La sangre nueva del fotoperiodismo
El festival Visa pour l¡¯Image re¨²ne a las ¨²ltimas hornadas del reporterismo en Perpi?¨¢n
El fotoperiodismo vuelve a invadir Perpi?¨¢n. La 26? edici¨®n de Visa pour l¡¯Image, festival de referencia que aspira a tomar anualmente la temperatura de la fotograf¨ªa de prensa en todo el mundo, tiene lugar hasta el 13 de septiembre en una decena de sedes del centro de la ciudad francesa, convertida en lugar de encuentro para profesionales y aficionados. En el programa de esta edici¨®n, compuesto por 24 muestras gratuitas y decenas de proyecciones nocturnas al aire libre, sobresale una voluntad de apertura a las nuevas generaciones del reporterismo. ¡°No fue premeditado escoger a tantos j¨®venes, porque no creo en las cuotas. Para m¨ª, solo existen dos categor¨ªas: los buenos fot¨®grafos y los malos¡±, afirma el director del festival, Jean-Fran?ois Leroy. ¡°Sin embargo, que haya tantos j¨®venes con talento me tranquiliza. Demuestra que, pese a las dificultades que vive el sector, esta profesi¨®n no est¨¢ muerta¡±.
El menor de todos ellos es el franc¨¦s ?douard Elias, de 24 a?os, que en 2013 pas¨® diez meses secuestrado en Siria. En Perpi?¨¢n expone su ¨²ltima serie, sobre la acci¨®n de los soldados de la Legi¨®n Extranjera del ej¨¦rcito franc¨¦s en la Rep¨²blica Centroafricana, de la tensa espera en la retaguardia al combate, en plena tormenta de arena, en las trincheras de Bambari. El conflicto b¨¦lico y las turbulencias pol¨ªticas vuelven a ser, un a?o m¨¢s, el eje central de un programa especialmente duro, plagado de im¨¢genes que no dejan indemne a nadie.
El venezolano Alejandro Cegarra, de 26 a?os, indag¨® durante meses en la herencia de Hugo Ch¨¢vez en Venezuela, donde sus seguidores aspiran a perpetuar su legado, mientras que el somal¨ª Mohamed Abdiwahab, de 28 a?os y formado a trav¨¦s un curso por correspondencia, retrat¨® la dif¨ªcil situaci¨®n de su pa¨ªs, casi inaccesible para los reporteros extranjeros. Gracias a su nacionalidad, el ruso Sergey Ponomarev, de 35 a?os, logr¨® adentrarse en la Siria de Asad para retratar la perturbadora cotidianidad de quienes viven bajo las bombas. En una imagen, un ni?o parece celebrar su cumplea?os entre los escombros. En otra, una familia regresa al apartamento que abandon¨® dos a?os atr¨¢s para instalarse de nuevo en ¨¦l, pese a estar en ruinas.
Entre los profesionales expuestos tambi¨¦n figuran m¨¢s mujeres de lo habitual. Entre ellas, fot¨®grafas que apenas superan la treintena, como Diana Zeyneb Alhindawi, reportera rumanoiraqu¨ª que retrata a las v¨ªctimas de violaciones en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo; o la canadiense Adrienne Surprenant, que indaga en los preparativos para la construcci¨®n del nuevo canal interoce¨¢nico en Nicaragua, tres veces mayor que el de Panam¨¢. Por su parte, la francesa Viviane Dalles, de 36 a?os, sigui¨® durante meses a las madres adolescentes en el norte franc¨¦s, mientras que la estadounidense Nancy Borowick, de 30 a?os, hizo una cr¨®nica del tratamiento m¨¦dico de sus padres, a quienes se diagnostic¨® un c¨¢ncer avanzado a la vez, en una de las series m¨¢s devastadoras de esta edici¨®n. En ella desaparecen las fronteras entre lo p¨²blico y lo privado. ¡°Si me dedico a esto, es para contar historias a trav¨¦s de la imagen. La fotograf¨ªa no solo es mi trabajo, sino tambi¨¦n mi vida, mi carrera, mi pasi¨®n y una gran parte de quien soy¡±, explica Borowick, que decidi¨® rendir homenaje a sus progenitores en el ¨²ltimo episodio de sus vidas.
Los consagrados
Pese al rejuvenecimiento, el festival no gira la espalda a las figuras consagradas. La gran retrospectiva de esta edici¨®n homenajea a Eli Reed, gran fot¨®grafo de la agencia Magnum. Revisa su trayectoria de m¨¢s de 50 a?os a trav¨¦s de casi 300 fotograf¨ªas, que configuran una especie de retrato colectivo de la poblaci¨®n estadounidense. Otro veterano como el alem¨¢n Gerd Ludwig recorre el circuito tur¨ªstico de la antigua central de Chern¨®bil y la ciudad fantasma de Pripyat, donde vivieron 50.000 personas antes de la cat¨¢strofe nuclear. Por su parte, Daniel Berehulak sigue los estragos de la epidemia del ¨¦bola en ?frica Occidental, mientras que Stephanie Sinclair retrata a las llamadas diosas vivientes del Nepal, preadolescentes del valle de Katmand¨² veneradas por su parecido con una deidad protectora. Adem¨¢s, una exposici¨®n rinde homenaje a Charlie Hebdo a trav¨¦s de decenas de im¨¢genes que revisitan la historia de la revista sat¨ªrica.
El toque hispano
Dos nombres aportan un toque hispano al programa. El madrile?o Juan Manuel Castro Prieto, de la agencia Vu y reputado positivador, retrata a las comunidades rurales de las cordilleras del Per¨². El argentino Andr¨¦s Kudacki sigui¨® tres a?os a v¨ªctimas de desahucios en Espa?a. Las im¨¢genes desprenden una intimidad capturada en el instante en que la polic¨ªa llamaba a la puerta.
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