Les Luthiers: ¡°Rabinovich nos pidi¨® que el grupo siguiera¡±
Tras la muerte del artista, el grupo inicia su gira espa?ola y continuar¨¢ como ¨¦l quer¨ªa
Les Luthiers es inmortal. 50 a?os despu¨¦s de que un grupo de compa?eros de un coro universitario en Buenos Aires se inventara la cantata Laxat¨®n, que pon¨ªa m¨²sica barroca al prospecto de un laxante, y tras el dur¨ªsimo golpe de la muerte de Daniel Rabinovich, en agosto, los cuatro fundadores vivos est¨¢n decididos a seguir. La pr¨®xima semana inician su habitual gira espa?ola. Llevar¨¢n Chist, una antolog¨ªa.
Les Luthiers no se imaginan una escena como la que montaron Monty Python en el desternillante funeral de Graham Chapman, en 1989, cuando se rieron hasta de la muerte del amigo. "Recuerdo cuando se les cae la urna con las cenizas, es genial. Pero nosotros a¨²n estamos de duelo y adem¨¢s el humor negro no lo hemos usado nunca", sentencia Carlos L¨®pez Puccio, el de los pelos blancos alocados.
Su homenaje es de otro estilo: seguir en escena. "Cuando muri¨® Daniel tuvimos que elegir", explica Marcos Mundstock, el calvo con voz profunda. "Lo hablamos y pensamos que queremos seguir mientras estemos m¨¢s o menos enteros, con salud y con ganas".
Lo hab¨ªan discutido muchas veces con Rabinovich. Ya llevaban a?os usando a reemplazantes ahora estables: Tato Turano y Mart¨ªn O¡¯Connor. "Daniel quer¨ªa que siguiera el grupo, incluso sin nosotros, lo hab¨ªamos hablado y nos lo pidi¨®. Estuvo hasta sus ¨²ltimos d¨ªas empuj¨¢ndonos. Nos insisti¨® durante meses. Era su idea de permanencia, de supervivencia", explica L¨®pez Puccio. "?l quer¨ªa que sigui¨¦ramos y que tuvi¨¦ramos grupos sat¨¦lite con clones nuestros haciendo nuestro repertorio. Lo hace Tricicle, a los que admiramos, lo hace el Cirque du Soleil, que tiene franquicias", remata Mundstock. "Me da cierto v¨¦rtigo, son 50 a?os de hacer cosas nuevas. Solo aguantamos nosotros y los Rolling Stones", se impresiona L¨®pez Puccio.
La entrevista, en un descanso tras el ensayo en el teatro Gran Rex de Buenos Aires, transcurre entre una carcajada y otra. Les Luthiers hacen re¨ªr al p¨²blico, pero sobre todo se hacen mucha gracia. Cada chiste improvisado es celebrado por los dem¨¢s.
Los ¨²nicos silencios
Solo hay silencios cuando se pregunta por Rabinovich. No se hacen a la idea. Porque alrededor de Les Luthiers todo es divertido. Hasta la gente que les ayuda en los ensayos sonr¨ªe y bromea.
"Este oficio es una dicha. Nos ha permitido vivir bien desde hace 40 a?os y se disfruta mucho. Escuchar las carcajadas de la gente es muy lindo. Y cuando no se r¨ªen de un chiste, lo sacamos", insiste Mundstock. "Chist es un popurr¨ª de nuestros momentos m¨¢s felices", a?ade Carlos N¨²?ez Cort¨¦s, el del pelo rizado.
"La gente en realidad no se acuerda de los chistes. Se vuelve a re¨ªr como la primera vez", cuenta Mundstock. Jorge Maronna, pelo liso, el m¨¢s guas¨®n, siempre tiene un remate listo que hace re¨ªr a todos: "En realidad tampoco nosotros nos acord¨¢bamos de los chistes, hemos tenido que ensayar much¨ªsimo, tenemos una edad".
Solo aguantamos nosotros y los Rolling Stones
Carlos L¨®pez Puccio, miembro de Les Luthiers
Les Luthiers no se cansan. Eso s¨ª, les gusta presumir. "Lo que pasa es que lo que hacemos es muy bueno, ya que nadie lo dice lo digo yo", bromea Mundstock. Est¨¢n orgullosos de que cada a?o, miles de alumnos que estudian el teorema de Thales usan la canci¨®n que ellos inventaron sobre ¨¦l. Y ahora incluso influyen en la Casa Real: la reina Letizia, fan¨¢tica, le pone sus v¨ªdeos a las hijas.
Y todo empez¨® con un laxante. "Desde entonces estamos m¨¢s aliviados", dispara L¨®pez Puccio. Otra carcajada. "Para el humor los laxantes son perfectos", a?ade Mundstock.
Les Luthiers ya super¨® en 1973 la muerte de Gerardo Masana, el compositor de la cantata. Y conf¨ªa en seguir. Para eso tiene a los reemplazantes, integrados en esta familia que recorre el mundo y arrasa en Am¨¦rica y Espa?a. "Nosotros somos los huerfanitos adoptados, est¨¢bamos en la calle y no ten¨ªamos para comer y nos trajeron a la casa", se mofan Turano y O¡¯Connor. "En realidad son de matrimonios anteriores, bueno, hijos extramatrimoniales", tercia N¨²?ez Cort¨¦s.
Veneraci¨®n
Todos veneran a Rabinovich, notario antes que humorista. "No hay nada m¨¢s lejos de un notario que Daniel. Fue notario una semana y de Les Luthiers 50 a?os", matiza L¨®pez Puccio. "Tato y Mart¨ªn ensayan con indicaciones en una partitura el estilo de actuaci¨®n de Daniel. Es como si estuvi¨¦ramos haciendo textos de ¨¦l", resume Mundstock.
De Espa?a les gusta casi todo, aunque con cada gira, sobre todo en el Norte, vuelven "sobrealimentados con tanta fabada y pulpo a feira". Admiran a Martes y 13, Tip y Coll y, sobre todo, Tricicle. "Nos gustan tanto que hemos robado descaradamente un mont¨®n de gags". Maronna logra otra carcajada. Tanto triunfaban en Espa?a que en 2012 les dieron la nacionalidad. ?Se han espa?olizado un poco? "Bueno, ahora ya no van al psicoanalista", ataca Maronna, que como ya era italiano se lo perdi¨®. Como buenos argentinos, el grupo tuvo 17 a?os un psic¨®logo para no pelearse. Lo lograron. Y de momento piensan seguir mucho tiempo. Rabinovich se sali¨® con la suya.
Babelia
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