Lo mejor no figuraba en la leve secci¨®n oficial
Sergi L¨®pez est¨¢ notable en 'Un d¨ªa perfecto para volar', pero yo no capto el encanto
La secci¨®n oficial se ha despedido con la pel¨ªcula canadiense Los demonios, retrato olvidable de los terrores ¨ªntimos que perturban la cabeza de un chaval en posesi¨®n de un mundo especial, mientras que paralelamente en Montreal se est¨¢n produciendo misteriosos secuestros de adolescentes; y la catalana Un d¨ªa perfecto para volar, dirigida por Marc Recha, alguien con un estilo y un universo identificables, con los cuales me resulta muy arduo conectar.
En esta ocasi¨®n, Recha solo precisa de 70 minutos para describir la intimista relaci¨®n entre un ni?o y su padre, con el pretexto de hacer volar la cometa que ha construido este para el peque?o, todo ello ambientado con im¨¢genes pl¨¢sticas de la naturaleza y la narraci¨®n de un cuento. Algunos amigos que tienen hijos peque?os han percibido cierto encanto en lo que describe Recha. Yo no lo capto. Pero admito que la interpretaci¨®n de Sergi L¨®pez es notable.
En la secci¨®n Perlas, la clausura ha llegado con dos pel¨ªculas que concursaron en el ¨²ltimo festival de Venecia. Me hab¨ªan llegado comentarios entusiastas de El clan, dirigida por Pablo Trapero, se?or que siempre utiliza el bistur¨ª para narrar historias duras, violentas y tenebrosas de una realidad argentina protagonizada por la corrupci¨®n a m¨²ltiples niveles, la oscuridad ambiental, las relaciones de poder, las conductas s¨®rdidas. Es un cine siempre interesante, ¨¢spero, con capacidad para removerte. El clan no me parece una obra maestra pero s¨ª te deja mal cuerpo, observando el mal¨¦fico negocio que ha montado una familia de clase media, que cena y reza unida, patriarcal. El jefe de este clan vivi¨® su siniestro esplendor aniquilando impunemente a los subversivos durante la dictadura de la Junta Militar. Pero los tiempos est¨¢n cambiando con la llegada de Alfons¨ªn a la presidencia. Consecuentemente esta tradicional y devota familia debe cambiar de objetivos para mantener su saneado plan de vida y se dedica a secuestrar a gente pudiente, cobrar el rescate y asesinarlos para borrar rastros. Y hay de todo en ese clan tan peculiar y macabro, desde los que pretenden ignorar lo que ocurre en el s¨®tano de las torturas a los que se plantean huir de ese cotidiano horror, todos ellos controlados por un padre que nunca ha tenido problemas de conciencia y muchos amigos y c¨®mplices entre los presuntos guardianes de la ley, el orden, la patria, esas cosas. Trapero describe con talento, realismo y matices ese universo aterrador. Y no se inventa nada. Esa familia existi¨®.
No s¨¦ cu¨¢ntos gangsters ha interpretado Johnny Depp, pero a su carrera le va esa turbulenta marcha
No s¨¦ cuantos g¨¢ngsters o polic¨ªas infiltrados en la Mafia ha interpretado Johnny Depp. Algunos menos que Pacino y De Niro, pero est¨¢ claro que a su carrera le va esa turbulenta marcha. En Black mass le afeitan parte de la cabeza, le meten implantes y lentillas, le hacen cosas muy extra?as para que encarne al brutal y psic¨®pata boss de la mafia irlandesa de Boston. Tambi¨¦n es pragm¨¢tico ya que informa al FBI de las movidas de sus colegas italianos a cambio de que le dejen practicar libremente su salvaje negocio. Y en esos intercambios tan alucinantes tambi¨¦n interviene la pol¨ªtica. Todo ello en nombre de lealtades familiares y amistosas. Y al g¨¢ngster, que tambi¨¦n es un patriota irland¨¦s, le queda tiempo para surtir de armamento a su amado IRA. El director Scott Cooper otorga fluidez y crueldad a esta historia que escandalosamente ocurri¨®. Y arropa a Depp con un ej¨¦rcito de secundarios de lujo. Me interesan m¨¢s que la actuaci¨®n de Depp. Black mass no marcar¨¢ ning¨²n hito en el cine negro, pero se deja ver.
Babelia
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