John Dickie: ¡°Las mafias son tan antiguas como Italia¡±
El autor brit¨¢nico escribe una historia conjunta de la Cosa Nostra, la ¡¯Ndrangheta y la Camorra que rebate los mitos.
El peque?o despacho de la Universidad de Londres de John Dickie (Dundee, 1963) est¨¢ atestado de libros y de recuerdos, como un chaleco antibalas negro de la Guardia di Finanza, uno de los cuerpos policiales italianos. Este peculiar souvenir demuestra que Dickie ha llevado a cabo sus investigaciones sobre la criminalidad organizada no s¨®lo en bibliotecas y archivos, sino en la calle. Conoce a los principales fiscales, a polic¨ªas y se ha pateado barrios no siempre recomendables. Primero public¨® Cosa Nostra, centrado exclusivamente en la Mafia siciliana, pero luego continu¨® su trabajo con dos ensayos, Blood Brotherhoods y Mafia Republic, que ahora Debate publica en un solo volumen, Historia de la mafia, traducido por Jaime Collyer. Es un libro lleno de personajes y de historias, que logra que la atenci¨®n del lector no decaiga en m¨¢s de 800 p¨¢ginas de cr¨ªmenes y villanos, pero tambi¨¦n h¨¦roes de la lucha antimafia. Su originalidad radica en que estudia de forma conjunta las tres mafias que han marcado la historia de Italia: la Mafia o Cosa Nostra de Sicilia, la ¡¯Ndrangheta de Calabria y la Camorra de N¨¢poles y de Campania. La teor¨ªa de Dickie, que le distancia de otros estudiosos de la criminalidad organizada, es que estas tres mafias, muy diferentes, pero que forman parte del mismo fen¨®meno, no se pueden comprender sin Italia, que surgi¨® como pa¨ªs durante el siglo XIX. La mafia para Dickie no surge por un vac¨ªo de poder, sino al mismo tiempo que el Estado italiano moderno y unido.
?PREGUNTA. ?Cu¨¢les son las principales diferencias entre las tres mafias que analiza en su libro?
RESPUESTA. No existe nada parecido a una mafia italiana. Hay tres mafias principales, pero hay grandes diferencias entre ellas, tanto ahora como hist¨®ricamente. Mi objetivo es contar la historia de forma conjunta, en paralelo, para mostrar sus diferencias, pero tambi¨¦n sus similitudes. Dos de las mafias podemos decir que son mas¨®nicas en su organizaci¨®n, porque son sociedades secretas obligadas por un juramento, con rituales y una jerarqu¨ªa. Se trata de la Cosa Nostra, la Mafia siciliana, y la ¡¯Ndrangheta, la mafia calabresa. La tercera mafia es la Camorra, que es mucho m¨¢s confusa, se trata de un archipi¨¦lago de bandas en N¨¢poles y en Campania.
La ¡¯Ndrangheta llen¨® el hueco que dej¨® la Mafia siciliana a principios de los noventa, muy debilitada
P. ?Por qu¨¦ aquella que es la menos conocida, la ¡¯Ndrangheta, es la m¨¢s poderosa?
R. Actualmente s¨ª. La ¡¯Ndrangheta llen¨® el hueco que dej¨® la Mafia siciliana a principios de los noventa, muy debilitada por muchos motivos, sobre todo por su t¨¢ctica de lanzar una guerra contra el Estado italiano, matando a jueces como Giovanni Falcone y Paolo Borsellino o lanzando una campa?a de coches bomba. Por ese motivo perdi¨® mucho poder y se convirti¨® en un socio comercial mucho menos fiable para los productores sudamericanos de coca¨ªna. La ¡¯Ndrangheta, que hab¨ªa sido ignorada por el Estado, encontr¨® ah¨ª una fuente de ingresos gigantesca. Y se convirti¨® en la organizaci¨®n m¨¢s poderosa.
P. ?Cree que en la literatura y el cine se ha producido una cierta romantizaci¨®n de la mafia?
R. Esto es cierto sin duda en EE?UU, basta con ver El Padrino. Pero es demasiado simplista ignorar obras de ficci¨®n s¨®lo porque no reflejen el mundo real de la mafia: una de las cosas que estudio en mi libro es c¨®mo se relacionan la ficci¨®n y la realidad. La misma palabra mafia surge de una obra de teatro, en 1863, sobre una banda carcelaria. La explicaci¨®n m¨¢s plausible que tenemos para la utilizaci¨®n de la palabra mafia es que los propios mafiosos vieron esa representaci¨®n y se encontraron muy bien retratados. Siempre han sido muy narcisistas.
P. La polic¨ªa de Nueva Jersey que ten¨ªa pinchados los tel¨¦fonos de los mafiosos siempre se encontraba con que comentaban el ¨²ltimo cap¨ªtulo de Los Soprano¡
R. La vida imita al arte.
P. Ya que estamos en Los Soprano, usted cita una frase de Medow, la hija de Toni Soprano, que define a la mafia como ¡°una forma de resolver los conflictos de manera informal en la Italia mediterr¨¢nea¡±. Siempre ha existido la teor¨ªa de que la mafia surge all¨ª donde el Estado no existe y es reemplazado por otro tipo de justicia. ?Es cierto?
R. Medow, que trata de justificar a su padre, se hace eco de lo que muchos antrop¨®logos estadounidenses dijeron sobre la mafia en los sesenta. No la percibieron como una organizaci¨®n criminal. Creo, en cambio, que no hay la m¨¢s m¨ªnima duda de que existen organizaciones criminales que operan en Italia, pero si desapareciesen ma?ana, el pa¨ªs seguir¨ªa teniendo grandes problemas con la corrupci¨®n, con el mal funcionamiento del Estado. Por poner un solo ejemplo: la lentitud de la justicia para cobrar una deuda. Es normal que exista una gran tentaci¨®n para recuperar el dinero de forma mucho m¨¢s r¨¢pida por medios ilegales. Sin embargo, no me gusta hablar de mafiosidad o de cultura de la mafia, hace pensar que el problema no tiene soluci¨®n y creo que s¨ª la tiene.
P. ?Cree que la tiene?
R. No creo que vaya a peor. Entre los setenta y los noventa, la violencia era tan brutal que el sur de Italia casi se convierte en un narcoestado, era algo muy parecido a la guerra. Mi esperanza es que en 1992, con el asesinato de Falcone, se produjo un punto de inflexi¨®n, sobre todo porque la sociedad se dio cuenta de la magnitud del problema. Falcone, antes de morir, dej¨® una herencia extraordinaria porque leg¨® una estructura judicial y policial con las que Italia sigue luchando contra la mafia actualmente, como los equipos especiales antimafia dentro de la fiscal¨ªa. No todos tienen los medios necesarios, pero cada vez m¨¢s gozan de un mayor poder. Italia combate a la mafia con creciente eficacia y eso nunca hab¨ªa ocurrido en el pasado. Eso es lo que me hace ser optimista. Lo que me hace no serlo tanto es todo el esc¨¢ndalo que ha afectado a Roma, que da la impresi¨®n de que esos avances en el terreno legal no est¨¢n dando los resultados esperados, como si el pa¨ªs no respondiese al tratamiento
P. ?No cree que el creciente poder de la ¡¯Ndrangheta, la situaci¨®n en N¨¢poles, que parece m¨¢s un Estado fallido que una ciudad, o el esc¨¢ndalo de Roma hacen creer que las cosas no han mejorado mucho?
R. No hay que confundir los s¨ªntomas de una mala administraci¨®n, de un sistema pol¨ªtico disfuncional, de la corrupci¨®n, con el crimen organizado. Desde fuera podemos pensar que todo es un s¨ªntoma de la presencia mafiosa, pero no es siempre el caso. En el caso de la Camorra se han producido avances, porque los principales clanes han sufrido muchos reveses.
P. Como historiador, ?cu¨¢l es el gran misterio de la mafia italiana que todav¨ªa est¨¢ sepultado por la omert¨¢?
R. Italia tiene muchos misterios y es casi un deporte nacional especular sobre las aut¨¦nticas razones detr¨¢s de acontecimientos terribles como el atentado en la estaci¨®n de tren de Bolonia. En t¨¦rminos mafiosos, el misterio que m¨¢s preocupa a la gente en este momento es lo que se llama las negociaciones, la tratativa, y est¨¢ siendo juzgado ahora mismo. La tesis de los fiscales es que en el peor momento de la ofensiva de la Mafia siciliana contra el Estado, cuando la organizaci¨®n criminal quer¨ªa negociar con el Gobierno despu¨¦s de sufrir tremendos golpes policiales, las conversaciones llegaron a producirse. Lo que es seguro es que se trata de un momento muy importante de la historia que no ha sido aclarado. Dicho esto, lo cierto es que todos los miembros de la c¨²pula de la Cosa Nostra, menos uno, Matteo Messina Denaro, se encuentran en prisi¨®n. El tipo que est¨¢ cumpliendo condena por el asesinato del juez Paolo Borsellino, en julio de 1992, es con toda probabilidad inocente, hay muchos indicios que se?alan que no lo hizo, empezando por los propios mafiosos. Tambi¨¦n hay testigos, no sabemos hasta qu¨¦ punto fiables, que se?alan que hubo connivencia de los servicios secretos.
Las mafias son tan antiguas como Italia, son un producto de la violencia pol¨ªtica durante la unificaci¨®n
P. Una vieja teor¨ªa mantiene que la mafia naci¨® bajo el mandato espa?ol, por la ausencia del Estado, pero en su libro defiende exactamente lo contrario: que la mafia surge y cobra fuerza cuando se crea el Estado italiano. ?Podr¨ªa explicarlo?
R. Los or¨ªgenes espa?oles de la mafia son otro ejemplo cl¨¢sico de la invenci¨®n de mitos que rodean a estas organizaciones. El mito oficial de la fundaci¨®n de la ¡¯Ndrangheta es que hab¨ªa tres caballeros espa?oles que huyeron a Italia porque vengaron la violaci¨®n de su hermana y que cada uno fund¨® una de las tres ramas de la mafia. Obviamente es una f¨¢bula. Las mafias son tan antiguas como Italia, son un producto de la violencia pol¨ªtica durante la unificaci¨®n. No se puede hacer una revoluci¨®n sin violencia. Muchos de los protagonistas del risurgimiento se organizaron en sociedades secretas basadas en el modelo mas¨®nico y reclutaron matones, que aprendieron que la violencia les pod¨ªa ser muy ¨²til para conseguir otros fines y que, a la vez estuvieron, muy cerca de los personajes que iban a convertirse en la ¨¦lite del pa¨ªs.
P. Su libro relata la historia de la mafia pero tambi¨¦n de aquellos que lucharon contra las organizaciones criminales. ?Se puede seguir la historia de la mafia a trav¨¦s de los movimientos antimafia?
R. Absolutamente. Como historiadores no sabr¨ªamos nada de la mafia si el Estado no hubiese luchado contra ella. Es as¨ª como conseguimos documentos. El esquema cl¨¢sico es que, cuando se producen guerras civiles en la mafia, los perdedores acuden a la polic¨ªa con toda la informaci¨®n. La polic¨ªa investiga y cuando el caso llega a los tribunales muchas veces se derrumba, porque no los testigos no declaran o han sido asesinados¡ Eso nos ha privado de muchas evidencias. Pero la gente que luchaba contra la mafia en estas circunstancias eran incre¨ªbles, incluso aquellos que lo hicieron por motivos pol¨ªticos oportunistas, por ejemplo bajo el fascismo.
El rey de la camorra
En 1955, Serafino Castagna, un vecino de un pueblo calabr¨¦s llamado Presinaci, sali¨® de su casa y se dedic¨® a matar vecinos aparentemente al azar. Tanto la polic¨ªa como la prensa que acudi¨® en masa al pueblo se dieron cuenta r¨¢pidamente de que algo no cuadraba con la tesis de que se trataba de un arrebato de locura, porque Castagna hab¨ªa perdonado alguna vidas y acabado sin piedad con otras. Al final confes¨®: formaba parte de un clan de la ¡¯Ndrangheta y hab¨ªa sido amenazado de muerte si no comet¨ªa un crimen. Castagna decidi¨® entonces matar a sus jefes, asesinar a aquellos mismos capos que le impulsaban a asesinar. En las historias mafiosas muchas veces nada es lo que parece a simple vista, salvo dos cosas: la brutalidad y la sed de poder. Un viejo dicho de los mafiosos sicilianos dice: ¡°Cumannari ¨¨ megghiu ca futtiri¡±, ¡°mandar es mejor que follar¡±, un perfecto resumen de la visi¨®n mafiosa de las relaciones sociales.
En su ensayo, Dickie dedica un cap¨ªtulo a un personaje muy poco conocido en Espa?a, pero al que define como el mafioso m¨¢s poderoso de Italia, Raffaele Cutolo, que inspir¨® la pel¨ªcula de 1986, El camorrista, de Giuseppe Tornatore. Este jefe criminal refleja perfectamente esos dos extremos de la mafia: ha pasado casi toda su vida en prisi¨®n, donde sigue cumpliendo varias condenas consecutivas, pero, incluso entre rejas, fue capaz de crear una de las organizaciones criminales m¨¢s poderosas de Italia, la Nueva Camorra Organizzata.
Cutolo fue encarcelado por primera vez porque, cuando acosaba a un grupo de chicas con su coche, un bombero le reproch¨® su conducta. No s¨®lo le dispar¨® sino que le sigui¨® hasta un portal y, a sangre fr¨ªa, descarg¨® enter¨® el cargador de su arma. En su pel¨ªcula, Tornatore rebaja la escena y la convierte en una discusi¨®n en defensa de una joven. "El poder de Cutolo en la c¨¢rcel es un s¨ªntoma de c¨®mo el Estado italiano estuvo a punto de perder el control del sur. Cre¨® una especie de cultura criminal personal en torno a ¨¦l. Era visto como un gur¨², public¨® poes¨ªa. Se presentaba como un fil¨®sofo del crimen y lo hizo todo desde dentro de la c¨¢rcel. Posando como una especie de Robin Hood, atrajo a muchos j¨®venes prisioneros, vulnerables", explica Dickie. "Declar¨® la guerra a la Mafia siciliana, tratando de monopolizar el crimen en N¨¢poles y Campania en un momento en que la Cosa Nostra trataba de infiltrarse en la ciudad a trav¨¦s del tr¨¢fico de cigarrillos, que entonces era un negocio fabuloso". La guerra fue de una violencia atroz, como aquella matanza de Presinaci a escala global. G.A
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