?xito de Alejandro Talavante ante una plaza abarrotada que grit¨® ¡°libertad¡±
El torero extreme?o cort¨® dos orejas; una pase¨® Urdiales y Morante brill¨® con el capote
El diestro extreme?o Alejandro Talavante, que sustitu¨ªa a Enrique Ponce, abri¨® ayer la puerta grande de la plaza de Zaragoza en la primera corrida de la feria del Pilar, tras cuajar al tercer toro una faena plagada de creatividad, en una tarde en la que tambi¨¦n Diego Urdiales obtuvo una oreja de peso. Con un lleno de "no hay billetes" se lidiaron seis toros de N¨²?ez del Cuvillo, desigualmente presentados y de escaso juego en su mayor¨ªa por falta de raza y fuerzas, m¨¢s all¨¢ de su nobleza. El segundo, el m¨¢s chico del encierro, sac¨® genio y dificultades. Entre las cuadrillas destac¨® Juan Jos¨¦ Trujillo, que se desmonter¨® tras clavar dos grandes pares de banderillas al tercero.
Morante de la Puebla: dos pinchazos y media estocada baja (silencio); estocada honda desprendida (ovaci¨®n). Diego Urdiales: estocada ca¨ªda (oreja); estocada delantera desprendida (ovaci¨®n), y Alejandro Talavante: estocada trasera desprendida (dos orejas); media estocada tendida y trasera y cinco descabelllos (silencio). Sali¨® a hombros.
La primera corrida de feria se abri¨® entre gritos de "?libertad, libertad!", entonados a coro por las m¨¢s de 10.000 personas que llenaron los tendidos y las gradas de la plaza despu¨¦s de escuchar los insultos de no m¨¢s de un par de cientos de antitaurinos que se manifestaban en el exterior. Hartos ya de la persecuci¨®n animalista, los aficionados reclamaron sus derechos cuando, al acabar el pase¨ªllo, surgi¨® en los tendidos de sol una pancarta de una asociaci¨®n taurina catalana solidariz¨¢ndose con la afici¨®n mallorquina.
Como en los tiempos m¨¢s duros de la Transici¨®n pol¨ªtica, los taurinos piden libertad para disfrutar de su espect¨¢culo favorito, el que crea momentos de tanta emoci¨®n y belleza como los que se vivieron durante varias fases de esta corrida, que termin¨® con la salida a hombros de Alejandro Talavante.
A pesar de que la corrida de N¨²?ez del Cuvillo no dio apenas opciones al espect¨¢culo del buen toreo por su falta de fondo de bravura, a Talavante le correspondi¨® al menos un toro con la duraci¨®n justa para poder crear esos instantes de belleza que llevan al p¨²blico a las taquillas. Haciendo gala de su ya conocida creatividad, el diestro extreme?o recibi¨® al de Cuvillo con una original mezcla de lances, pues altern¨® cordobinas con el capote vuelto, ver¨®nicas, chicuelinas y un remate con una airosa serpentina.
Morante de la Puebla, que no pudo sacar nada m¨ªnimamente lucido con su desfondado lote, aprovech¨® su turno en quites para hacerle a este tercero uno soberbio por chicuelinas, llevando las embestidas toreadas muy lentamente. La r¨¦plica de Talavante, que antes se hab¨ªa vuelto a lucir por ver¨®nicas, no se hizo esperar y result¨® ser un manojo de chicuelinas y tafalleras en las que la emoci¨®n lleg¨® del m¨¢ximo ajuste. As¨ª que, cuando acab¨® el duelo capotero, la plaza era un clamor de ovaciones que continuaron con los dos grandes pares de banderillas que cuaj¨® Juan Jos¨¦ Trujillo.
Se present¨ªa la faena grande cuando Talavante la abri¨® con estatuarios y pedresinas en los medios para continuar con dos tandas de muletazos por las dos manos, salpicadas de adornos como arrucinas y molinetes, en las que mantuvo el buen nivel de los primeros tercios a pesar de que el toro iba perdiendo gas a marchas forzadas. Pero, ya metido entre los pitones, Talavante jug¨® con las geometr¨ªas, cambiando el sentido de los pases, por delante o por la espalda, para apurar la poca casta que le restaba al toro, antes de cobrar esas dos orejas que le abrieron la puerta grande.
No pas¨® luego de aseado el extreme?o con el sexto, noble pero desclasado, aunque no tan deslucido como el segundo de Diego Urdiales, un inv¨¢lido al que el riojano sostuvo suavemente en pie pero sin provocar ovaciones.
En cambio, tuvo especial m¨¦rito la faena que Urdiales le hizo al segundo, el toro m¨¢s terciado y m¨¢s armado de la corrida, que sac¨® genio y dificultades. Pero el torero de Arnedo, siempre con las plantas muy firmes sobre la arena, aguant¨® toda esa violencia y fue atemper¨¢ndola en muletazos de tanto temple como mando, en un duro pulso de valor que le vali¨® tambi¨¦n una oreja de aut¨¦ntico peso.
Indulto en Montoro
El diestro Finito de C¨®rdoba lidi¨® al toro Organillero, de la ganader¨ªa de Fuente Ymbro, que fue indultado, en el c¨¦nit de una gran tarde en Montoro (C¨®rdoba), en la que tambi¨¦n salieron triunfadores Juan Jos¨¦ Padilla y El Fandi. Con tres cuartos de entrada, se lidiaron toros de Fuente Ymbro, bien presentados y de muy buen juego, especialmente el cuarto, de nombre Organillero, n¨²mero 177, negro de capa, que fue indultado. Finito de C¨®rdoba, ovaci¨®n, y dos orejas y rabo simb¨®licas; Juan Jos¨¦ Padilla, dos orejas y oreja, y El Fandi, oreja y oreja.
Babelia
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