La pel¨ªcula m¨¢s larga jam¨¢s dibujada
La proyecci¨®n de la odisea de Richard Williams y su 'The Thief and the Cobbler' clausura el festival de Sitges
La historia de la animaci¨®n est¨¢ bastante sembrada de historias heroicas relacionadas, por lo general, con el car¨¢cter obsesivo y visionario de sus artistas, pero ninguna tan larga y accidentada como la de The Thief and the Cobbler, el largometraje, en clave de suntuosa fantas¨ªa oriental, que Richard Williams, creador del ic¨®nico Roger Rabbit, inici¨® en 1964, aunque no lleg¨® a alcanzar su (inacabada) forma final hasta el a?o 2013. Fue entonces cuando la Academia de Hollywood intervino para garantizar la preservaci¨®n de una obra preciosista, delicada y fr¨¢gil que, a principios de los noventa, fue arrebatada de las manos de su creador por parte de una compa?¨ªa de seguros que, haciendo uso de la completion bond ¡ªla cl¨¢usula legal que permite paralizar una producci¨®n cinematogr¨¢fica cuando esta se pasa de presupuesto y fecha¡ª, propici¨® la manipulaci¨®n del material por parte del productor Fred Calvert en 1993 y por parte de Miramax en 1995, que comercializaron sendos montajes devaluados y retitulados que rebajaban escandalosamente la ambici¨®n y la cualidad po¨¦tica del original.
¡°El proceso ha sido terrible, pero ha tenido un final feliz¡±, afirma un entusiasta Richard Williams en el Festival de Sitges, donde The Thief and the Cobbler se proyectar¨¢ en sesi¨®n ¨²nica el d¨ªa de la clausura, junto al ¨²ltimo trabajo del director: el exquisito cortometraje de animaci¨®n a l¨¢piz Prologue. En 1992, cuando los abogados se apoderaron del trabajo de Williams, la productora Imogen Sutton logr¨® hacer una copia de la pel¨ªcula que ha permanecido guardada durante 20 a?os: el trabajo estaba finalizado en un 75%. A partir de ese material, y con la banda sonora completamente terminada, se ha reconstruido el proyecto original de Williams complet¨¢ndolo con pruebas de animaci¨®n a l¨¢piz y dibujos del storyboard para rellenar los huecos. La pel¨ªcula ha sido retitulada como The Thief and the Cobbler. A Moment in Time para subrayar esa condici¨®n de proyecto inacabado: ¡°El resultado es fascinante, porque permite ver todos los estados del proceso de la animaci¨®n en una sola pel¨ªcula. Es como ir a la ¨®pera y ver que la mitad del reparto lleva su vestuario y la otra mitad va en ropa de calle¡±, comenta Sutton.
Artesanal
¡°Es el ¨²ltimo trabajo de animaci¨®n completamente artesanal: se dibuj¨® a mano y se colore¨® a mano. Hoy en d¨ªa, en plena era de la animaci¨®n digital, vemos muchas pel¨ªculas de animaci¨®n artesanal, pero su coloreado se hace a trav¨¦s de ordenador¡±, se?ala Williams. ¡°La Academia de Hollywood cogi¨® la copia de Sutton y la ha digitalizado. Mientras yo la pueda presentar en cada sesi¨®n, puedo ir a cualquier festival, pero no podemos comercializarla, ni sacar dinero de ella¡±. La est¨¦tica de la pel¨ªcula logra conciliar la gran herencia de la animaci¨®n tradicional americana ¡ªde Disney a UPA¡ª con las perspectivas y geometr¨ªas de las miniaturas persas: ¡°Dise?¨¦ el personaje principal para que lo animara uno de los mejores talentos de la escuder¨ªa Warner, Ken Harris, que fue el responsable de animar al Coyote en los cortos del Correcaminos. Al terminar su trabajo me dijo que lamentaba no poder vivir lo suficiente para ver la reacci¨®n del p¨²blico a lo mejor que hab¨ªa hecho en su vida¡±. Harris muri¨® en 1982. Vincent Price, Anthony Quayle y Kenneth Williams, todos ellos en el reparto de voces de la pel¨ªcula, fueron otras de las bajas en el dilatado viacrucis de la producci¨®n.
The Thief and the Cobbler no solo ha sido la obra de toda una vida para Richard Williams, sino, tambi¨¦n, una suerte de Santo Grial para los amantes de la animaci¨®n y para los propios profesionales del medio: aquella obra maestra que estaba ah¨ª, aunque todo el mundo tem¨ªa que jam¨¢s podr¨ªa ver. Sus dos personajes principales no tienen di¨¢logos en toda la pel¨ªcula, permitiendo un concienzudo recital de animaci¨®n pura donde el movimiento lo expresa todo. Pero la vida profesional de Williams no se centr¨® ¨²nicamente en la tit¨¢nica construcci¨®n de esta catedral de luz y color: el animador particip¨® tambi¨¦n en la profunda renovaci¨®n de las formas tradicionales del medio que supuso El submarino amarillo (1968) y se encarg¨® de dirigir la animaci¨®n de los t¨ªtulos de cr¨¦dito de, entre otros t¨ªtulos, El regreso de la Pantera Rosa y La Pantera Rosa ataca de nuevo.
En colaboraci¨®n con Robert Zemeckis, Williams se encarg¨® de dar vida a Roger Rabbit y a la curvil¨ªnea Jessica Rabbit, esa chica que no era mala, sino que, simplemente, la dibujaron as¨ª. Sobre este particular, Williams reconoce su deuda con el historietista catal¨¢n Jordi Bernet, creador de personajes como Torpedo y Clara de Noche.
"He vuelto a la hoja de papel y al l¨¢piz"
Profundo conocedor de la animaci¨®n Disney, el cineasta Iv¨¢n Zulueta sol¨ªa manifestar que le gustaban mucho m¨¢s los dise?os previos a l¨¢piz, por su visceral energ¨ªa, que la animaci¨®n acabada, siempre suavizada y domesticada por sus contornos con l¨ªnea de color.
A Zulueta le encantar¨ªa, sin duda, Prologue, el ¨²ltimo trabajo de Richard Williams, que, precisamente, parte de la est¨¦tica del esbozo a l¨¢piz para impartir una lecci¨®n magistral sobre el arte de la animaci¨®n, en seis minutos.
As¨ª lo explica: "Lo ¨²nico que he hecho en mi vida de lo que estoy completamente orgulloso. He vuelto a la hoja de papel y al l¨¢piz, como si estuvi¨¦ramos en 1900. Sin ayudantes, como si fuera un estudiante. Lo que no pod¨ªa expresar con un simple dibujo sobre hoja de papel no entraba en este proyecto que se basa en la vitalidad del trazo. Las limitaciones han forzado mi capacidad de invenci¨®n. Cada segundo de pel¨ªcula equivale a 24 dibujos hechos a mano, algunos de los cuales me llevaron dos horas de ejecuci¨®n".
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