Que el relato nunca acabe

Los cuentos de La camisa del marido nos ofrecen poco a poco pistas para reconstruir el significado del texto. Como si fu¨¦ramos lectores-detective. No es que las historias de N¨¦lida Pi?on pertenezcan al g¨¦nero negro-criminal, aunque est¨¦n plagadas de pasiones y violencias que a veces incluso traspasan el l¨ªmite del tab¨² para adentrarse en el crimen. Sin embargo, la intenci¨®n de esta autora brasile?a consiste en acotar un territorio a trav¨¦s de retazos pasados y presentes vinculados con distintos espacios geogr¨¢ficos: la Lisboa de Cam?es, R¨ªo de Janeiro, S?o Paulo, Minas Gerais, la venta manchega donde don Quijote encuentra a Maritornes, Galicia¡­ All¨ª transcurre ¡®En busca de Eug¨ºnia¡¯, un hermoso relato, en el que una narradora nada grandilocuente escribe a su hermana para recuperar la infancia y a los muertos; el poder taxidermista de la escritura, su capacidad de congelaci¨®n mortuoria, se subraya con un concepto de la correspondencia epistolar como acto unilateral y comunicaci¨®n fallida.

Cada cuento repasa los efectos de las narraciones, dot¨¢ndolas de una naturaleza trascendente que se sit¨²a en el extremo opuesto de la asimilaci¨®n borgeana entre ficci¨®n y realidad, literatura y ciencia, fantas¨ªa y teolog¨ªa, cuya impronta ha empapado la literatura contempor¨¢nea. En La camisa del marido asistimos al nacimiento de un mundo en el que el realismo s¨®rdido o la ilusi¨®n ¡ª¡®El tren¡¯¡ª son rostros del relato que se entrelazan con todos los dem¨¢s: el relato como poder, seducci¨®n ¡ª¡®Para siempre¡¯¡ª, revelaci¨®n del secreto, arma de desclasamiento positivo ¡ª¡®La mujer de mi padre¡¯¡ª, deseo de eternidad o constataci¨®n m¨¢s o menos imaginativa de la verdad hist¨®rica. Pedir a un auditorio silencio para tomar la palabra, esa forma de dominaci¨®n, remite al tema del dinero y la sexualidad, trazando un c¨ªrculo endog¨¢mico reconocible especialmente en la narraci¨®n que da t¨ªtulo al volumen: la omnisciencia se compagina con las voces interiores de vivos y fantasmas y, de repente, es como si oy¨¦semos al Faulkner de Mientras agonizo.

En La camisa del marido el amor es pasi¨®n violenta de la que se excluye a los hijos. En la crueldad hacia los hijos adivinamos una referencia b¨¢sica del cuento como g¨¦nero: los cuentos de hadas de la familia can¨ªbal, el cainismo, los tab¨²es sexuales, as¨ª como la vocaci¨®n depredadora ¡ªfortaleza fatal¡ª de muchas de las mujeres retratadas por Pi?on¡­ Algunas historias nos dejan entrever un trasfondo religioso: la palabra sacraliza las realidades, y la religi¨®n es el relato fantasioso de una verdad o el relato veros¨ªmil de una mentira. Los nombres de algunos personajes son de evangelistas y ap¨®stoles, proselitistas, narradores y divulgadores. Tambi¨¦n lo es Cam?es, sacralizador de la historia lusa y narrador de ¡®La desdicha de la lira¡¯: el poeta de Los Lusiadas, despu¨¦s de haber convertido en ¨¦pica la vulgaridad de los actores de la historia, se interroga sobre la legitimidad de la poes¨ªa para hermosear la cr¨®nica cuando tal vez ¡°la penuria en la que vivo es el ¨²nico poema que debo tejer¡±. Una afirmaci¨®n que pertenece al mismo hilo l¨®gico que orienta los razonamientos de Sancho en ¡®Dulcinea¡¯: ¡°Era m¨¢s f¨¢cil servir a la ilusi¨®n que a la realidad¡±. Pese a que don Quijote insista en que ¡°ninguna lectura es da?ina¡±, siempre hay un contrapunto de desconfianza, una visi¨®n no naif del arte de contar que aparta los cuentos de N¨¦lida Pi?on del buenismo, humanista y plano. Palabra, discurso, religi¨®n, familia, amor, dinero, pa¨ªs, verdad, ilusiones, el hilo secreto de violencia que conecta unas cosas con las otras, el car¨¢cter siempre interesado de las narraciones, de todo eso habla este hermoso volumen.

La camisa del marido. N¨¦lida Pi?on. Traducci¨®n de Roser Vilagrasa. Alfaguara. Madrid, 2015. 164 p¨¢ginas. 16,90 euros.