Mar¨ªa Rozal¨¦n: del conservatorio al disco m¨¢s vendido
La cantautora, elogiada por Alejandro Sanz y Joaqu¨ªn Sabina, publica 'Qui¨¦n me ha visto...'
No ha pasado un mes desde que Mar¨ªa Rozal¨¦n (Letur, 1986) estren¨® su segundo disco, y ya ha alcanzado el podio de los ¨¢lbumes f¨ªsicos m¨¢s vendidos. Quien escucha sus letras puede adivinar en ellas mucho de la vida de esta cantautora curtida en conservatorio. Cuatro a?os despu¨¦s desde que lleg¨® a Madrid con poco m¨¢s que una guitarra pendiente de su espalda, el pasado 11 de septiembre estren¨® su segundo ¨¢lbum, Qui¨¦n me ha visto... Por el camino ha recibido halagos y cr¨ªticas ("m¨¢s buenas que malas", aclara), pero para definirse ya est¨¢ ella, y as¨ª lo hace en el tema Somos: moderna, tolerante, carne de emisora comercial. / Letras sin profundidad, canto melod¨ªa popular.
De la mezcla de Alejandro Sanz y Joaqu¨ªn Sabina se desprende su versatilidad. Paso a paso, Rozal¨¦n se adentra en la industria musical con el respaldo de dos de sus mayores ¨ªdolos. Con el primero tuvo la oportunidad de compartir escenario este verano, y del segundo cosecha una an¨¦cdota que a¨²n le impacta: ¡°Una vez vino a vernos a Paco Cifuentes y a m¨ª en Rota y se emocion¨® mucho. Me lo hizo saber y acabamos los dos llorando. Sabina, cuando est¨¢ bien, se viene muy arriba¡±.
Su nuevo trabajo pasa del ritmo circense, al rock y de la cumbia al bolero a lo largo de 12 canciones con tintes sociales y muy personales. As¨ª, en el tema Berl¨ªn aborda la emigraci¨®n de los j¨®venes espa?oles que se han visto obligados a buscar oportunidades fuera; en Vuelves intenta demostrar lo mucho que ha le¨ªdo estos a?os, con influencias en sus letras de Luis Garc¨ªa Montero, Ben¨ªtez Reyes o Vicente Gallego; en Ahora aborda el desamor al referirse a su exnovio.
Rozal¨¦n llega risue?a a la entrevista en el edificio madrile?o de Sony Music comentando lo ¡°chulo¡± que qued¨® el ¨²ltimo v¨ªdeo que le hizo la discogr¨¢fica. Y aunque consigui¨® el Premio Dial con su primer disco autogestionado de 2013, Con derecho a¡, la albacete?a se sigue sorprendiendo al verse en un cartel promocional. Es ¡°raro¡±, dice mientras se detiene a contemplar uno de ellos con la ingenuidad de quien parece una reci¨¦n llegada.
Su trayectoria le ha hecho madurar como persona, aunque dice que sus letras no lo han hecho tanto. Al menos ella rechaza esa expresi¨®n en un gesto de sencillez. ¡°Yo dir¨ªa que han evolucionado¡±. Ni siquiera se atreve a clasificarlas en un g¨¦nero musical. Por el contrario, saca pecho de su mezcla de estilos: ¡°Tengo ritmos variados porque si no, me aburro¡ Me siento bien experimentando, aunque supongo que en el futuro habr¨¢ temas que me den grimita porque sean superfluos¡±.
Esta cantautora habla de s¨ª misma con la modestia por delante y hace autocr¨ªtica. Pero a¨²n no encaja bien los golpes; ni los del p¨²blico ni los de los periodistas, como plasma en sus letras. En ocasiones, la popularidad le desconcierta, en especial cuando la reconocen por la calle y le dicen algo descarado, ¡°como, por ejemplo, en Andaluc¨ªa¡±, matiza. ¡°Al principio pensaba: ¡®Por qu¨¦ todos ten¨¦is que hablar de m¨ª, si ni siquiera me conoc¨¦is. Se supon¨ªa que yo antes no molaba y ahora soy importante". Pero al final le resta hierro al asunto y se resigna: ¡°?Sabes? Todo esto me ha ayudado a crecer y he aprendido a no hablar m¨¢s de la cuenta. A alg¨²n periodista le he dado las gracias por darme una lecci¨®n¡±.
Pero Rozal¨¦n no es de las que escribe mejor desde el dolor. A lo sumo, aprovecha los momentos de incertidumbre en los que crea para convertirlos al ¡°buenrollismo¡±, como ella misma explica. Sus temas son alegres: ¡°Creo que soy un poco as¨ª¡±. Por eso quiz¨¢s sus fans le saquen cierto parecido con la cantante Bebe, con Carmen Par¨ªs, con Amparanoia y ¡°?con mucha gente m¨¢s!¡±. Mientras tanto, ella se muestra "encantada" de que le comparen. "No me molesta, y menos con Bebe. Yo por la Bebe mato¡±, dice riendo a carcajadas.
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