Francia se rinde ante el cine de Martin Scorsese

A los 11 a?os, Martin Scorsese tuvo su primera idea para una pel¨ªcula. Se titulaba La ciudad eterna y era un p¨¦plum que ten¨ªan que protagonizar Marlon Brando, Alec Guinness y Virginia Mayo, entre muchas otras estrellas. Dan fe de ella distintos storyboards dibujados por el cineasta a esa tierna edad, recogidos ahora en la gran muestra que le dedica desde ayer la Cinemateca Francesa en Par¨ªs, donde podr¨¢ visitarse hasta el 14 de febrero. Adem¨¢s, la edici¨®n 2015 del Grand Lyon Film Festival, que se celebra toda esta semana, le rinde homenaje con la proyecci¨®n de sus pel¨ªculas y con la entrega del Premio Lumi¨¨re el pr¨®ximo viernes.

"Me fascinaban las pel¨ªculas sobre el mundo cl¨¢sico, particularmente Roma", explic¨® el pasado lunes en Par¨ªs el cineasta, presente en la inauguraci¨®n, sobre ese proyecto imaginario, en el que ya demostraba una desmedida ambici¨®n. No solo por su reparto estelar, sino tambi¨¦n por su formato: Scorsese quer¨ªa rodarla con una nueva t¨¦cnica llamada Marscocolor, contracci¨®n de su nombre y apellido, y en pel¨ªcula de 75 mil¨ªmetros, cinco m¨¢s de los habituales. "Los 70 mil¨ªmetros no eran suficientes para m¨ª", a?adi¨® a carcajadas.

Scorsese era entonces un chaval del barrio neoyorquino de Little Italy, donde creci¨® en una familia de procedencia humilde. "En mi casa no hab¨ªa libros, sino conversaciones, peleas y m¨²sica de fondo", record¨®. En ese apartamento ¡ªregentado por la matriarca Catherine, a la que luego har¨ªa aparecer en sus pel¨ªculas¡ª, sonaba sin cesar la colecci¨®n de discos de 78 revoluciones de su padre. "Las big bands de la era del swing, la guitarra de Django Reinhardt y alg¨²n ¨¦xito de Bing Crosby en la radio", precis¨®. "Esa m¨²sica dibujaba im¨¢genes en mi cabeza y estimulaba mi imaginaci¨®n". As¨ª se convirti¨® en cineasta.

La exposici¨®n recorre la influencia del n¨²cleo familiar y el peso de la cultura cat¨®lica. Junto a la mesa que presid¨ªa el comedor de sus padres y las im¨¢genes religiosas que colgaban de sus paredes, una pantalla lanza fragmentos de sus pel¨ªculas, que reflejan la importancia de la lealtad y el amparo entre hermanos, extensibles a toda amistad masculina que aparezca en su cine. Un par de paredes m¨¢s all¨¢, la muestra compara esos c¨®digos de camarader¨ªa con la extra?a incomodidad que domina las relaciones entre hombres y mujeres en su cine, ya sean estas esposas sumisas, mujeres liberadas o ni?as Lolita. Sus protagonistas masculinos, m¨¢rtires corro¨ªdos por la culpa y guiados por la voluntad de redenci¨®n, nunca saben muy bien qu¨¦ hacer con ellas. Ya recuerda la muestra que su primera vocaci¨®n fue convertirse en hombre de Dios.

De Niro y Di Caprio

En el p¨®ster de la muestra, destacan los rostros de sus dos actores fetiche: Robert de Niro y Leonardo DiCaprio. ?Se parecen en algo? "La relaci¨®n que he mantenido con ambos es de confianza mutua. En el caso de De Niro, cuando empezamos a trabajar no era una estrella y ven¨ªa a comer a casa de mis padres. Luego pusimos a prueba nuestra relaci¨®n muchas veces. A veces nos fue bien y otras, no tanto", reconoci¨®. "Me cost¨® mucho tiempo volver a encontrar una relaci¨®n parecida. A partir de El aviador, entend¨ª que me gustaba trabajar con Leonardo. Tendr¨¢ 30 a?os menos, pero escucha a Louie Jordan como yo. Existe una afinidad. Me gusta pasar tiempo con ¨¦l, igual que me gustaba pasarlo con Robert", apunt¨®.

El cineasta abord¨® las distintas fases que ha vivido en su carrera: "Salvo en los ochenta, cuando pas¨¦ unos a?os dif¨ªciles, no he tenido problemas para rodar. Desde Uno de los nuestros no he tenido grandes dificultades, aunque siempre aparezcan problemas. En cualquier caso, siempre me ha preocupado m¨¢s la libertad creativa que el dinero, aunque ahora sea algo diferente, porque tengo una familia".

Scorsese se pronunci¨® tambi¨¦n sobre los cambios en Hollywood y se mostr¨® preocupado por la bipolarizaci¨®n creciente "entre grandes producciones y cine independiente". "Las pel¨ªculas de presupuesto moderado, incluso cuando ganan Oscars, se encuentran marginalizadas respecto a las de acci¨®n, aventura y superh¨¦roes", sostuvo el director. "El peligro es que los j¨®venes de hoy crean que el cine es solo eso. Son pel¨ªculas muy bien hechas, pero todas se parecen. Por eso es importante preservar otro tipo de pel¨ªculas", remat¨®.