinta a?os, aparece en la pantalla con los ojos llorosos. Con tono grave, explica el problema que lo ha llevado a desahogarse en un plat¨®. ¡°Mi novia me maltrata porque soy gordo¡±. Acto seguido, aparece la muchacha en una suerte de n¨²mero dram¨¢tico/musical que entrelaza secuencias de supuesto maltrato contra el joven y minutos despu¨¦s: el enfrentamiento entre ambos bajo los focos. La audiencia aplaude y abuchea como si estuviera en las gradas de un ring de lucha libre mexicana. Pero se supone que la escena es real, que los participantes son verdaderos y que su historia es aut¨¦ntica. Es la f¨®rmula de Laura, el programa que presenta la peruana Laura Bozzo en la televisi¨®n abierta de M¨¦xico, y que se ha convertido en l¨ªder indiscutible de su horario. Un ejemplo de lo que ven los mexicanos.
La popularidad de Bozzo es indiscutible. Una refugiada por los enfrentamientos entre autodefensas y narcotraficantes en Michoac¨¢n explicaba hace un a?o en Tijuana que la situaci¨®n en su pueblo hab¨ªa llegado a tal punto de gravedad que ¡°dec¨ªan que iba a ir la se?orita Laura¡±. Pero es solo un ejemplo del nutrido abanico de opciones que ofrece la televisi¨®n abierta mexicana.
Otro de los programas m¨¢s populares, La rosa de Guadalupe, es una emisi¨®n que mezcla la fe por la virgen de Guadalupe con historias ¡°inspiradas en la vida real¡±. El programa lleva en el aire ocho a?os. Sus cap¨ªtulos tienen un hilo com¨²n: una familia mexicana promedio atraviesa alg¨²n problema moral que, m¨¢gicamente, se resuelve una vez que aparece un viento milagroso capaz de quitar drogadicciones, perdonar cr¨ªmenes y evitar sexo premarital. El cap¨ªtulo El gal¨¢n muestra a dos j¨®venes que est¨¢n en su ¡°despertar sexual¡±. En su camino se atraviesa Berenice: ¡°una chava sin ning¨²n control pues su mam¨¢ est¨¢ sumergida en una profunda depresi¨®n por el abandono de su marido¡±, seg¨²n la define la sinopsis del cap¨ªtulo. La madre de uno de los j¨®venes encomienda a la virgen que su hijo no cometa ¡°grandes errores¡±. Minutos despu¨¦s, aparece el viento m¨¢gico y nadie se ha acostado con nadie.
El conservadurismo queda solo en unas emisiones. En los programas deportivos abundan las comentaristas que hablan poco y se limitan a aparecer con la menor cantidad de ropa posible. Igual pasa con el estado del tiempo, que suelen dar chicas curvil¨ªneas vestidas con faldas cortas y generosos escotes.
M¨¦xico fue el primer pa¨ªs de Am¨¦rica Latina en contar con un canal de televisi¨®n en abierto y los programas m¨¢s populares del siglo XX tambi¨¦n se convirtieron en los m¨¢s vistos de la regi¨®n. El Chavo del Ocho, los latenights presentados por la actriz Ver¨®nica Castro, el marat¨®nico programa de variedades Siempre en domingo y, sobre todo, las telenovelas, se convirtieron en una suerte de ¡°imperialismo mexicano¡± que rein¨® en las pantallas latinoamericanas durante d¨¦cadas. Todas las producciones bajo el mismo sello: Televisa.
Televisa mantuvo el poder casi absoluto de las pantallas mexicanas desde su aparici¨®n hasta los ¨²ltimos a?os en que dur¨® ininterrumpidamente en el poder el r¨¦gimen hegem¨®nico del Partido Revolucionario Institucional (PRI), entre 1929 y 2000. Hab¨ªa opciones, que subsist¨ªan con dinero p¨²blico, pero nada rivalizaba con Televisa. El Instituto Mexicano de la Televisi¨®n (Imevisi¨®n) era un organismo estatal que pretend¨ªa ofrecer una alternativa a la aplanadora que representaba la empresa de los Azc¨¢rraga. El Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) lo privatiz¨® en 1993 y as¨ª naci¨® TV Azteca. El espectro se abri¨® un poco pero las opciones no var¨ªan mucho de las que ofrece Televisa.
Si de televisi¨®n mexicana hablamos, es imposible no abordar las telenovelas. Su reinado ha llegado tan lejos que incluso son conocidas en los campamentos saharauis de Marruecos. Una de sus estrellas, Ver¨®nica Castro, fue recibida por Boris Yeltsin, que la condecor¨® como ¡°mejor actriz¡± tras el arrollador ¨¦xito de Los ricos tambi¨¦n lloran, la telenovela mexicana m¨¢s transmitida en el mundo. La producci¨®n de 1979 ha sido traducida a 25 idiomas y se ha transmitido en m¨¢s de 150 pa¨ªses.
En M¨¦xico, un pa¨ªs donde el 46,2% de su poblaci¨®n vive en la pobreza (y donde la cifra ha permanecido o id¨¦ntica o en aumento durante los ¨²ltimos 30 a?os), la televisi¨®n se convirti¨® en el ¡°escape¡± de su realidad. El fallecido Emilio Azc¨¢rraga Milmo, uno de los hombres m¨¢s poderosos de M¨¦xico y el mandam¨¢s de Televisa durante buena parte del siglo XX lo ten¨ªa as¨ª de claro. ¡°Nuestro mercado es muy claro: la clase media popular. La clase exquisita, muy respetable, puede leer para ver qu¨¦ dicen de Televisa. Ellos pueden hacer muchas cosas que los diviertan; pero la clase modesta, que es una clase fabulosa y digna, no tiene otra manera de vivir o de tener acceso a la distracci¨®n m¨¢s que la televisi¨®n¡±, dijo en 1993 durante un festejo por el abrumador ¨¦xito de Los ricos tambi¨¦n lloran.
El ascenso de la televisi¨®n de pago y las opciones de servicios de streaming, como Netflix, han conseguido ara?ar un trozo de la audiencia de los mayores canales abiertos del pa¨ªs. The Wall Street Journal indic¨® que tanto Televisa como TVAzteca hab¨ªan dejado de publicar sus ¨ªndices de audiencia desde 2011 y que una de las razones pod¨ªa ser la disminuci¨®n de sus datos. Pero el rating a¨²n sigue siendo lo suficientemente abultado como para subestimarlo: el mercado de la televisi¨®n abierta alcanza el 95% de los hogares mexicanos, muy por encima del 50% que concentra la televisi¨®n de paga y del 15% que tienen acceso a servicios como Netflix. Para muestra, un bot¨®n: la esposa del presidente de M¨¦xico, Ang¨¦lica Rivera, goza de una enorme popularidad tras haber protagonizado uno de los culebrones m¨¢s vistos en los ¨²ltimos a?os en M¨¦xico: Destilando amor, un remake de la colombiana Caf¨¦ con aroma de mujer.
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