DCode de d¨ªa: m¨²sica, comida sobre ruedas y... beb¨¦s
Un paseo por el festival madrile?o, que por primera vez abre sus puertas a mediod¨ªa
¡°Hasta que tengamos poder para decidir d¨®nde va, vendr¨¢ con nosotros a festivales, as¨ª que la traemos desde ya, para que se vaya acostumbrando¡±, Carolina, mam¨¢ primeriza ha estrenado a su hija Carlota en la m¨²sica con el Dcode. La ni?a naci¨® hace poco m¨¢s de dos meses y ah¨ª est¨¢ en su carrito, sin inmutarse por el jaleo que est¨¢n montando de fondo la banda Wolf Alice, que no hace precisamente canciones de cuna. Es el primer a?o que la cita madrile?a abre sus puertas en horario matinal, desde las 11.30. Muchos padres festivaleros han aprovechado para iniciar a sus polluelos en este rito. Para los asistentes que ven¨ªan de fuera de Madrid tambi¨¦n ha sido todo un regalo, ya que han podido aprovechar desde bien temprano el viaje.
En el c¨¦sped que comienza a llenarse a eso de la una de la tarde una familia festivalera de pro. Eva y Jes¨²s, ambos de Madrid, escuchan la m¨²sica junto a sus hijos ?lex, de 10 a?os y Hugo de 6. En el m¨®vil ense?an fotograf¨ªas de otras citas como en Low de Benidorm y el Sansan de Gand¨ªa. En todas ellas aparece Hugo, el m¨¢s dicharachero de los dos, con la misma camiseta de Kiss que luce hoy. ¡°Le encanta y se la vamos comprando en diferentes tallas¡±. En alguna de las im¨¢genes, el peque?o todav¨ªa sale con unos cascos gigantes. ¡°Es el protector de t¨ªmpano, a los cuatro a?os ya se lo quitamos, nos ponemos un poco alejados de los altavoces y ya est¨¢¡±, cuenta Eva. Estos hermanos ya son fan¨¢ticos de la m¨²sica de Efecto pasillo y Second, un grupo este segundo, que escuchan mucho con su padre. ¡°Ahora muchas veces ya vamos a ver a los grupos que les gustan a ellos m¨¢s que a los nuestros¡±, comentan entre risas.
Un poco m¨¢s adelante, entre un p¨²blico que comienza a entrar en calor sobresale la cara ensimismada de Irene, de 3 a?os, con unos cascos rosas m¨¢s grandes que su cabecita. Est¨¢ subida a los hombros de Nacho, su padre. ¡°Le est¨¢ encantando, ella flipa con todo esto¡±. Es la primera vez que la trae a un festival. ¡°Por la comodidad que ofrece este, porque tienen una zona de ni?os genial y porque quer¨ªa que viera lo que es esto¡±, cuenta ¨¦l esquivando el bolsito que ella tiene en su mano y del que asoma un conejo de peluche.
Pero no solo los peque?os pululaban por el Dcode diurno. A eso del mediod¨ªa empezaban a aparecer las primeras cervezas en manos de los asistentes, aunque todav¨ªa estaban a la par con refrescos y alg¨²n que otro redbull, que anunciaba, tal vez, la necesidad de reponer fuerzas tras una noche de fiesta pre Dcode. La caseta para cambiar dinero por tokens, la moneda de los festivales, a¨²n no estaba del todo llena, pero alguno que otro ya cambiaba una buena cantidad en previsi¨®n de lo que pod¨ªa dar de s¨ª la jornada.
El d¨ªa hab¨ªa amanecido con nubes, pero la aplicaci¨®n del tiempo de los smatsphones que varios consultaban en el acceso, no anunciaba lluvia. Uf, menos mal. De hecho, conforme avanzaba el d¨ªa el cielo se despejaba y llegaba el calor que obligaba a un empleado de seguridad a echarse un botell¨ªn de agua fresca por la cabeza de forma discreta tras una de las vallas cercanas a la zona del merendero.
El Dcode de este a?o tambi¨¦n es el de las food trucks, las caravanas de comida. Hay de todo: comida mexicana, kebabs, molletes, perritos, hamburguesas...?hasta zumos detox!. Andre¨ªna y Julio son dos de los que ocupan una de estas furgonetas alimenticias. ¡°Nosotros llevamos un a?o en esto y hemos notado que se ha puesto de moda, cada fin de semana pr¨¢cticamente vamos a un evento como este¡±, explica ¨¦l. La suya es una furgoneta granate pero tambi¨¦n hab¨ªa una met¨¢lica m¨¢s cuca y peque?a y otra a lo grande que en un tiempo pasado fue un autob¨²s.
Entre un concierto y otro, en un c¨ªrculo, dos Santis, Joseba, Josemi, Jes¨²s y Mar¨ªa charlan tranquilamente. La mitad de Madrid y la otra de Navarra, la ¨²nica chica se encarga de dejar claro cu¨¢l es su grupo predilecto: ¡°?Crystal Fighters!¡±. ¡°Es un festival y es en Madrid... hay que venir ?no?¡±, apunta uno de los Santis como una verdad indiscutible, ¡°lo ¨²nico malo es eso de no poder volver a entrar si sales a partir de las cuatro¡±. A unos metros, Marta y Laura, de 20 y 22 a?os, han venido desde Le¨®n y no dudan de que aguantar¨¢n en el recinto hasta que la organizaci¨®n las eche, total, hasta el domingo a mediod¨ªa no tienen el bus de vuelta a su ciudad. ¡°Queremos ver a Izal, Supersubmarina, Vaccines...¡±,cuentan, una con un llamativo pelo rojo y la otra con una corona de flores. Ambos looks ideales para una jornada as¨ª. Los flecos y las camisas de flores tambi¨¦n han tenido su momento de gloria en esta cita, como es habitual en los festivales. Todo muy moderno.
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