Adi¨®s Asia, hola Latinoam¨¦rica

En pol¨ªtica y econom¨ªa internacional, los expertos vigilan cada movimiento nacional o continental para intentar adivinar el futuro. En cine, existen movimientos s¨ªsmicos similares, y los festivales sirven para atisbar las llegadas de las mareas. Las oleadas cambian seg¨²n las temporadas, y as¨ª se ha pasado en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas del cine chino al iran¨ª, de ah¨ª a los Balcanes y los turcos, los rumanos, los filipinos y ahora, los latinoamericanos. La Mostra de Venecia es el certamen m¨¢s veterano del mundo del cine (ha cumplido su 72? edici¨®n) y curiosamente ha sido el ¨²ltimo en entregar su m¨¢ximo galard¨®n a un filme latinoamericano: nunca antes un Le¨®n de Oro hab¨ªa hablado espa?ol o portugu¨¦s. Hasta ayer, con la venezolana Desde all¨¢. Y para que esto ocurriera ha tenido mucho que ver seguramente que el presidente del jurado fuera el mexicano Alfonso Cuar¨®n. Alberto Barbera, director del festival, ya hab¨ªa avisado: el cine m¨¢s interesante procede ahora de Latinoam¨¦rica, y remarcando ese hecho uno de los homenajeados en esta edici¨®n ha sido otro mexicano, Arturo Ripstein.

Hubo algunos que se han quedado cerca del Le¨®n de Oro, como el argentino Fernando E. Solanas, gran premio del jurado en 1985 con Tangos, un trofeo que repiti¨® en 2004 Alejandro Amen¨¢bar con Mar adentro o como ?lex de la Iglesia, que obtuvo en 2010 el Le¨®n de Plata a la mejor direcci¨®n y el premio al mejor guion con Balada triste de trompeta. A estos se suma desde ayer el argentino Pablo Trapero con El clan, galardonado a la mejor direcci¨®n.

Desde all¨¢ es la segunda pel¨ªcula venezolana en ganar un festival de los cuatro grandes, tras la Concha de Oro en 2013 para Pelo malo, de Mariana Rond¨®n. Es el colof¨®n a una racha venezolana a la que habr¨ªa que sumar el Goya de 2014 para Azul y no tan rosa, de Miguel Ferrari, primer "cabez¨®n" para este pa¨ªs. A pa¨ªses tradicionalmente potentes en cine como Cuba, Argentina o M¨¦xico, y otros que han tenido oleadas intermitentes de estupendas generaciones como Brasil, Chile o Colombia, empiezan a sumarse otras naciones como Per¨², Uruguay o, atenci¨®n a su pr¨®ximo estallido, Rep¨²blica Dominicana. Hay nuevos directores, leyes que ayudan mucho m¨¢s la creaci¨®n cinematogr¨¢fica, aumentos significativos ¨Ccomo no se ha hecho en Espa?a- de las desgravaciones fiscales. Por hacerse una idea del nuevo poder¨ªo, este a?o en el ¨²ltimo festival de Cannes la C¨¢mara de Oro, que premia la mejor primera pel¨ªcula en cualquier secci¨®n, fue para la colombiana La tierra y la sombra, de C¨¦sar Augusto Acevedo; el Art Cinema de la Quincena de los Realizadores recay¨® en la tambi¨¦n colombiana El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra, y la argentina Paulina (La patota), de Santiago Mitre, se alz¨® con el galard¨®n de la Semana de la Cr¨ªtica.

En el festival por excelencia del cine, el de Cannes, solo ha habido dos ganadores latinoamericanos: Luis Bu?uel en 1960, con la hispanomexicana Viridiana, y al a?o siguiente El pagador de promesas, del brasile?o Anselmo Duarte. Solo Carlos Saura ha obtenido el Gran Premio del Jurado, por Cr¨ªa cuervos, en 1976. Ha habido m¨¢s reconocimientos en guion y direcci¨®n (galardones a los que los mexicanos han sacado buen partido en el ¨²ltimo lustro).

En la Berlinale ha habido ganadores espa?oles del Oso de Oro ¨Chasta seis- pero solo tres latinoamericanos: los brasile?os Walter Salles (Estaci¨®n Central de Brasil) y Jos¨¦ Padilha (Tropa de ¨¦lite) y la peruana Claudia Llosa (La teta asustada). Hay que reconocer que el certamen alem¨¢n est¨¢ muy atento al cine latinoamericano, y que un repaso a su programaci¨®n anual muestra m¨²ltiples obras en portugu¨¦s y espa?ol.

Por supuesto en San Sebasti¨¢n ha albergado mayor cantidad de cine latinoamericano, que ha recibido m¨¢s premios: entre las Conchas de Oro est¨¢n el argentino Alejandro Agresti con El viento se llev¨® lo que, el chileno Orlando L¨¹bbert con Taxi para tres, el mexicano Arturo Ripstein que ha ganado en dos ocasiones, con Principio y fin (1993) y La perdici¨®n de los hombres (2000) y el argentino Adolfo Aristarain con Un lugar en el mundo.

El estallido actual tiene mucho que ver con los cambios legislativos, con los apoyos econ¨®micos, pero tambi¨¦n con la efervescencia de un continente, de los m¨¢s j¨®venes en poblaci¨®n del planeta, en el que los nuevos directores conviven con las viejas glorias ¨Cel mejor ejemplo es M¨¦xico-, en que los cineastas saben contar historias locales con aspiraciones universales¡­ Por desgracia, el cine no circula de pa¨ªs en pa¨ªs, no existen estrenos constantes mexicanos en Argentina (por ejemplo), y los aficionados no pueden ver en salas comerciales las pel¨ªculas de sus pa¨ªses vecinos. Y eso que s¨ª hay colaboraci¨®n creativa internacional: Desde all¨¢ est¨¢ producida por los mexicanos Michel Franco y Guillermo Arraiga, que tambi¨¦n ha colaborado en el guion, y su protagonista es Alfredo Castro, el gran actor chileno. ?Podr¨¢ verse Desde all¨¢ en sus pa¨ªses?