El hombre que prestaba dinero al rey
Octavio Centuri¨®n fue el banquero m¨¢s importante de los reinados de Felipe III y Felipe IV. Carmen Sanz Ay¨¢n, premio Nacional de Historia, rescata su figura en una biograf¨ªa
La Rep¨²blica de G¨¦nova desempe?¨® un papel muy relevante en la Monarqu¨ªa espa?ola desde el descubrimiento de Am¨¦rica hasta mediados del siglo XVII, y ello no s¨®lo porque de la misma proced¨ªan Crist¨®bal Col¨®n, acogido en la corte de Isabel la Cat¨®lica, o el h¨¢bil militar y armador mercenario Andrea Doria al servicio del emperador Carlos V, sino por el papel desem?pe?ado por unos banqueros que apuntalaron financieramente a la Monarqu¨ªa espa?ola en sus ambiciones imperiales. La acad¨¦mica de la Real Academia de la Historia y catedr¨¢tica de la Complutense Sanz Ay¨¢n se ocupa precisamente en esta biograf¨ªa de Octavio Centuri¨®n (1575/1589?-1653), el banquero m¨¢s importante durante los reinados de Felipe III y Felipe IV, como prueba los 10 millones de ducados que adelant¨® a la Monarqu¨ªa espa?ola en 1602. No es el primer libro que la autora dedica a los banqueros de los Austrias, sin ir m¨¢s lejos el a?o pasado recibi¨® el Premio Nacional de Historia por su estudio sobre el papel desempe?ado por los banqueros extranjeros en la crisis de la Monarqu¨ªa hisp¨¢nica en 1640.
Centuri¨®n fue banquero de Felipe III y Felipe IV, reyes que aunque contaron con abundantes metales preciosos provenientes de las colonias americanas, elevaron la presi¨®n fiscal sobre sus s¨²bditos y acudieron a m¨¦todos heterodoxos para allegar ingresos a la Hacienda p¨²blica ¡ªcomo la alteraci¨®n del valor de la moneda quitando su contenido en plata¡ª y tuvieron que recurrir a los pr¨¦stamos de los banqueros genoveses para poder salvaguardar su maquinaria militar en Europa. Es decir, como apunta Sanz Ay¨¢n, el imperio espa?ol, para mantenerse como ente pol¨ªtico plurinacional, tuvo que contar con profesionales cualificados en la gesti¨®n de la deuda p¨²blica. Fue un negocio que ya estaba globalizado, como dir¨ªamos hoy. No s¨®lo se explican en esta monograf¨ªa los negocios de Centuri¨®n y c¨®mo lleg¨® a acumular grandes riquezas, sino tambi¨¦n los problemas morales que plantearon sus negocios.
El imperio espa?ol, para mantenerse como ente pol¨ªtico plurinacional, tuvo que contar con profesionales cualificados en la gesti¨®n de la deuda p¨²blica
La Iglesia cat¨®lica condenaba la usura concebida como el pago de cualquier tipo de inter¨¦s por un pr¨¦stamo ¡ªahora se considera usura el pago de un inter¨¦s exageradamente por encima del que rige en el mercado¡ª, y aunque los te¨®logos de la Escuela de Salamanca intentaron compaginar la doctrina cat¨®lica con los nuevos tiempos, todav¨ªa pesaba sobre la conciencia de los creyentes el rotundo veredicto contra los ricos recogido en las Sagradas Escrituras: "Es m¨¢s f¨¢cil que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el reino de Dios".
Los monarcas y sus servidores p¨²blicos intentaron lavar el prestigio del banquero ennobleci¨¦ndole gracias a la concesi¨®n de los h¨¢bitos de las ¨®rdenes militares de Santiago y Calatrava y el t¨ªtulo de marqu¨¦s de Monesterio, y nombr¨¢ndole tanto miembro de los consejos de Hacienda y Guerra como tesorero de las dos esposas de Felipe IV. Por su parte, Centuri¨®n contribuy¨® a mejorar su imagen con las numerosas obras filantr¨®picas y caritativas que emprendi¨®.
No todo en ese libro es an¨¢lisis del negocio de un banquero, su ¨¦xito y sus problemas morales, tambi¨¦n se trata de c¨®mo invirti¨® parte de sus ganancias en arte y palacios, faceta de mecenas que estimul¨® la actividad de numerosos artistas en Espa?a y en G¨¦nova. A pesar de todo, estos banqueros, como muchos en la actualidad, no se vieron libres de acusaciones de abusos y malas pr¨¢cticas, como denunci¨® Quevedo con su habitual estilo mordaz.
En suma, esta biograf¨ªa de Centuri¨®n est¨¢ bien escrita y no tiene nada que envidiar a la amenidad de las numerosas novelas hist¨®ricas cuyas tramas se ubican en el siglo XVII. Lo atractivo del trabajo de Sanz Ay¨¢n es que el lector tiene la oportunidad de adentrarse en el Siglo de Oro de la mano de un texto fiel a los documentos de la ¨¦poca.
Un banquero en el Siglo de Oro. Octavio Centuri¨®n, el financiero de los Austrias. Carmen Sanz Ay¨¢n. La Esfera de los Libros. Madrid, 2015. 334 p¨¢ginas. 24,90 euros
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