El peque?o gran libro del que no quiere hablar la televisi¨®n de Mas

Todos los pa¨ªses federales calculan oficialmente sus balanzas fiscales internas: no es as¨ª. Espa?a extrae de Catalu?a un exceso de aportaci¨®n de 16.000 millones de euros, lo que representa el mayor ¡°expolio¡± mundial: la cifra es incorrecta, completamente exagerada. Si Catalu?a fuese independiente podr¨ªa disponer autom¨¢ticamente de esos 16.000 millones para mejorar su bienestar, evitar recortes y amortizar su deuda: no es cierto. La independencia es la ¨²nica soluci¨®n a los problemas de los catalanes: es un espejismo. No supondr¨ªa la salida de la Uni¨®n Europea: es una falacia.

Estos son solo algunos de los mitos fabricados por el nacionalismo catal¨¢n en los ¨²ltimos a?os, que son cuidadosamente decompuestos, desarticulados y esterilizados en un texto de impecable factura debido a Josep Borrell y Joan Llorach, y que le ha valido al primero la fulminante censura de la televisi¨®n p¨²blica de Artur Mas.

Se trata de un oportun¨ªsimo peque?o gran libro que sorprender¨¢ a quienes consideran al ex presidente del Parlamento Europeo como un ogro centralista. El texto no parte de las premisas del unionismo inmovilista, sino del integracionismo de aroma federal. Reconoce que los impuestos los pagan los ciudadanos individuales, pero tambi¨¦n que se agrupan en entidades territoriales. No niega como tantos la viabilidad de un Estado independiente catal¨¢n, sino su conveniencia. No considera que ¨²nicamente Calu?a tiene un problema en su relaci¨®n con el conjunto de Espa?a, sino que tambi¨¦n esta lo tiene en relaci¨®n con los catalanes. Y en vez de denostar hasta el insulto los planteamientos de los l¨ªderes secesionistas, como suele la caverna, los pone ante su propio espejo, investiga de d¨®nde nacen y si tienen alguna base num¨¦rica o jur¨ªdica s¨®lida. Y lo hace desde el respeto a los ciudadanos independentistas por ¡°sentimiento¡±, pero desde la cr¨ªtica feroz a las falsedades creadas para a?adir a estos un aluvi¨®n de secesionistas ¡°racionales¡± atentos a argumentos y c¨¢lculos¡­ que resultan inventados.

El resultado de este contraste es espectacular. Borrell y Llorach recuperan de entrada las a?ejas declaraciones unionistas de Mas: ¡°El pacto fiscal es el camino, ?o qu¨¦ vamos a hacer ahora, un planteamiento a corto plazo que adem¨¢s de todos los problemas que tenemos dentro de Catalunya, nos parta, nos divida al pa¨ªs en dos?¡± (exactamente lo que est¨¢ sucediendo). Rescatan la carta de Oriol Junqueras a todos los eurodiputados propalando la tesis de que el d¨¦ficit fiscal catal¨¢n superior a un 8% es un disparate si se compara con el presunto tope del 4,5% entre los l?nder alemanes: y documentan con testimonios oficiales que ese l¨ªmite alem¨¢n es falso, por inexistente. Critican el c¨¢lculo de ese d¨¦ficit en una cuant¨ªa pr¨¢cticamente inmutable y eterna por el m¨¦todo menos adecuado de los que se usan para estimar las balanzas fiscales (lo que una comunidad aporta y lo que recibe). Demuestran que el principal fallo del secesionismo en la operaci¨®n matem¨¢tico-ideol¨®gica radica en ignorar primero y minusvalorar despu¨¦s los costes de los servicios (fuerzas armadas, diplomacia¡­) que un Estado independiente deber¨ªa financiar y ahora son comunes. Y estiman el d¨¦ficit fiscal real, esto es, el exceso (a corregir) de la contribuci¨®n catalana, en una horquilla entre un 1% y un 1¡¯82% del PIB, entre la cuarta y la octava parte del mantra nacionalista.

En vez de denostar hasta el insulto los planteamientos de los l¨ªderes secesionistas, como suele la caverna, los pone ante su propio espejo

Si la deconstrucci¨®n de este ¨²ltimo resulta dif¨ªcilmente refutable, algunos aspectos de la construcci¨®n alternativa de Borrell y Llorach necesitar¨ªan un complemento: a la hora de calcular la financiaci¨®n auton¨®mica conveniente seg¨²n el criterio m¨¢s equitativo de pagar por riqueza y recibir por poblaci¨®n, podr¨ªan haber tenido en cuenta los estudios ¨Cm¨¢s completos en cuanto a n¨²mero de ejercicios analizados¡ªde la profesora Maite Vilalta, que arrojan un superior d¨¦ficit a corregir. Y cuando estiman las (siempre escasas) inversiones estatales regionalizadas, son algo ambiguos en el manejo de los plazos: hacen poco hincapi¨¦ en la persistencia a largo plazo de unas carencias que lastran la econom¨ªa de vanguardia en Espa?a en perjuicio de todos. Pero esas escasas insuficiencias para nada lastran el extraordinario valor de un libro cuidado, preciso, respetuoso, desmitificador y valiente. Y por tanto, justo merecedor de la censura inquisitorial.

Las cuentas y los cuentos de la independencia. Josep Borrell y Joan Llorach. La Catarata. Madrid, 2015. 159 p¨¢ginas. 15 euros