El dolor de los dem¨¢s
Leslie Jamison nos ayuda a empatizar con el sufrimiento ajeno en d¨ªas de insensibilidad. En su libro de ensayos reflexiona sobre ello mientras pasea por sus propias heridas
Un impactante v¨ªdeo de la ONG Save the Children mostraba la vida de una ni?a londinense a lo largo de meses: cumplea?os, juegos, risas, su primer beso, disfraces, como cualquiera de nuestras hijas. De pronto estalla una guerra que alcanza Londres, y su d¨ªa a d¨ªa se va oscureciendo hasta acabar en un campo de refugiados. Con 50 millones de visionados en YouTube, ?consigui¨® sensibilizarnos sobre el drama de los ni?os sirios? ?Nos pusimos en el lugar de esas familias ¡ªesto es, empatizamos?¡ª ?O la mayor¨ªa lo vimos con la misma fascinaci¨®n morbosa que apuntaba Ignacio Vidal-Folch en un reciente art¨ªculo en El Pa¨ªs Semanal sobre el ¡°turismo de la desolaci¨®n¡±?
Hoy mismo, ante los refugiados que llegan desesperados a Europa, ?qu¨¦ nos provoca su dolor televisado? ?Nos queda algo de empat¨ªa, o somos ya todos visitantes potenciales de esa inofensiva Disneylandia del sufrimiento creada por Bansky?
La empat¨ªa es la pregunta de fondo de El anzuelo del diablo, recopilaci¨®n de breves ensayos que nos sit¨²an ¡°ante el dolor de los dem¨¢s¡± ¡ªtom¨® prestado un conocido t¨ªtulo de Susan Sontag, autora a cuya sombra se acoge Leslie Jamison¡ª. El libro se abre con una cita rotunda de Terencio: ¡°Hombre soy; nada humano me es ajeno¡±. Y por si quedaba alguna duda, la joven autora se tatu¨® la frase en un brazo. Aunque, como reconoce en el ep¨ªlogo, su insistencia en la empat¨ªa la ha convertido en antena receptora del dolor de muchos lectores.
Jamison no enfrenta la pregunta directamente, sino mediante atractivos rodeos: el dolor fingido de quienes act¨²an como enfermos ante estudiantes de medicina; el dolor incomprendido de los afectados por un s¨ªndrome inexistente; el dolor buscado por los participantes en un marat¨®n de monta?a; el dolor sobreactuado de los familiares de unos asesinados frente al dolor resignado de los falsos culpables; o el dolor visitable en distintos escenarios de sufrimiento y violencia donde se siente part¨ªcipe de aquel turismo de la desolaci¨®n.
Pese a la abundancia de historias, el hilo conductor es la propia Jamison: mientras piensa el dolor ajeno, nos va ense?ando sus m¨¢s ¨ªntimas heridas y cicatrices, f¨ªsicas y psicol¨®gicas. Un progresivo desnudo anat¨®mico y moral que marca el principal reto del libro: lograr que el lector empatice no tanto con las historias recogidas, sino con la propia autora.
Con un tono m¨¢s narrativo que reflexivo ¡ªJamison es novelista, y aqu¨ª deja notables ejercicios de estilo¡ª nos lleva irresistiblemente hasta el verdadero foco de inter¨¦s, en las p¨¢ginas finales: el ensayo m¨¢s extenso y consistente del libro, titulado con algo de grandilocuencia ¡®Gran teor¨ªa unificada del dolor femenino¡¯. Si todo lo anterior se lee con gusto e inter¨¦s ¡ªa veces lastrado por ser una colecci¨®n de art¨ªculos y no un texto unitario¡ª, este ¨²ltimo ensayo es el m¨¢s audaz y controvertido, y merecer¨ªa un libro entero, muchas m¨¢s de sus 50?p¨¢ginas.
En ¨¦l, Jamison aborda el sufrimiento de las mujeres, su representaci¨®n y su percepci¨®n: la ¡°mujer posherida¡±, aquella que hoy se toma a broma su dolor antes de que lo hagan los dem¨¢s, sin que por ello haya dejado de sentir dolor. Mujeres hartas de Sylvia Plath y de las representaciones culturales del sufrimiento femenino, como si todo fuese autocompasi¨®n y narcisismo. C¨®mo representar hoy ese dolor sin ¡°convertirlo en un fetiche¡±, se pregunta Jamison, y concluye: ¡°S¨¦ que la mujer sufriente es un t¨®pico, pero tambi¨¦n s¨¦ que muchas mujeres siguen sufriendo¡±.
Apoyada en una breve bibliograf¨ªa, sin atender a aportaciones filos¨®ficas ni sociol¨®gicas, inspirada m¨¢s en novelas, poemas y pel¨ªculas, Jamison logra una mirada personal y muy literaria en la estela de los textos m¨¢s ¨ªntimos de Joan Didion. As¨ª devuelve al lector la pregunta sobre la empat¨ªa: la lectura se convierte en una forma de ponernos en el lugar de la autora, pensar su dolor y compartir su inquietud por un mundo que prefiere censurar los excesos melodram¨¢ticos para no ver el dolor realmente existente.
El anzuelo del diablo. Leslie Jamison. Traducci¨®n de Rita da Costa. Anagrama. Barcelona, 2015. 349 p¨¢ginas. 19 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.