Mart¨ªn Romero, el dibujante de muchas lunas
Su primer libro, 'Las fabulosas cr¨®nicas del rat¨®n taciturno', impact¨® con una combinaci¨®n de fantas¨ªa, crudeza y lirismo
En el ¨²ltimo libro de Mart¨ªn Romero (Xi¨®n, A Coru?a, 1981) hay un ¨¢rbol que ve pasar recuerdos enterrados a lo largo de su vida mientras es talado por un operario para que el cemento siga conquistando espacios que fueron verdes. La historieta se titula Memorias de un ¨¢rbol. En ella se suceden evocaciones luminosas, amargas, crueles y sabias. Los claroscuros de la vida. En el fondo las obras de Romero hablan de eso, de sue?os y decepciones, de preguntas sin respuesta, de pasiones turbias y amores huidizos, de infancias m¨¢s complejas que la atrapada en los anuncios de ropa, de la p¨¦rdida del para¨ªso.
Toda esta dosis de realidad, sin embargo, acaba siendo llevadera porque Romero la viste de irrealidad. En D¨ªas de vino y rosas se aman un lobo y una luna llena. El pantano est¨¢ protagonizado por un humanoide verde de buenos sentimientos que habita en aguas estancadas. Historias cortas que pertenecen a Episodios Lunares (Reino de Cordelia y Vidas de papel), el ¨²ltimo ¨¢lbum de Mart¨ªn Romero, donde encadena ocho relatos unidos por el influjo de la luna. L¨ªricos, extra?os, macabros, donde lo mismo se encuentran efluvios g¨®ticos que zombies de paseo.
Mart¨ªn Romero lleg¨® tarde al c¨®mic y pronto al mercado. ¡°Dibujaba de peque?o, pero no demasiado. En el instituto lo dej¨¦ totalmente de lado y lo retom¨¦ en serio a los 23 a?os, a ra¨ªz de leer c¨®mics alternativos. Fue como una revoluci¨®n mental. Empec¨¦ a investigar en esa l¨ªnea y a descubrir autores y lleg¨® un momento en el que dese¨¦ hacer mis propias historias¡±, recuerda por tel¨¦fono desde A Coru?a, pocos d¨ªas despu¨¦s de la clausura de Vi?etas desde o Atl¨¢ntico, el sal¨®n del c¨®mic que dirige Miguelanxo Prado donde se ha montado una exposici¨®n con los trabajos del dibujante que prob¨® suerte sin fortuna con la educaci¨®n f¨ªsica y el dise?o gr¨¢fico.
En 2006 Romero cre¨® su propio fanzine, Cabezudo, para publicar sus tebeos. ¡°No hab¨ªa estudiado Bellas Artes ni conoc¨ªa a nadie del mundillo hasta que empec¨¦ a contactar con otros autores de fanzines¡±. La autoedici¨®n no salva vidas, pero da aliento. ¡°Es una plataforma para dar a conocer el trabajo, a veces es la ¨²nica. Al mismo tiempo al ser t¨² quien controlas todo el proceso, tienes toda la libertad del mundo, sin nadie que te diga lo que tienes que hacer, y por otro lado, te ayuda a conocerte a ti mismo y a experimentar¡±.
Son los a?os de exploraci¨®n creativa y trabajos alimenticios en Barcelona (camarero, dependiente...) hasta que un buen d¨ªa se orden¨® a s¨ª mismo probar fortuna con el c¨®mic. Regres¨® a Galicia. Se estableci¨® en Santiago. ¡°Barcelona es una ciudad cara y yo no quer¨ªa tener que coger cualquier trabajo para vivir¡±. Se present¨® a la beca de La Alh¨®ndiga de Bilbao, que financiaba una residencia anual en Angulema (Francia) para llevar a cabo una novela gr¨¢fica, y bingo.
Durante 2010 vivi¨® en ¡°la burbuja¡± de Angulema, donde las calles tienen nombres de dibujantes y donde acaso deambulen m¨¢s autores de c¨®mic por metro cuadrado del mundo. ¡°Est¨¢s aislado de la vida real. Vas con una beca, despreocupado de todo, solo centrado en el trabajo. Evolucionas a pasos agigantados¡±, reflexiona. En ese a?o puso en pie su primera novela gr¨¢fica, Las fabulosas cr¨®nicas del rat¨®n taciturno (Apa Apa y Sins Entido), en la que reciclaba La Ratonera, una historieta de fanzine y la elevaba a terrenos superiores de la mano de ni?os en plena despedida de la infancia. De nuevo, atm¨®sferas m¨¢gicas y acontecimientos cotidianos. ¡°Me gusta la fantas¨ªa. Habla de los personajes. En vez de usar palabras, el imaginario o la fantas¨ªa puede representar de forma gr¨¢fica aspectos psicol¨®gicos¡±, expone el historietista.
Pel¨ªcula de animaci¨®n
Sus seres de aventuras reconocibles tienen aspectos extra?os. Objetos, animales o m¨¢scaras distorsionan a menudo la naturaleza humana de sus protagonistas. ¡°Da m¨¢s fuerza a las historias, las hace m¨¢s potentes que si fuesen un personaje normal¡±, sostiene.
Ese universo irreal se acent¨²a en Lost Horizon, un c¨®mic mudo de un centenar de p¨¢ginas que le encarg¨® una editorial de Montreal y que est¨¢ poblado por insectos gigantes y humanos que viven en un mundo posapocal¨ªptico. Quiz¨¢s a modo de contrapeso, su pr¨®xima novela gr¨¢fica, El compromiso, est¨¢ m¨¢s sujeta a las reglas del realismo, con un perdedor acuciado por algunas deudas como protagonista. Este a?o, adem¨¢s, se ha estrenado en el cine y ha participado en el filme de animaci¨®n Psiconautas, de Alberto V¨¢zquez, que se estrena en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n. Gracias a una nueva beca (VEGAP y Espacio Z) sigue aferrado en su d¨ªa a d¨ªa a las vi?etas, incluidos fanzines como La confusi¨®n del se?or Mustachi. Un gui?o a los or¨ªgenes.
Notas biogr¨¢ficas
Mart¨ªn Romero (Xi¨®n, A Coru?a, 1981). Prob¨® con la Educaci¨®n F¨ªsica y el Dise?o Gr¨¢fico sin ¨¦xito. Los c¨®mics alternativos le abrieron los ojos. Despu¨¦s de fanzines, su primer libro, Las fabulosas cr¨®nicas del rat¨®n taciturno, se public¨® en 2011.
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