La pasi¨®n de la vida y la literatura de Ricardo Piglia llegan a Formentor

Ricardo Piglia no ha venido, pero est¨¢ aqu¨ª. En Formentor. M¨¢s que nunca. Se ha quedado en Buenos Aires porque est¨¢ ¡°un poco embromado de salud¡±, lo cual, confiesa, no ha hecho m¨¢s que agudizar su tendencia a no salir de casa. ¡°Nunca he podido estar en el lugar indicado o en el momento justo. O no llego, como en este caso¡±. Son sus palabras transmitidas a trav¨¦s de Jorge Herralde, su editor de Anagrama, en el homenaje que se le ha rendido este viernes en Mallorca con motivo de la entrega del Premio Formentor de las Letras 2015 que reconoce la trayectoria de aquellos autores que prolongan la gran tradici¨®n literaria universal.

Y fiel a ¨¦l mismo y a su escritura, y a su pasi¨®n por la vida y la literatura como un solo mundo, Ricardo Piglia (Adrogu¨¦, 1941) ha enviado no un texto de agradecimiento, que tambi¨¦n, sino un texto literario donde sigue el juego de su creaci¨®n contando su vida a trav¨¦s de Emilio Renzi, su ¨¢lter ego. "No, Ricardo no tiene dos caras. ?l es su obra", afirma Carlota Pedersen, la nieta que el autor argentino ha enviado a recoger el galard¨®n a orillas del mar Mediterr¨¢neo. "No hay dos. Leerlo es como escucharlo hablar. Escucharlo es como leerlo. Eso lo hace un escritor genuino y aut¨¦ntico", dice emocionada Pedersen en los jardines del hotel.

Por eso lo premian. "Ha renovado el g¨¦nero al dar esa ductilidad a la narrativa", seg¨²n Basilio Baltasar, director de la Fundaci¨®n Santillana y presidente del jurado de este galard¨®n que cuenta con el mecenazgo de la familia Barcel¨®, propietaria del hotel Barcel¨® Formentor, en Mallorca, donde se realizan estas citas, y la familia Buadas. Por ese motivo el final del verano y el comienzo del oto?o han tenido un nombre propio en la literatura en espa?ol. El suyo, Ricardo Emilio Piglia Renzi, Piglia para todos. Y estar¨¢ un buen rato m¨¢s porque cada vez se hablar¨¢ m¨¢s de ¨¦l. Su presencia ha aumentado estos d¨ªas por varios motivos: el 5 de septiembre se estren¨® en Argentina el documental 327 cuadernos, de Andr¨¦s Di Tella, que cuenta de manera muy documentada y emotiva el origen y evoluci¨®n de los diarios que ha llevado el escritor argentino desde 1957, cuando ten¨ªa 16 a?os; adem¨¢s, la pel¨ªcula se ha proyectado estos d¨ªas en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n. Por otra parte, esta semana ha llegado a las librer¨ªas la edici¨®n del primero de los tres tomos de esa experiencia privada que es, seg¨²n dice el propio autor, la obra de su vida y que ha titulado Los diarios de Emilio Renzi. A?os de formaci¨®n (Anagrama, los otros dos aparecer¨¢n en 2016 y 2017, respectivamente). Y, finalmente, su nombre suena por la entrega del galard¨®n literario, dotado con 50.000 euros.

El mensaje-relato, o el nuevo pasaje in¨¦dito de sus famosos diarios, que Piglia env¨ªo para que leyera Herralde lo ha titulado Las afecciones y las aficiones de la literatura. En esas nueve p¨¢ginas que se leen en un santiam¨¦n con una media sonrisa por su humor e iron¨ªa, Piglia deja que hable Emilio Renzi, un personaje que naci¨® en 1967 en su primer libro de cuentos. Empieza diciendo que no puede recoger el premio por asuntos de salud (est¨¢ afectado por una esclerosis lateral amiotr¨®fica, ELA), y a partir de ah¨ª recuerda enfermedades que aquejaron a otros escritores argentinos, de su "misteriosa dolencia", y en todas tendr¨ªa algo que ver el manejo de la lengua y gram¨¢tica argentina. Pero, sobre todo, habla de dos cosas: de c¨®mo se reencontr¨® con esas anotaciones de medio siglo y de la pasi¨®n: ¡°La pasi¨®n, vuelve a decir Renzi, es siempre actual, porque se manifiesta en un presente puro que persiste como un diamante en la vida. Si se vuelve a ella no es para recordarla, sino para vivirla, ahora, una vez m¨¢s, en el presente, siempre viva e incandescente¡±.

Eso es ¨¦l. Ese es ¨¦l, seg¨²n su nieta: "Una persona con una actitud fascinantemente optimista ante la vida. Carece de esa visi¨®n rom¨¢ntica de que todo pasado fue mejor. Es alguien pendiente de la b¨²squeda". Lo reconoce en el texto que ha le¨ªdo Herralde, cuando dice que ¡°gracias a esa enfermedad¡±, ha podido escribir el libro c¨®mico que siempre quiso escribir. Sus diarios desde 1957. Esta etapa actual de reencuentro con sus diarios y de reescritura la llamar¨¢ ¡°mis a?os felices". Dice que al leerlos y al transcribirlos se ha divertido viendo "lo rid¨ªculo que es uno: hice sin querer de mi experiencia una s¨¢tira de la vida en general y tambi¨¦n en particular¡±.

Aunque Piglia empez¨® a escribir en 1957, solo diez a?os despu¨¦s public¨® su primera obra, los relatos La invasi¨®n. A este libro siguieron t¨ªtulos importantes de la literatura contempor¨¢nea en espa?ol como Respiraci¨®n artificial, Cr¨ªtica y ficci¨®n, Formas breves, Plata quemada, Blanco nocturno y El camino de Ida.

Guillermo Schavelzon conoce la historia de todos ellos, y todos est¨¢n esbozados desde el origen de sus diarios. Se conocen hace m¨¢s de 50 a?os cuando trabajaron juntos en una editorial, ¨¦l ten¨ªa 18 a?os y Piglia 23. Luego Schavelzon se hizo agente literario con Piglia: "el primer autor de la agencia y el primer contrato que firm¨¦. Hemos pasado horas sentados en ese caf¨¦ del que Renzi habla tanto, en una esquina de Buenos Aires, a lo largo de muchos a?os. Ahora, a la luz de los diarios, me vuelvo a preguntar ?con qui¨¦n hablaba yo?".

Ese es el juego y la gracia creada por el escritor argentino. Juntar los mundos como lo reconoci¨® el jurado: ¡°es un autor de una obra narrativa que se desenvuelve arm¨®nicamente entre la originalidad y la cultura popular, y la tradici¨®n m¨¢s exigente¡±. Esta definici¨®n del jurado se completa al decir que la obra de Piglia se sit¨²a ¡°por encima del proceso de desliteraturizaci¨®n que padece la novel¨ªstica actual, y vuelca en el poso de un ferviente lector la mirada de un cr¨ªtico literario perspicaz y el conocimiento de un te¨®rico de la literatura¡±. Y concluye: "Su literatura es adem¨¢s un juego narrativo en donde lo dicho adquiere tanto relieve como lo omitido, y en donde la elipsis, la alusi¨®n y el enigma renuevan la relaci¨®n del lector con su propia biograf¨ªa, cuestionando as¨ª la dr¨¢stica separaci¨®n que suele hacerse entre verdad y ficci¨®n". Son palabras del jurado formado por Marta Sanz, Jos¨¦ Gonz¨¢lez Sainz, F¨¦lix de Az¨²a, Dar¨ªo Villanueva y Basilio Baltasar. Narrador, ensayista, cr¨ªtico literario, profesor y guionista de cine, Piglia se suma en esta segunda etapa del premio, desde 2011, a Carlos Fuentes, Juan Goytisolo, Javier Mar¨ªas y Enrique Vila-Matas.

El Premio Formentor reapareci¨® 50 a?os despu¨¦s, con el mecenazgo de la familia Barcel¨®, propietaria del hotel Barcel¨® Formentor, en Mallorca, donde se han realizado estas citas, y la familia Buadas, antigua propietaria del hotel en los sesenta, cuando se crearon las jornadas y el premio. Durante los a?os 60, Formentor fue una referencia para la vanguardia de la edici¨®n europea y uno de los foros literarios m¨¢s importantes y reconocidos. Durante varios a?os, se reunieron a los m¨¢ximos exponentes de la literatura de la ¨¦poca en tertulias, encuentros y debates recreando una atm¨®sfera singular que atrajo la mirada y la atenci¨®n de algunos de los nombres propios sin los que hoy no se podr¨ªa entender la historia de la cultura. Entre los anteriores galardonados se encuentran, entre otros, Samuel Beckett, Jorge Luis Borges, Juan Garc¨ªa Hortelano, Jorge Sempr¨²n, Saul Bellow y Witold Gombrovicz.

Todo viene, quiz¨¢, del consejo que m¨¢s valora su nieta, Carlota Pedersen. "Nunca te conformes. S¨¦ positiva frente a la vida y no dejes de buscar".