Monedero / Inda: unos se?ores¡
El s¨¢bado, otro rifirrafe entre Eduardo Inda y Juan Carlos Monedero carg¨® las redes y los aud¨ªmetros posverduleros.
A la espera de que la pol¨ªtica alcance altas cotas de sensatez en televisi¨®n a costa de lo que nos ofrezca el nuevo Salvados, hay que conformarse con la mel¨¦ S¨¢lvame deluxe en laSexta noche. El s¨¢bado, otro rifirrafe entre Eduardo Inda y Juan Carlos Monedero carg¨® las redes y los aud¨ªmetros posverduleros.
En vista de que las encuestas se aprietan de nuevo hacia el centro, todo apunta a que este pa¨ªs no se queda ni con uno ni con otro. Repelen las corbatas orgullo Grey cargadas de doctrina Ibex 35 a cargo del periodista marrullero, tanto como el cejijunto y mal encarado reflujo intestinal sin Almax posible para el rencor del segundo.
Bien les vendr¨ªa leer a ambos a un periodista de la tercera v¨ªa como Manuel Chaves Nogales. Se lo recomiendo. As¨ª Inda dejar¨ªa de lado sus emulaciones de la peor versi¨®n Pedro J en tiempos de delirante manipulaci¨®n de la realidad, cad¨¢veres de Atocha mediante. Tambi¨¦n Monedero sacar¨ªa partido del asunto con tan s¨®lo aplicarse el genial pr¨®logo que Chaves Nogales escribe para su obra A sangre y fuego, donde inventa el nuevo periodismo 30 a?os antes que Truman Capote.
Pero tampoco me resisto a guiar al monstruo de las galletas bolivariano por la senda de los buenos poetas. As¨ª evitar¨ªa sonrojar al personal con paridas preadolescentes como su oda al comandante Ch¨¢vez: ¡°He amanecido con un Orinoco triste pase¨¢ndose por mis ojos. Querer a Ch¨¢vez nos hace tan humanos, tan fuertes. Ch¨¢vez en la se?ora que limpia. Ch¨¢vez en el se?or que vende peri¨®dicos en la entrada del metro. Ch¨¢vez de la empleada de la tienda. Ch¨¢vez del vendedor de helados. Ch¨¢vez de la abuela que ahora ve y de la que ahora tiene vivienda...¡±. Ded¨ªcale otra al cafre Maduro y sus cerca de 80 presos pol¨ªticos. A ver qu¨¦ te sale, rapsoda.
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