Recordando a pap¨¢ Otis Redding
La hija del m¨ªtico cantante rememora la figura de su padre en el 50 aniversario de ¡®Otis Blue¡¯
Karla ten¨ªa cinco a?os cuando su padre muri¨® en un accidente de avi¨®n. No recuerda nada de aquel tr¨¢gico d¨ªa menos una cosa: las im¨¢genes de televisi¨®n. ¡°Es de lo ¨²nico que verdaderamente me acuerdo: todo fue muy confuso menos las noticias de la televisi¨®n diciendo que mi padre hab¨ªa muerto tras estrellarse el avi¨®n. Casi asocio su muerte m¨¢s a esa noticia que al recuerdo de mi padre. Mi madre nos mand¨® a mis hermanos y a m¨ª a casa de mis abuelos. Luego supe que se hab¨ªa ido a recoger el cuerpo de mi padre a otra ciudad¡±. Su padre era Otis Redding, la gran voz del soul, fallecido, junto a miembros de su banda de acompa?amiento The Bar-Keys, en la ma?ana del 10 de diciembre de 1967 en Lake Monona, en las afueras de Madison, tras estrellarse la aeronave en la que viajaban a s¨®lo tres minutos de su destino.
La m¨²sica popular perd¨ªa a uno de los mejores cantantes de la historia. Redding, el artista que le hab¨ªa dado el esplendor m¨¢s ferviente al soul, se encontraba en su momento ¨¢lgido cuando se fue para siempre. De hecho, poco despu¨¦s de morir, Sittin¡¯ the dock of the bay alcanzaba el n¨²mero uno. La gran estrella de la m¨²sica negra no pudo ver c¨®mo aquella canci¨®n, descrita por ¨¦l mismo como una composici¨®n de folk-soul, se convertir¨ªa en su mayor ¨¦xito. Es m¨¢s: Sittin¡¯ the dock of the bay estaba pensada para ser el trampol¨ªn definitivo de Redding al mundo del pop. ¡°Le encantaba la m¨²sica pop. Mi madre ha conservado muchos de los discos que compr¨®. En su colecci¨®n estaban los Rolling Stones, Beatles, Grateful Dead, Jimi Hendrix, Janis Joplin... Quer¨ªa conocer el pop, le gustaba tanto la m¨²sica que no quer¨ªa quedarse en el soul¡±, explica Karla Redding, hija del m¨ªtico int¨¦rprete.
Karla, de 53 a?os, entonces era una ni?a, la mediana de tres hermanos, que se qued¨® sin padre demasiado pronto. En conversaci¨®n telef¨®nica desde Macon, su ciudad natal, reconoce que no son muchos los instantes que conserva en su memoria con Otis. ¡°Todos los recuerdos que tengo est¨¢n asociados a acompa?ar a mi padre en sus viajes. Viaj¨¢bamos mucho y a m¨ª me encantaba. Era muy excitante para una ni?a de Macon como yo tener un padre que viajaba tanto¡±, recuerda. En Macon, una ciudad sure?a en pleno coraz¨®n de Georgia, uno de los Estados m¨¢s pobres de Norteam¨¦rica, viajar de esa forma en aquella ¨¦poca no era lo normal. Su propio padre bien lo sab¨ªa.
Nacido en Dawson, Otis Redding se crio en el seno de una familia pobre. Su familia dej¨® Dawson cuando al progenitor, Otis Redding Sr, un aparcero que tambi¨¦n ejerc¨ªa de predicador en la Iglesia, le sali¨® trabajo en Macon. Se instalaron en Tindall Heights, una zona de edificios de protecci¨®n oficial. Como a tantos cantantes afroamericanos, la iglesia, ese imprescindible lugar de reuni¨®n y actividad vecinal para la comunidad negra en la sociedad estadounidense, le sirvi¨® al joven Otis para desarrollar su amor por la m¨²sica. ¡°Mi padre no tuvo educaci¨®n musical a trav¨¦s de una escuela, pero, como mi abuelo, pertenec¨ªa a la Iglesia Baptista de la comunidad. Aprendi¨® a cantar ah¨ª¡±, explica Karla. ¡°Mis abuelos me contaron lo que le entusiasmaba la m¨²sica desde ni?o. Fue en la iglesia baptista de Vineville donde cant¨® en el coro y luego le gust¨® tanto que, siendo todav¨ªa un adolescente, le dijo a mi abuelo que se iba a dedicar a cantar aunque le costara la vida¡±.
En septiembre de 1959, a la edad de 18 a?os, Redding conoci¨® a Zelma Attwood, una camarera de Macon. Tuvieron un noviazgo de dos a?os antes de casarse en agosto de 1961. Fruto de esa uni¨®n nacieron tres hijos: Dexter, Karla y Otis III. ¡°Mi madre me ha dicho m¨¢s de una vez que nunca imagin¨® que mi padre tuviese tanto talento. Dedicaba las 24 horas del d¨ªa a querer mejorar en la m¨²sica¡±, dice Karla.
La hija de Otis Redding habla con entusiasmo de su progenitor. Es la figura de un padre idealizado, al que apenas lleg¨® a conocer. Pero ella insiste en destacar el tipo de persona que fue. ¡°En Macon, mucha gente que le conoci¨® me recuerda lo maravilloso que era como m¨²sico, lo que les transmite con sus canciones. Suenan como si hubiesen sido compuestas ayer, incluso en algunas esquinas todav¨ªa puedes o¨ªr a alguna pandilla cantarlas. Pero lo que m¨¢s me gusta es o¨ªr a tanta gente que me dice lo buena persona que era¡±, cuenta. ¡°Por encima de todo, era un tipo normal. Esto que digo no es algo que diga por decir. El nombre de mi padre tiene mucha historia, es un icono de la m¨²sica, y destacar lo normal que era creo que es toda una virtud¡±.
A decir verdad, a Redding no se le conocen gestos de estrellona como a un James Brown. Tampoco que se involucrase activamente en asuntos pol¨ªticos durante su convulsa ¨¦poca, aunque en 1966 particip¨® en el supergrupo The Soul Clan, junto a Solomon Burke, Wilson Pickett, Don Covay, Ben E. King y Joe Tex, que intent¨® a trav¨¦s de un disco dar conciencia a la comunidad negra a trav¨¦s del soul. De hecho, el papel de Redding fue especialmente simb¨®lico. Con su pasional forma de cantar y concebir la m¨²sica, aport¨® una identidad extraordinaria a los negros norteamericanos en plena segregaci¨®n, como antes de otra forma hicieron los bluesmen del Mississippi o los jazzmen del be-bop. ¡°No era un hombre involucrado en la lucha de los derechos civiles como un asunto pol¨ªtico, pero cre¨ªa profundamente en el respeto. Ve¨ªa la m¨²sica como un poderoso elemento para conectar a las personas¡±, sostiene su hija, que est¨¢ al frente de una fundaci¨®n en Macon para impulsar la m¨²sica con los j¨®venes y ni?os.
Otis Blue, publicado en septiembre de hace 50 a?os, es tal vez el mejor exponente del significado de Otis Redding en la m¨²sica popular. Ahora, este ¨¢lbum capital est¨¢ de aniversario y se reedita con material extra: tomas alternativas de canciones como Respect, Shake u Ole Man Trouble y pistas en directo recogidas en el Whisky A Go Go o su gira europea de 1967. ¡°Otis Blue lo considero una obra maestra de toda la historia de la m¨²sica¡±, afirma Karla. ¡°El soul sirve para mostrar altas emociones: amor, pasi¨®n, alegr¨ªa, tristeza... Es una m¨²sica poderosa¡±, a?ade, aunque reconoce que la canci¨®n favorita de su padre no se recoge en ese ¨¢lbum: ¡°Es Love Man. Creo que describe a la perfecci¨®n qui¨¦n era Otis. Era alguien que, por encima de todo, quer¨ªa amar a las personas. A mi madre, a sus hijos, a su comunidad, a sus fans¡¡±.
Otis Redding, una voz eterna, un gigante del soul, un mito¡ y tambi¨¦n un padre ausente, aunque, en esto ¨²ltimo, gracias al extra?o poder de la m¨²sica, no del todo, tal y como asegura su propia hija: ¡°He conectado con mi padre a trav¨¦s de sus discos. A medida que ido creciendo, he escuchado sus discos para conocer las emociones de las que habla. Suelo dedicar una parte de los s¨¢bados a escuchar discos de soul y recurro mucho a los de mi padre. ?Por qu¨¦? Nadie expresa esas emociones como mi pap¨¢¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.